LIBROS

El deseo invisible de Adolfo García Ortega

narrativa

'El gran viaje' es un baúl de cuentos maravillosos. Historias que se enredan unas con otras creando una maraña de temas recurrentes

Adolfo García Ortega (Valladolid, 1958) óscar del pozo

17/01/2023 a las 11:56h.

De pronto, la claridad: lo más importante de la literatura es contar historias que nos maravillen y conmuevan. No importa si esas historias están basadas en algo real o son puras invenciones, si son realistas o fantásticas. Esta claridad me ha sobrevenido leyendo la última ... novela de Adolfo García Ortega, ‘El gran viaje’. Él mismo habla de una herencia literaria que viene de ‘Las mil y una noches’, ‘Manuscrito hallado en Zaragoza’ o ‘De noche, bajo el puente de piedra’, libros hechos de relatos que se desgajan en otros relatos. ‘El gran viaje’ es el baúl de cuentos maravillosos de Adolfo García Ortega. Casi en cada página nace una nueva historia, que se enreda con las historias anteriores creando una maravillosa maraña de temas recurrentes: el autómata, la invisibilidad (que se mezcla con el tema de la homosexualidad), la isla, el estrecho de Magallanes, la lejanía, el viaje, la ambigüedad del amor, el deseo de ir más allá, la necesidad de desaparecer. Y ¿qué lugar más lejano hay en la tierra que el estrecho de Magallanes? Allí se encuentra la ‘Isla Desolación’, a la que Patrick O’Brien ha dedicado una de sus novelas marinas.

Cerca, en el corazón del archipiélago chileno de Tierra del Fuego, está Punta Arenas, uno de los centros secretos de este libro sorprendente, una ciudad grande y de aspecto agradable en las fotos (¿quién iba a imaginárselo, tan al sur, tan lejos de todo?) adonde viajaron los abuelos de Oliver Griffin en su viaje de novios y donde conocieron a Graciela Pavic, directora del Museo Salesiano, que perdió a su marido y a su hijo en el mar y que pasó años buscando sus restos en todos los fiordos y bahías de este paisaje inhóspito y salvaje, y así fue cómo descubrió un viejísimo autómata muy oxidado, parte de un ejército de autómatas que Felipe II ordenó construir con la idea de que vigilaran la salida del estrecho, y que acabará en el Museo de la ciudad. Y allí, a Punta Arenas, es donde se dirige también Oliver Griffin, español a pesar de su nombre, en un barco mercante que parte de Funchal y atraviesa el Atlántico.

Autor Adolfo García Ortega
Editorial Galaxia Gutenberg
Año 2022
Páginas 337
Precio 22,50

El abuelo de Griffin era mago de profesión con el nombre artístico de «el gran Samini» y estaba especializado en desapariciones. Griffin tiene la misma obsesión, sobre todo porque su apellido es el mismo que el del protagonista de la novela ‘El hombre invisible de H. G. Wells’.

La trama salta a través de los siglos, y habla de los amores de Magallanes

La historia salta cómodamente a través de los siglos, y habla de los amores de Magallanes con un italiano llamado Pigafetta y un joven llamado Cristóbal Rabelo, ese tema de la homosexualidad en los barcos del que raramente se habla; del increíble Sarmiento de Gamboa, cosmógrafo, explorador, conquistador, matemático; de los amores de Griffin con una muchacha china que es también un muchacho y de cien asombros más.

Y es que, «nada en la vida se parece, y sin embargo todo se relaciona», una frase maravillosa que resume la poética y la estructura de este libro y quizá, también, la de su inconcebible autor, a quien yo ya admiraba como novelista y por el que ahora siento algo todavía más grande: el espanto que producen las cosas inexplicables.