El distintivo acento de OsGemeos

La veintena de obras expuestas, entre ellas una instalación plástico-sonora y una intervención pictórica, convierte esta cita en una suerte de retrospectiva de los últimos quince años de producción de esta pareja, que goza de una consideración referencial en la porosa categoría del arte urbano. La primera de las paredes, con un montaje monumental de decenas de reproducciones de dibujos realizados entre ambos desde 1982 –cuando eran unos niños– hasta la actualidad, revela valiosas cuestiones, tanto de orden individual como de orden general.

De un lado, podemos atisbar cómo desde pequeños han sido proclives a incorporar el conflicto y las problemáticas sociales en su universo, por pueriles y libres que fueran esos dibujos, así como a ocupar el espacio público recorriendo a distintos registros, desde la canónica y primera condición de 'escritores' ('grafiteros') a otras intervenciones que han de ser caracterizadas como arte urbano; este itinerario sirve también para ver la evolución lingüística –y hasta el estilo– que hoy los caracteriza.

De otro, y enlazando con lo anterior, podemos observar cómo las 'derivaciones' del 'graffiti' –algunos dirán que la «adulteración» y «neutralización» de su carga transgresora– llegan al mercado y a las instituciones expositivas. OsGemeos son un ejemplo de ello, de artistas que alternan los espacios institucional y comercial con la calle, de donde proceden. De hecho, el paulista barrio de Cambuci, donde nacieron y crecieron, sigue siendo ámbito de intervención y transformación, aunque ya, en su condición de referentes, estrellas o incluso 'marcas' (colaboran con empresas, interviniendo hasta aviones), operan y son requeridos en distintos lugares del mundo.

El imaginario de OsGemeos está marcado por el magicismo, fantasía y carácter onírico que, en ocasiones, pueden enunciar cierto Surrealismo, con citas incluidas a figuras como Salvador Dalí. Su universo, con una figuración absolutamente reconocible, sencilla hasta bordear el ingenuismo y con personajes 'teñidos' de amarillo, es candoroso, profundamente cromático y volcado a lo decorativo, empleando para sus pinturas marcos que pueden transformarse en objetos escultóricos –algunos devienen retablos–, en los que introducen elementos en diálogo con lo pintado.

Encontramos un simbolismo en torno a lo humano y lo natural que es aprovechado para incorporar ciertas dosis de compromiso social, de modo que atienden a distintas problemáticas, desde la pobreza a cuestiones medioambientales, algunas verdaderamente cruciales y manifiestas en su ámbito de origen.

Tal vez, una de las virtudes de OsGemeos estribe en conseguir sintetizar las estrategias de intervención en el espacio público, propias del arte urbano y de índole planetaria, con la formulación de un mundo simbólico que resulta una 'personal traducción' o reformulación del magicismo y la 'vis' surreal en torno a lo cotidiano y la naturaleza que asimilamos, casi como un rasgo identitario, como parte de la creación plástica y literaria latinoamericana.