El debate del museo reina sofía
Algo más que fisuras en el arte emergente
ARTE
También hay que tener una edad para que el MNCARS se fije en un artista
Manuel Borja-Villel no se presentará a la reelección como director del Reina Sofía
Obras de Leonor Serrano Rivas del programa 'Fisuras'
Una de las funciones –y obligaciones– de una institución como es el MNCARS debe ser la de apoyar la creación artística más actual, tanto nacional como internacional. En este sentido, ha de tenerse en cuenta el llamado arte emergente. Un término y un concepto ... ciertamente complejos y plurales. Podríamos definirlo como las manifestaciones artísticas realizadas por artistas jóvenes –se considera la edad de 35 como su límite más aceptado– en el inicio de su trayectoria profesional, que no suelen contar con gran apoyo de la crítica, de las instituciones y –sobre todo– del propio mercado del arte.
La pregunta pertinente ahora sería conocer cuál ha sido en los últimos años la posición del museo ante estas necesidades. Hagamos un poco de historia. En 2009, justo un año después de la incorporación de Manuel Borja-Villel como director, el MNCARS puso en marcha el Programa 'Fisuras', que en gran medida suponía la continuación de una anterior propuesta representada por el Espacio Uno.
El objetivo fundamental del nuevo proyecto era el de potenciar la presencia del arte emergente dentro de sus programas expositivos, brindando a una serie de creadores –no todos en el despegue de sus carreras– la oportunidad de poner en práctica diversos proyectos específicos.
No tan jóvenes
Una de las principales finalidades de 'Fisuras', que todavía se mantiene activo en la actualidad, es la de plantear nuevos formatos de exposición. De esta manera, asimismo serviría de reflexión sobre los haberes y deberes de las instituciones museísticas en nuestro tiempo.
A lo largo de estos ya casi catorce años de actividad, el programa 'Fisuras' ha presentado un total de 29 proyectos, pertenecientes a artistas muy diversos en sus planteamientos formales e ideológicos, casi todos empleando prácticas artísticas, digamos, no tradicionales, y con una procedencia mayoritariamente de españoles e iberoamericanos, un rasgo habitual en las políticas expositivas del museo en estos últimos años y que, pese a sus propósitos, en bastantes casos no podrían ser adscritos a ese concepto de emergentes.
Algunos de estos creadores como, entre otros, Efrén Álvarez, Paloma Polo, María Loboda, Sara Ramo,El Niño de Elche o Leonor Serrano Rivas, cuyo proyecto 'Magia natural' puede todavía verse actualmente expuesto, sí que responden a estas intenciones.
Sara Ramos, autora de 'Fisuras'
El otro baremo que puede servirnos para medir las preocupaciones y ocupaciones del MNCARS con respecto al arte emergente serían las compras de obras de artistas de esas características. Aquí los resultados no son precisamente alentadores. Paseando por las salas cronológicamente más actuales de la colección se echa en falta la presencia de más autores jóvenes, principalmente nacionales.
En los últimos años se han adquirido obras de creadores como Alejandro Garrido, June Crespo, Colectivo Ayllu, Andrés Pachón, Eva Fábregas o Clan Dayrit, entre otros tantos, pero, en este sentido, el déficit sigue siendo preocupante.