CRÍTICA DE:
'Tu incertidumbre': Misterios y prodigios de la pintura de Juana González
Madrid
Primera individual de esta creadora manchega en la galería Espacio Minimo. Y una demostración más de la viveza de la técnica, con la que ella sintetiza incertidumbres del presente
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Iniciar sesiónHay vida más allá del coto curatorial, e incluso –podemos jugar con los dobles sentidos– las cosas no pintan tan mal como resuena en las letanías 'archivísticas'. El topicazo de la «muerte de la pintura» no puede encubrir, por más inercias del ... institucionalismo o alicatamiento pretendidamente conceptual de ciertas propuestas bienalísticas, que hay numerosos artistas que todavía son capaces de sedimentar en ese espacio enmarcado 'como cuadro' obsesiones, pasiones o incertidumbres.
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Precisamente Juana González (Puertollano, 1972) recurre en el titulo de su primera exposición en la galería Espacio Mínimo a la incertidumbre, advirtiendo que se trata de una sensación relacionada con lo impreciso o desconocido: «A mí me interesa –declara esta magnífica pintora– la incertidumbre desde un enfoque irracional y subconsciente, porque es éste el terreno en el que surgen las escenas que pinto».
«La incertidumbre, para mí –prosigue–, deja las puertas abiertas a la interpretación, convive con el misterio, no constriñe ni limita la mirada». Esa apertura de miras, apasionada apuesta por lo enigmático, dinamiza las obras de esta creadora, que ofrece imágenes extrañas que tienen algo de catártico al mismo tiempo que incitan a elevar el vuelo de la fantasía hermenéutica.
Entrar a saco en el museo
Aunque González lleva varias décadas pintando, ha sido en los últimos años, especialmente a partir de su exposición en la Sala Robayera de Miengo (2021), cuando sus poderosas obras han comenzado a llamar la atención del público, pasando a formar parte de colecciones como las del Ayuntamiento de Madrid o la Colección Solo.
La concepción de su pintura está cercana a la de Neo Rauch o a planteamientos neo-expresionistas como los de Immendorff, aunque también es evidente que admira el barroco. Se autorretrató en una magistral obra de 2020 como una cazadora semidesnuda que entra a saco en el museo para cobrar las piezas clásicas que, en todos los sentidos, desea. Maestros como Velázquez, Tiziano, Goya, Rubens o el Greco, se recombinan en la «barroquizante» imaginación pictórica de González, que también saca partido del cine surrealista de Buñuel o de las paranoias de David Lynch.
Las alucinaciones pictóricas de González pueden atravesar el miedo o tratar de dotar de sentido la crisis cuando la imaginación siente el abismo del lienzo en blanco. Por ejemplo, en el impresionante cuadro titulado 'Ceremonia' (2019) vemos que una mujer vestida con traje folclórico se ha precipitado en una sima quizá aterrorizada por el perro salvaje que acecha, mientras, en el fondo, como una pesadilla, una banda parece entregada al rock cristiano. Algo siniestro (familiar y extraño) anida en estas vibrantes pinturas, cuando la incertidumbre de la figura que contempla arrodillado el nido con los dos huevos, que también adquieren en otros pequeños cuadros pleno protagonismo, parece ensimismada en lo inexplicable.
Podemos establecer analogías con el principio de incertidumbre de Heisenberg para aproximarnos a las fracturas corporales o superposiciones de secuencias en las composiciones de Juana González. En esta 'pintura cuántica' encontramos ondulaciones del sentido, imprecisiones deliberadas que dejan huecos en los que puede introducirse nuestro deseo para continuar la deriva en el seno de algo fascinante.
Juana González
'Tu incertidumbre'. Cuatro estrellas. Galería Espacio Mínimo. Madrid. C/ Doctor Fourquet, 17. Hasta el 27 de enero de 2024
Desde la serie 'Constructoras' (2012-13) ha demostrado que tiene la agilidad creativa de una verdadera artista marcial, luchando, por emplear una expresión goyesca, con «los sueños de la razón». Sus imponentes y teatrales cuadros, junto con esos dibujos magistrales en los que sedimenta escenas de magia o la rebeldía femenina, interpelan a nuestra capacidad de imaginar un mundo diferente, acechan 'lo real' con lo que tiene de traumático y tornan visibles deseos que, afortunadamente, siguen abiertos, misteriosos e inciertos.
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