libros
Clara Pastor, nos estamos haciendo mayores
NARRATIVA
La escritora y editora compone un libro de relatos que suena como un cuarteto por su tono remansado, de adagio
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Iniciar sesiónA los libros de relatos (éste contiene una ‘nouvelle’ y tres cuentos) les sienta bien que las variaciones que hay entre ellos, por notables que sean, permitan que su lectura no te saque de una atmósfera o un latido que todos ellos contienen, lo ... que permite que al pasar de un relato a otro percibas el hilo que los reúne. Atmósfera, hilo o mejor sería decir tono, porque Clara Pastor ha elegido en este libro fundamentalmente un tono que es el que lo convierte en variaciones distintas sobre un motivo, al modo de las musicales del Romanticismo.
Si tuviera que elegir para que los lectores percibieran el sentido de mi metonimia crítica estos cuentos funcionarían como cuartetos de Schubert en un tono remansado, triste, de adagio. El tema o motivo es el que he querido reproducir en el título de la reseña: la edad percibida como Kairós, ese tiempo de la oportunidad que se escapa y que solo existe cuando es percibido o encarnado en alguien, en este caso los diferentes protagonistas de las cuatro historias.
RELATOS
'Voces al amanecer y otros relatos'
- Autora Clara Pastor
- Editorial Acantilado
- Páginas 133
- Precio 14 euros
Dos de ellas tienen a mujeres como protagonistas, en distinta edad, y las otras dos a hombres también en edad diferente, solo que en el último relato los varones protagonistas son dos, de nombre Alejo y Gabriel. Si he afirmado que el primer relato, que da título al libro ‘Voces del amanecer’ es una ‘nouvelle’ o novela corta no es porque sus cuarenta y cinco páginas no le permitieran ser un cuento largo, sino porque los conflictos anudados en el tiempo se conciben como diferentes estadios de una metamorfosis, la que ha sufrido al mismo tiempo un espacio, una cala de una isla Mediterránea, que bien pudiera ser Ibiza o Menorca, y una familia, formada por Elba y sus padres, y de cómo pervive la familia como red anclada con la misma fuerza de un espacio que pugna por salvarse de una evolución depauperada.
Protectora
De esa pugna es Elba la víctima, sobre todo del control que su madre ejerce en forma aparentemente protectora respecto a las relaciones que le conviene o no tener, a la altura de la edad de Elba, que ha ido viendo pasar oportunidades perdidas. El conflicto, por eso es buena, lo desarrolla la novela de modo más sutil que el resumen que he esbozado, y tiene su riqueza en esa sutileza hecha de conversaciones escuchadas a través de la puerta de los padres.
El máximo de la sutileza contiene el siguiente cuento, titulado ‘La bicicleta’, cuyo protagonista, un jubilado catedrático de Arte de la ciudad de Bolonia, el profesor Brilli, entra en breve relación casual con Anna. Esta vez el motivo de fondo, la explicación de una lámina de un cuadro renacentista con el tema de María Magdalena y Jesús, donde anida el tema de la belleza, un imposible cautivo en su profunda y triste despedida. En el último es la Naturaleza que el cambio climático va depauperando la que acompaña como fondo a la relación de dos viejos amigos. Comunican una unión que sus parejas no alcanzan a percibir. Los espacios del ayer y las relaciones metamorfoseadas de los personajes en sus redes amorosas o familiares como ‘leitmotiv’ de la edad, verdadero tema en un ‘tempo’ lento muy bello.
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