Damián Ortega: El mundo ha saltado en mil pedazos

Como si hubiera impactado contra ellos una bala, un disparo certero. Un florero, una copa de vino, un ordenador, un teléfono... Hechos trizas de forma violenta, pero extrañamente hermosos. Las imágenes valen más que mil palabras. Salta a la vista que evocan un tiempo convulso, una suerte de fin del mundo que ya no puede posponerse más y que estamos presenciando minuto a minuto.

El artista mexicano Damián Ortega (Ciudad de México, 1967) expone en el Centro Botín de Santander la muestra 'Visión expandida', en la que presenta por primera vez juntas nueve de sus instalaciones, de los trabajos que lleva realizando desde el arranque mismo del siglo XXI y hasta nuestros días. En una descripción rápida, diríamos que las obras de Ortega presentan objetos o conjuntos de objetos que bailan en el aire en plena descomposición. Desde un coche (el famoso Volkswagen Beetle), a herramientas de trabajo o bolas de cristal que simulan gotas de agua... Resulta fácil encajar en este punto las palabras del comisario de la exposición, Vicente Todolí: «Cada pieza expuesta contiene en ella, latente, la creación y la destrucción del mundo que nos rodea».

La historia 'cataclísmica' de estas décadas dan para mucho juego y para mucha poética de la destrucción sea del signo que sea (política, económica, ecológica...). Me consta que Damián Ortega nada tiene que ver con 'The Good Fight' y la citada cortinilla de presentación, pero unas imágenes me llevan a las otras porque está claro que si lo que se quiere contar actualmente se hace de forma espectacular, mejor que mejor. Efecto inmediato. La denuncia (si la hubiera) entra en vena con mayor facilidad si se 'disfraza' de efectos especiales, de una cierta amabilidad escenográfica.

Ortega maneja la espectacularidad de sus acciones al dedillo, y los espacios del Centro Botín resultan perfectos para cualquier montaje que te deja con la boca abierta en cuestión de segundos. La presente no es la primera muestra que lo consigue (en estos ámbitos resulta una tendencia muy remarcada), pues las obras sobrevuelan el vacío, las salas, y se dan de bruces con el espectador y con el telón de fondo de este centro, que no es otro que el privilegiado paisaje de la Bahía de Santander.

Instalación

Damián Ortega

'Visión expandida'. Centro Botín. Santander. Muelle de Albareda. Paseo de Pereda, s/n. Comisario: Vicente Todolí. Hasta el 26 de febrero

La piezas de Damián Ortega desafían la gravedad misma y la gravedad de las circunstancias, «el caos, los accidentes, la inestabilidad... Explora la tensión que habita cada objeto... Lo posible y lo cotidiano...». Y el público 'baila' entre ellas como si no fuera con ellos el ejercicio crítico que esconden. Pero lo hay, y mucho. Posiblemente, si el mundo que nos rodea fuera otro («más humano, menos raro», como se decía en el estribillo de la canción de La Cabra Mecánica), las lecturas de las obras de Damián Ortega flotarían en el aire sin mayores ambiciones...