Libros
Éric Vuillard, cuando Vietnam era Indochina
Narrativa
El escritor francés describe una época hasta sentir el vértigo de lo inevitable. La geopolítica, el pútrido honor colonial y el fatal desastre
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Iniciar sesiónHubo un día, de un día para otro, que Indochina dejó de ser y amaneció Vietnam. Son cosas que pasan en la política, la geografía, la economía y, claro, en la Historia. Cuando apareció Vietnam ya no estaba su antigua fuerza colonial, Francia. Surgía ... en el escenario otro protagonista, Estados Unidos. Pero Francia no se fue de Indochina, la echaron. La echaron los, ahora sí, vietnamitas, la decisión de EE.UU. de acabar con los estados coloniales europeos en Asia (véase India), el agotamiento de un modelo de explotación inadmisible y el nuevo curso que había tomado la política y la vida, en general, después de la Segunda Guerra Mundial. A Francia la echaron, como la echarían, después, de Argelia. Y en ninguna de las dos antiguas posesiones tuvo una salida honrosa. Pero ¿quién la tuvo?
Éric Vuillard (Lyon, 1968), quien con ‘El orden del día’ logró el Goncourt en 2017, regresa con ‘Una salida honrosa’ para contarnos, con su prosa eléctrica, sus frases punzantes como estiletes que provocan y emocionan, que conmueven y alteran, los desaguisados militares, políticos y, sobre todo, económicos del derrumbe colonial francés en el Extremo Oriente. Capítulos como ‘Un Consejo de Administración’ bien valen la historia que se narra. Excepcional.
NOVELA
'Una salida honrosa'
- Autor Éric Vuillard
- Editorial Tusquets
- Año 2023
- Páginas 175
- Precio 17,70 euros
Ritmo, personajes, deslumbrantes sombras que se mueven en el escenario siniestro de una batalla perdida desde el principio pero que nadie acepta. Parlamento, opinión pública... la ‘grandeur’ por los suelos, los acontecimientos desbordan las previsiones, el embudo se achica hasta asfixiar a una nación.
Cuando Mendès France propone abandonar, Michelet le responde, en la tribuna de oradores de la Asamblea Nacional que esa actitud es la de Vichy, así estaban las cosas. Amenazas y desprecios. Palabras gruesas que explican bien el ambiente. Porque uno de los más notables valores literarios de Vuillard es la creación de situaciones que conducen al lector a sentir que está presente en cada momento que se cuenta.
Rasgos precisos
Si el cine es la mirada del director, el encuadre, el plano; en la literatura la mirada se transforma en la escritura, y el encuadre es la frase, el plano... Vuillard delinea en breves y precisos rasgos la singularidad de cada personaje, el instante único de cada situación, ya sea en el campo de batalla, en la retaguardia, en el Parlamento, en el Consejo de Administración o el Consejo de Ministros que vienen a ser lo mismo, bueno no, ya sabemos que el segundo depende del primero, como todos los demás dependemos. Describir una época hasta sentir el vértigo de lo inevitable. El arranque es una clara metáfora de lo que vendrá. Esa guía de viajes, 1923, para el turista francés a Indochina reúne el fondo y la forma de porqué la salida será, pero en ningún momento honrosa. Genial Vuillard.
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