palabras contadas
Entreguerras
Estaba pensando en ello mientras visitaba la magnífica exposición que el madrileño Museo Thyssen ha dedicado a 'Proust y las artes'
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Siempre hemos pensado en un lapso temporal para el concepto ‘Entreguerras’, aquel que Europa vivió, en parte como una fiesta, entre la Gran Guerra y la II Guerra Mundial. Pero creo que también deberíamos extenderlo sobre el mapa de nuestra ignorancia para comprender que vivimos ... en los márgenes espaciales de conflictos armados. Vivimos ‘entreguerras’ y siempre lo hemos hecho, aunque en esta parte del mundo hemos querido obviarlo y extender el mitificado perfume de aquellos felices años veinte para impregnar con él todo el siglo XX.
Superada la angustia de la Guerra Fría, nos sentíamos a salvo, deseábamos estarlo. A la postre, ha sido un error grave y sólo ahora percibimos el peligro de que todo lo que creíamos sólido acabe desmoronándose. Estaba pensando en ello mientras visitaba la magnífica exposición que el Museo Thyssen ha dedicado a 'Proust y las artes' un recorrido deslumbrante por la influencia que las artes y los ambientes de la cultura ejercieron sobre el autor de ‘A la busca del tiempo perdido’.
Decía Proust que la felicidad es saludable pero que es la desdicha la que forja nuestro espíritu y creo que es una idea llena de actualidad. En ‘El tiempo recobrado’ (publicado en 1927, cinco años tras su muerte) el autor paseaba por un París amenazado por los alemanes de 1914 y sus lectores pronto volvieron a vivir la misma situación, siempre ‘entreguerras’... De todos ellos hablan las pinturas bellas y los libros tristes. Vayan al Thyssen con esta idea, pregunten a aquel tiempo recobrado por nuestro tiempo perdido.
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