Helena Almeida-Chema Madoz: la (no tan) extraña pareja

La muestra 'Helena Almeida / Chema Madoz. Diseños habitados', comisariada por el director de la Fundación, nos adentra en los procesos visuales de dos maestros del blanco y negro que exploran en dos campos diametralmente opuestos, pero que crean un diálogo muy interesante en la sala. Las suyas coinciden en ser historias mínimas y sutiles que contienen todo un mundo en sí mismas desde la sencillez. Un poemario visual en el que el cuerpo y su ausencia dan las claves al visitante.

Las copias, procedentes de la cámara de conservación de Foto Colectania en su totalidad, suman dos universos a los que se añaden además de las imágenes finales, objetos y esbozos, abriéndonos así el personal universo de cada uno de estos creadores. Ambos, con una formación artística amplia que les lleva a conectar con la escultura, la pintura y la poesía visual, tanto por sus procesos como por sus resultados.

De la presencia del cuerpo y el protagonismo del autorretrato de Helena Almeida a la progresiva desaparición de una silueta humana imprecisa en las obras de Chema Madoz. Los dos, con una perfección en la construcción de sus imágenes, encuadres y series que llevan a imaginar ese demiurgo que va reflejando a golpe de obturador un proceso creativo honesto, un proyecto vital coherente que se inicia y concluye en sus respectivos estudios.

Helena Almeida fue la protagonista de su propia obra. En sus fotos desplegó sus facciones y gestos de forma concreta en el espacio para reflejar su historia personal, que se universalizaba en cada imagen, congelando el momento. La preciosidad estética de sus series refleja una gran honestidad como creadora, perfilando muy fina la línea que separa las artes plásticas y la fotografía. Vasos comunicantes que nos muestran a una autora pintando en su estudio o desdibujando su rostro hasta desaparecer, pero haciéndola más visible, mutando sus propias formas.

Por su parte, la poesía de Madoz se diluye en los objetos. La figura humana va abandonando la imagen de forma pausada para dar pleno protagonismo a las sombras. Objetos y no objetos, formas y sombras, presencias y ausencias toman el mando en unos encuadres perfectos y llenos de significados previamente analizados y medidos al detalle. Nada se deja al azar, todo está calculado y calibrado para una sutil realidad que invita a ir más allá de la misma. Una escalera, una sombra, y el viaje a otra dimensión toma presencia.

Elena Almeida y Chema Madoz

'Diseños habitados'. Fundación Foto Colectania. Barcelona. Paseo Picasso, 14. Comisario: Pepe Font de Mora. Https://www.fotocolectania.org/. Hasta el 18 de septiembre

Dos autores que llevan la fotografía más allá de su bidimensionalidad con herramientas que nos invitan a viajar sin movernos de la sala a recónditos parajes entre el sueño y la realidad. Ambos invitan a reflexionar más allá de lo que vemos y en el espacio capturado, pareciendo que los elementos se paralizan más allá del aire que los rodea entre la ironía, el juego y la realidad.