Jean Genet sería 'streamer'
La editorial Cabaret Voltaire publica por fin en nuestro país la versión sin censuras de 'Diario del ladrón'
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Iniciar sesiónEn 'Diario del ladrón', reeditado aquí por fin sin censuras por Cabaret Voltaire, Jean Genet (1910-1986) describe sus andanzas por los bajos fondos, el pozo más negro de la moral y la mística, pues el autor está impelido por un ansía de pureza invertida ... que encuentra su excelsitud moral en la traición de todos los valores y las personas. Un clásico de la literatura ojiplática, quizá exagerado para agrandar su mitología. Es más: estoy seguro.
De padre desconocido, su madre le abandonó en una casa de expósitos. Criado por una familia adoptiva hasta los 13, su primer hurto fue con 10 y pronto Genet dio con sus pubescentes huesitos en el reformatorio de Mettray, donde residió hasta la mayoría de edad. De allí al Norte de África con la Legión, de donde desertó y volvió todo a su cauce. Es decir, a ser ladrón, mendigo, chapero, presidiario… Un 'road trip' de la depravación por España y Europa simpar que es lo que cuenta tan fantástico libro.
No zascandileó por Zaragoza, eso sí, un gran vertedero virtual de contenido oscuro actualmente, como ha mostrado (apenas) el 'youtuber' Juanniko Bananna. El poeta francés estaría orgulloso del material 'basuriento' que se está publicando en la red desde la IP de la Pilarica con comunidades de fans hipertóxicas, pillaje en 'streaming', ataques de ansiedad grabados, boxeo con nacionalsocialistas, directos tomando drogas desconocidas y fornicando, 'selfies' desde el patio de la cárcel e indigencia en tiendas de campaña tristes en medio de la nada como hogar y despacho donde realizar los directos en Twitch (el móvil se carga en el polígono industrial más cercano). El material del que están hechos los sueños, eso es.
Hablamos de la 'deep web' del alma, pornografía de la sordidez y la insania mental, superhéroes turbios mañicos que también hacen autobombo de su lucidez, como Genet o Coto Matamoros, quien ahora se dedica a tratar de quitarle anunciantes al 'El Chiringuito de Jugones' ('Me entretengo destruyendo al mal') y que, en su día, disfrutó de su estancia en la cárcel hasta el punto de que, cuando salió, pidió, si era posible, pasar la Navidad dentro con sus compañeros. En la cárcel de Zuera. En Zaragoza.
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