CRÍTICA DE:
'Encarar la imagen', en Artium: Atravesar la imagen con CHantal Akerman
Vitoria
Segunda parte de la muestra de hace unos años en La Virreina, la revisión de la belga en Artium fija bien sus premisas creativas
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Hasta finales de octubre, podemos recorrer la exposición 'Encarar la imagen», dedicada a la creadora belga Chantal Akerman (Bruselas, 1950-París, 2015), convirtiéndose en una suerte de retrospectiva en el museo Artium. Comisariada por Claire Atherton, asidua colaboradora de la cineasta, la ... muestra no se desarrolla como una aproximación cronológica a su producción, sino que se torna como una experiencia donde el tiempo, el espacio y la imagen dialogan desde la fisicidad instalativa.
Atherton no se limita a ordenar las piezas de una manera lineal para revisar de manera usual, sino que diseña un recorrido que se va habitando por el espectador en una especie de diálogo interno en su tránsito e interacción con las piezas.
Por así decirlo, no es este un transitar sin más entre obras, sino que el espectador se mueve a través de secuencias fragmentadas con un planteamiento bastante cinematográfico que alude al propio lenguaje de Akerman, rehuyendo de la lógica cartesiana y basándose más en la repetición, el silencio y la espera. La exposición, así, se estructura como una especie de partitura o coreografía, donde los ritmos se adaptan al propio espacio del museo, dejando confusos los límites entre instalación, vídeo y escultura.
El riesgo del montaje
Ese es, en parte, el gran riesgo y valor del montaje de Atherton, que ha conseguido establecer una narrativa en un espacio bastante complejo para estas piezas. Los pasillos que se crean acogen obras que intensifican la sensación de tránsito, pasando a ser parte fundamental en el recorrido, como sucede con 'De l'autre côté' (2002), una de las obras más contundentes de la muestra, la cual aborda la migración en la frontera entre México y Estados Unidos, y que, casi como un símil de ese paso entre lugares, obliga al visitante a desplazarse junto a la proyección, compartiendo simbólicamente el movimiento del migrante. El sonido envolvente, las interrupciones lingüísticas y la elección de una pantalla de tamaño medio contribuyen a una experiencia inmersiva donde la imagen es casi atravesada por el espectador.
Otra de las piezas más significativas o profundas de la exposición es la instalación 'Selfportrait/Autobiography: A Work in Progress', donde se combinan fragmentos de obras emblemáticas como 'Jeanne Dielman' o 'Toute une nuit' con material como textos y fotografías de carácter autobiográfico. En ella se concita un montaje en el que las imágenes, las palabras y los sonidos construyen un autorretrato fragmentado de la propia artista, que el espectador, atento, puede interrelacionar y componer.
Es como si viéramos trozos de un espejo roto que hemos de unir en nuestra cabeza consiguiendo transmitir la intensidad de la investigación de la obra de Akerman: la búsqueda, la espera, la repetición como forma de resistencia y de vida. Lejos de una lectura museográfica al uso, la comisaria, en este caso, asume ciertos riesgos que intensifican la potencia estética de las piezas, así como su valor comunicativo.
Esa fragmentación, el tiempo dilatado,la alternancia de escalas o la forma en que es tratado el sonido pasan a ser parte fundamental de la propuesta. 'Encarar la imagen' es una aproximación única en estos momentos para ejercer una lectura sensible y completa a la obra de Chantal Akerman, que obliga al espectador a alcanzar una conclusión atenta sobre la artista y su obra.
Chantal Akerman
'Encarar la imagen'. Museo Artium. Vitoria. C/ Francia, 24. Comisaria: Claire Atherton. Hasta el 19 de octubre. Cuatro estrellas.
Una exposición que, poéticamente, no se mira, sino que se atraviesa, por ese recorrido especialmente creado a modo de invitación a sentir el tiempo como materia y a la imagen como un espacio.
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