'Inés y los duendes', de Diego Martínez Torrón: la herencia más hermosa

Paralelamente, ha desarrollado una labor de creación, desplegada en la poesía, el ensayo y la narrativa.

En este último género, nos regala ahora una emocionante novela, ‘Inés y los duendes’, que, como explica su propio autor, este libro «es para mayores que son niños, y para niños que son mayores. Y para padres o madres que quieran contar sus propias historias a sus hijas. Es un cubo de Rubik que juega con espacios, personajes y tiempos. Te aconsejo que, simplemente, te dejes llevar». En efecto, es esta una buena recomendación para disfrutar de las aventuras de tres niñas, Inés, Elena y Sofía, «hijas de una madre hermosa e inteligente, una Madre Cierva. Y del Gran Oso Blanco, bondadoso y humano».

Y tienen un admirable y sabio abuelo, Yayo, de gran presencia en la trama. Aunque hay varias voces narradoras, por ejemplo la del propio Yayo, la principal es la de Inés quien desde el presente vuelve la vista al pasado y nos dice, «soy una viejecita nostálgica», que desea recuperar la infancia «de las niñas-duendes, de las niñas con duende, de las niñas entre duendes».

Las pequeñas persiguen un sueño: encontrar un remedio, ‘It’, que cure todas las enfermedades porque tenemos que ser muy conscientes de la fragilidad del ser humano y de la vida, que se puso trágicamente de manifiesto con la pandemia de un virus mortal, momento sobre el que se reflexiona en la obra.

Al igual que se medita en torno al poder, a las guerras, al maltrato a la Naturaleza. La novela de Martínez Torrón está repleta de la fuerza de la ficción y de la fantasía, y es también un canto a la cultura, en la actualidad más necesario que nunca.

Se reivindica el llamado «Programa CEC: civismo, educación y cultura» y se nos recuerda que «los libros son Amigos Imaginarios e Invisibles que nos evocan un mundo maravilloso habitado no solo por escritores, sino también por músicos, cineastas y pintores», instándonos a «aprender a ser felices con la cultura, que es la herencia más hermosa legada por tantos artistas de nuestra vieja civilización».

El asunto de la vital trascendencia de la cultura ocupa y preocupa a Diego Martínez Torrón, como se aprecia sobre todo en su obra 'El alma de los libros. La literatura como refugio' (Berenice, 2024), en el que, entre otras cuestiones, pone en valor Europa, pues —apunta— «representa el modo más civilizado y avanzado de todo un concepto de democracia, cultura y libertad que está en crisis», y nos invita, sin dejar de lado a autores actuales, a frecuentar a los clásicos.

¿Llegará ese día en que las «guerras se recuerden como una anacronía, como un residuo de los tiempos primitivos. Y entonces los pueblos se entenderán a través del diálogo y de la colaboración», leemos en 'Inés y los duendes'. Bella utopía que quizá esté en nuestras manos convertir en realidad.