'La huella del zen', de Antoni Tàpies y la colectiva 'A=A, B=B': primeros gestos del centenario del pintor

Este es asimismo el afán de la programación de un año completo y complejo que celebra el centenario del nacimiento del autor con unas jornadas repletas de actividades, convocando a artistas y pensadores actuales para invocar la contemporaneidad del pintor.

'La huella del zen', muestra monográfica de Antoni Tàpies comisariada por Nuria Homs, se sitúa en su siempre flamante sala central con una cuidada selección de piezas, muchas de ellas nunca expuestas, paradójicamente tan sólidas como ingrávidas. En la cita que da paso a la exposición habla Tàpies en primera persona, aludiendo a su introspección en la tierra para resurgir con un nuevo filón que explorar. A partir de ahí se suceden los grandes formatos, los trazos personalísimos y la materialidad como representación de lo inmaterial para transmitir el lenguaje y la filosofía del budismo zen en el que le introdujo su propio padre. Todo ello nos desvela a un Tàpies elocuente y carismático con tanto carácter como nos tiene acostumbrados.

Su inconformismo transversal conecta con las teorías filosóficas orientales y le hacen volver sobre la pincelada, el ideograma y el lenguaje en los años 70 y 80, que concentran el grueso de obras de la cita: Una cuarentena de pinturas y dibujos procedentes de los fondos de la Fundación, así como de colecciones públicas y privadas, nacionales e internacionales, que ahondan en el autorretrato, la transitoriedad de la vida, la inmediatez y el gesto, con la característica impronta de Tàpies, abandonando la materialidad rotunda para convertirla en un fluir de elementos espontáneos e intuitivos. La importancia del gesto es básico.

Justamente realzando ese gesto, clave en el budismo y en la selección de obras, se reconstruyen piezas y elementos acompañados de otros gestos artísticos de Laia Estruch,Mohamed Bitari, Fito Conesa o Laura Alcalá, entre otros, para lo que fue la primera jornada inaugural el pasado 13 de diciembre. Acciones que dan un toque actual a una obra que le hace de escenario inmejorable, y que conecta así con la producción artística de autores jóvenes tan elocuentemente cercanos a las prácticas que se exponen.

Pero la actividad en torno a la obra plástica y escrita de Tàpies no cesará en las salas de la Fundación, con un extenso programa de acciones y reflexiones que se desarrollarán hasta diciembre de 2024 tanto allí como en la Universidad Pompeu Fabra, o en otros centros educativos, bibliotecas y espacios institucionales como el Parlament o el Ayuntamiento de Barcelona, donde habitan algunas de sus obras más icónicas.

Así mismo, la efemérides sirve para la creación de la Cátedra Antoni Tàpies-UPF de Arte y Pensamiento Contemporáneos, que garantiza el estudio de la obra del artista y que se materializará con un premio internacional de investigación postdoctoral. Universidad con la que Tàpies ya estaba vinculado a través del emblemático espacio de silencio y meditación de la 'Sala de Reflexión' del Campus de la Ciutadella, que ampliará sus horarios de acceso durante este año.

Volviendo a la Tàpies, en la sala del nivel -1 se presenta una segunda muestra, colectiva, comisariada por Pep Vidal, alrededor de la evolución del pensamiento científico compendiado en 'La nueva visión del mundo' (1954), un volumen que descansaba en la mesita de noche de Antoni y que inspiró muchas de sus obras.

Vidal afirma que Tàpies transitaba entre la mística de la ciencia y la mística del zen. Con 'A=A, B=B' se materializa así el sentido científico en obras de una selección de autores actuales de manera transversal, con gran importancia de la imagen y la estructuración dentro del método científico, lo que lleva a cuestionarnos su utilidad.

Destaca especialmente la gran belleza y esencialismo de la serie fotográfica de John Baldessari 'Throwing Three Balls in the Air to Get a Straight Line (Best of Six Attempts)', de 1973, aunando el ejercicio estético y científico a través de la experimentación, base fundamental del conocimiento. A su lado, piezas más actuales como 'Peekskill NY', de Daniel Béjar, que vuelve a lanzar al espacio el fragmento de un meteorito que llegó a la Tierra en 1992 para realizar el seguimiento de su viaje frustrado de vuelta desde un globo.

No podía faltar la visión microscópica a través del trabajo de Nimesh Ramesh Chahare, quien, en dos pantallas, retransmite en directo la interacción celular en diversos procesos de investigación del Instituto de Bioingeniería de Cataluña. Todo confluye y se actualiza en 'Hi havia una vegada una equació', de Tanit Plana.

Primeros pasos del 'Año Tàpies'

Antoni Tàpies. 'La huella del zen'. Comisaria: Núria Homs. Hasta el 23 de junio de 2024. 'A: A, B:B'. Colectiva. Comisario: Pep Vidal. Hasta el 3 de marzo de 2024. Fundación Antoni Tàpies. Barcelona. C/ Aragón, 255

La autora nos adentra en la perfección matemática de las ecuaciones que han derivado en el desarrollo de Internet, fotografiando como germen de esta comunicación el cuaderno de Leonard Kleinrock, donde se reflejó la primera conexión online simple como una línea. Una pieza entre lo conceptual y lo poético, entre la realidad y la representación, que aporta una universalidad que conecta todo el compendio que habita ambas muestras.