ARCO 2023
Cristóbal Tabares: «Cuando eres tan farandulero como yo te cierras puertas, pero te abres otras»
Es su primera participación en ARCO –será uno de los cinco creadores en el estand de ABC Cultural–, y confiesa su miedo a pasar inadvertido, a ser uno más
Clara Mollá Pagán
Madrid
Los antihéroes son para Cristóbal Tabares (Arafo, Santa Cruz de Tenerife, 1984) su gran inspiración. Profundamente marcado por su generación, la España folclórica es un ingrediente fundamental en sus obras. Rusia también. Siempre tiene cosas rugiendo en la cabeza. A veces son bodegones y ... otras es el plástico. Pero siempre la cultura pop. La Pantoja, Putin y Paquita Salas despiertan algo en él y por eso los pinta. «Los tres empiezan por 'p' de perdedores. Paquita es un fenómeno que a todos nos interpela porque habla a la cara. Es una perdedora. Isabel Pantoja lo es también aunque tenga de todo, y Putin igual. Me gustan los antihéroes». De Putin no solo reconoce que es un icono pop, sino también un icono gay. «Los que formamos parte del colectivo LGTBI tendemos a coger a ciertos 'villanos' o personas que nos han proferido ataques e insultos, y les damos la vuelta».
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Manifiestos identitarios generacionales
Miguel Cereceda
Es la primera vez que participa en ARCO y estará en el stand de ABC / ABC Cultural. Para él, esta feria es la «madre superiora» del mercado en España. «Tengo miedo a pasar inadvertido y ser uno más allí. No es que quiera ser la estrella de la feria, porque sé que no lo voy a ser, pero me da respeto ser un proyecto más que a todos dé igual». Ahora, en paralelo, mientras prepara su participación, anda centrado en varios encargos particulares y un proyecto editorial. «Intento abarcar todo lo que puedo porque me da mucha angustia estar inactivo. Aun así, vale la pena el sobresfuerzo».
Subirse al carro
Rusia es un tema reiterativo en su obra. Dos días antes de estrenar su exposición en una institución canaria estalló la guerra en Ucrania. En cuestión de horas, tuvo que cambiar el título de 'Rusia es un país maravilloso', expresión de Miss Melilla 2001 tras ser preguntada por un embajador sobre su país, por 'Rojo sobre rojo'. Los motivos parecen obvios: «Si atrasaba la exposición dos meses iba a parecer que me había sumado al carro de la guerra y yo quería decir que Putin ya era un criminal en 2017 por vulnerar los derechos del colectivo LGTBi».
Para Tabares era momento de poner el foco en el conflicto ruso, pero prefirieron mantener la cautela. Putin fue la piedra de toque: «Había muchas personas que se quejaron porque había muchos retratos suyos en la propuesta, pero fue una buena inspiración para mí». Un documental sobre la violencia de Rusia sobre el colectivo LGTBI fue clave para su proyecto, aunque la investigación no fue nada sencilla. «El gobierno ruso ocultaba mucha información e imágenes de agresiones violentas a activistas. Aún así, fui tirando del hilo y quise hacer todo un imaginario de la cultura rusa».
A Tabares no le interesa pintar a políticos, a excepción de Trump, Putin y otros rostros más viralizados. A pesar de ello, no tiene miedo a involucrarse en asuntos de ese tipo, pero no es lo suyo. La España viral ya es otra cosa. Cecilia Giménez y su 'Ecce Homo' de Borja, Sara Montiel, la Veneno… Todas tienen un hueco. «Son la chispa de la vida. Si a España le quitas fenómenos como ellos, sería aburridísima». Su objetivo no es reírse de ellos, sino rendirles tributo e inmortalizarlos al llevarlos al óleo de forma anacrónica. «Con todos ellos me siento reflejado, aunque sean personajes que a lo mejor mi madre no comprenda».
Aun así, reconoce que el arte contemporáneo sí que es para todos, pero uno ha de saber enfrentarse a él. «Puedes ir a una exposición y creer que el artista se está riendo de ti, y realmente puede ser ese el objetivo. Yo como espectador me he encontrado en esa tesitura». Reírse de artistas que son aparentemente incomprensibles, pero no de futbolistas que no han metido un gol en su vida, no es coherente. Al menos para Tabares.
Cuando se pone serio, no se reconoce en sus obras: «Hay tantos que hacen política que para cuatro que hacemos arte sin complejos…», sentencia.
Por esta razón su público es más reducido y concreto. Esto también le ha cerrado las puertas de galerías que, aunque han reconocido su talento, no han ofertado sus obras. «Cuando te posicionas tanto con este tipo de referentes y eres tan farandulero como yo, te cierras puertas, pero te abres otras». Cristóbal Tabares es así, no podría hacer otra cosa. «No puedo pintar a inmigrantes en pateras aunque sea un tema que me interesa muchísimo. Tiendo al mundo pop y de plástico». Cuando se pone serio, no se reconoce en sus obras: «Hay tantos que hacen lo otro que para cuatro que lo hacemos sin complejos…».
Los artistas como él están acostumbrados a desprenderse de sus obras. En la facultad le enseñaron a no enamorarse de la pintura: «No tengas tu obra como si fuera un altar si quieres vivir de esto». Sin embargo, reconoce que algún retrato como el que realizó de su abuela en el patio de su casa se lo hubiera quedado. Pero lo vendió. Ahora lo tiene un coleccionista francés, «lo cual es maravilloso». Tabares está acostumbrado a este desapego: «No me cuesta mucho porque como me las pagan y el dinero me encanta, no me es doloroso».
Cerámica y plástico
Hay algunos elementos que son fundamentales en sus obras, como la cerámica. «Delicada y con grandes connotaciones históricas». Así describe este material que rescata de un tiempo antiguo para traerlo a la sociedad actual. También hace lo mismo con los bodegones de plástico: «Me encanta el plástico. En mi casa tengo muchos productos que no sé utilizar, pero los tengo porque me parecen estéticos».
Amante de la limpieza en las playas en las que asegura que más de una vez ha quitado los plásticos y residuos que hay en ella, reconoce que es un problema muy actual. «Es una cuestión muy real porque tampoco nos podemos quitar de encima el plástico». Por eso refleja en sus obras esta cuestión. Sin embargo, lo hace de una manera estética: «No te voy a poner una foca enredada con redes, sino que te voy a mostrar un bodegón de plástico de productos del supermercado que ves todos los días cuando vas a comprar. Es una especie de espejo». Todas estas cuestiones confluirán –guarda la sorpresa– en el estand de ABC cultural en Ifema.
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