Jaime Hayon, proyección infinita

En la actualidad, podemos aproximarnos a su universo particular gracias a la gran retrospectiva titulada 'InfinitaMente' que le dedica el Centro del Carmen de Cultura Contemporánea (CCCC), primera vez que se expone en una muestra de este calibre y con piezas nunca vistas en España. Una cita organizada y producida íntegramente por el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV), dependiente de Cultura de la Generalitat, en la que poder adentrarse en el talento del polifacético autor.

Recordemos que Hayon es señalado como uno de los creadores más influyentes de la última década, elogiado como un visionario y uno de los iconos más creativos por la revista 'Time'. Porque, ya se sabe, a veces hay que triunfar más allá de tus fronteras para ser valorado en casa. No obstante, el reconocimiento que Hayon ha tenido fuera viene de lejos, y esto es algo que se aprecia en el proyecto comisariado por su propio estudio.

Uno de sus primeros logros con una tremenda repercusión tiene lugar en 2003, cuando expuso en Londres la muestra titulada 'Mediterranean Digital Baroque'. Allí exhibió el bosque surrealista de cactus de cerámica con trazo Mediterráneo e influencia de la iconografía japonesa que podemos recorrer en una de las secciones de la Sala Ferreres del Centro del Carmen donde se ubica la exposición. Se trata de un proyecto fundamental en la persecución de una identidad personal forjada a base de trabajar duro y apuntar alto.

El director del CCCC, José Luis Pérez Pont, señala que incluir en su programación el trabajo de Hayon le pareció un posicionamiento fundamental, dado que la ciudad de Valencia está siendo Capital Mundial del Diseño 2022. Pero es que, además, la idea de mostrar su obra accesible a todos los públicos también tiene que ver con que es un diseñador y artista que trabaja materiales vinculados a la industria valenciana, como son la cerámica, la porcelana y la madera.

La sensación de recorrer la nave central de la sala y vivir la experiencia de inmersión en el conjunto de la exhibición es difícil de describir con palabras. No se reduce a una muestra de diseños, aunque contemplemos muebles, sillones o mesas rodeadas de esculturas antropomórficas, cuadros y tapices.

Avanzando por las distintas salas descubrimos diferentes trabajos, organizados según los materiales en los que están fabricados. La división por materiales no es baladí, y es que el montaje expositivo está pensado tanto para el goce del público general como para especialistas en artesanía y diseño industrial. Así pues, contamos con una zona donde predomina la cerámica, otra con cristal de Murano –que es vidrio soplado con resultados absolutamente exquisitos– y otra donde abundan los tapices de colores vivos.

En el centro presenciamos todo un despliegue de objetos y de artículos que han sido diseñados por Hayon y que en algunos casos van acompañados de sus referentes directos. O sea, imágenes y bocetos de aquello en lo que se ha inspirado el autor. Asimismo, enseña sus procesos de trabajo, bien sea en un vídeo con entrevistas al comienzo del recorrido o en su parte final, donde vemos de repente un sillón abierto en canal, a cuyas tripas de tela nos asomamos los más curiosos.

Si un tótem verde con un ave en su cumbre nos recibe a la entrada, la división de las obras termina por organizar sus primeras pinturas, por un lado, y sus obras pictóricas más recientes, por otro. No es que se establezca un orden cronológico como en cualquier retrospectiva al uso, sino que aquí converge en armonía la claridad a la hora de reunir mucho trabajo de diversa índole con la búsqueda de un impacto visual en el espectador.

A lo largo de los 20 años de Hayon Studio, se ha producido obra con un valor artístico destacable, creaciones únicas o limitadas que se exhiben ahora junto con cuadernos de notas y dibujos a mano. La intervención mural tiene su protagonismo con un tono verdoso constante que mantiene presente la preocupación por el cuidado del planeta, la importancia de trabajar con materiales de proximidad y de generar el menor residuo posible.

El mundo del diseño, de la mano del arte, está cambiando, Hayon es uno de los creadores que impulsa tal cambio y que va marcando una línea en el horizonte para que entendamos que un futuro sostenible es atractivo en todos los sentidos. Para quienes aún no lo hayan hecho, tomen nota y no tarden en visitar la exposición. La experiencia es única e irrepetible.