Crítica DE:
'Los hechos casuales', de Juan Carlos Botero: amada Colombia
Narrativa
Es una novela popular con ingredientes cultos, muy bien narrada, en la mejor tradición del idealismo romántico de novelas por entregas, que pide a gritos convertirse en serie televisiva
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Iniciar sesiónJuan Carlos Botero tiene a su favor algo que comparte con Héctor Abad Faciolince y Juan Gabriel Vásquez, por citar tan sólo los dos últimos narradores colombianos que he leído: son depositarios del que quizá sea el mejor español del mundo.
Botero lo desarrolla, ... más que en la frase, en la capacidad de contar con una naturalidad que parece salirle sin esfuerzo como si en ese lugar del Caribe, quizá por la oralidad de las tradiciones familiares, fuera natural saber contar fabulaciones. Es por ello que aplicada a la creación de una historia llena de intrigas esta novela está diseñada para gustar a un gran público, que sin duda disfrutará con ella.
NOVELA
'Los hechos casuales'
- Autor Juan Carlos Botero
- Editorial Alfaguara
- Año 2023
- Páginas 550
- Precio 20,90 euros
Tiene el diseño de un 'best seller' inteligente, y cumple la función de entretenimiento que el lector no abandona pese a sus más de quinientas páginas. Añado que es una novela de tesis construida al calor del canto a las gentes de Colombia, como queriendo (en la parte final de la novela de modo explícito y declarado) hacer homenaje a un pueblo y a una democracia que sobrevive a tantas calamidades como le han deparado los extremos paralelos de la guerrilla izquierdista y la derecha paramilitar, ambas penetradas de connivencia con el narcotráfico. Aunque la novela llega a citar el caso conocido de Pablo Escobar, responsable de matanzas que alcanzaron a miles de compatriotas, la violencia rezuma en otros sucesores. Como le ocurre a toda novela de tesis, no le beneficia ser formulada en la parte final de modo tan pedagógico y aleccionador.
Homenaje a un pueblo y a una democracia que sobrevive a tantas calamidades
Para que la tesis funcione ha creado Juan Carlos Botero un héroe ejemplar en la figura del empresario Sebastián Sarmiento, lleno de tantas virtudes, tan sin mácula —es muy leído, sobre todo de la gran literatura alemana, amante de la música clásica, ha hecho una fortuna cuya inmensidad la novela nos va describiendo a cada paso en escenarios suntuosos y encima es un filántropo que poseyendo la mayor fortuna de Colombia y dominando los medios de comunicación (sin parecer inverosímil que tal cosa ocurra sin mancha)— que dedica sus afanes a sembrar anónimamente subvenciones para el pueblo. Desde el Romanticismo nunca había yo asistido a un héroe tan ejemplarmente dadivoso. Esto es, en los antípodas de la avaricia y corrupción de todo el contexto.
Pese a construcción tan idealista, el lector va entrando en ella porque quiere ejemplos de conducta semejante, pero sobre todo porque la novela es un mecanismo narrativo de singular eficacia constructiva. Vamos asistiendo en varios planos a la que termina siendo la biografía novelada de tal héroe desde el momento presente hacia atrás, su infancia, sus desgracias de huérfano (su padre sufrió un atentado terrorista que él presenció) y viudo (su amada muere en sus brazos de modo fatídicamente casual). Tales singladuras o la estancia en centros educativos plagados de matones, le han endurecido, pero no maleado. Los planos combinan con habilidad la narración en presente con retrospectivas, voces en primera y tercera persona, pues su único amigo del colegio, Roberto Mendoza, que llega a ser profesor universitario, es responsable del novelón que estamos leyendo del que se reproducen cartas a él dirigidas.
Semblanzas
Hay detalles de interés pues Botero traza semblanzas literarias de la literatura alemana muy bien pergeñadas (en especial la aguda observación de que la tonalidad narrativa de Franz Kafka pudo sembrar la de García Márquez), con la narración de lo asombroso sin asombrarse, observación crítica que atribuye a la 'Historia de la literatura universal' de Martín de Rimmer (con error, ignoro si pretendido) en la atribución, y no sólo porque en todo caso lo sería de José María Valverde.
Pero tanto las observaciones literarias como la reconstrucción de grandes momentos que han cambiado el curso de la Historia por la introducción de una azarosa casualidad, cuentan entre lo mejor de la novela. Se añade la eficaz suma con la que se narra el modo en que Sebastián Sarmiento logra sobrevivir a su secuestro. Novela popular con ingredientes cultos, muy bien narrada, en la mejor tradición del idealismo romántico de novelas por entregas, que pide a gritos convertirse en serie televisiva.
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