Crítica de
Las becas de la Fundación Botín cumplen treinta años y sin signos de fatiga
Aniversario
Las becas de Arte de la Fundación Botín han celebrado este año su treinta aniversario. Un seguimiento de las últimas décadas de la creación española e internacional
Otros textos de la autora
Proyecto de Patricia Gómez y María Jesús González, 'Al pasar cerrar', de la última edición de 'Itinerarios'
La última, y brillante, edición de los 'Itinerarios' de la Fundación (Centro) Botín actualmente está expuesta en una de las salas principales de edificio de Renzo Piano, pero no hemos venido a hablar sólo de ella. Detrás de sus nombres, y de sus obras, ... viajamos también por la historia de treinta años de apoyo al arte y por una lista de creadores que si los nominara uno detrás de otro ocuparían todo este texto. Por otro lado, no tendría que escribir más porque con solo citarlos lo diría todo. Va un variopinto puñado de nombres para abrir boca: Juan Ugalde, Carlos Bunga, Pedro G. Romero, Bleda y Rosa, Asier Mendizábal, Lara Almarcegui, Maider López...
Sin duda, he aquí un repaso por lo que ha dado de sí la creación en cuanto a técnicas, lenguajes, discursos... De las últimas tres décadas. Más de doscientos nombres por cuyos trabajos muchos de ellos son reconocidos en todo el mundo y cuyas obras forman parte de relevantes colecciones internacionales. ¿Qué más se puede pedir cuando se pone en marcha un proyecto de estas características, y en una pequeña ciudad del norte de España muy arraigada a la 'tierruca'? Objetivo más que cumplido, pero es que en el Centro Botín siempre se prefiere andar sobre el alambre. Gusto por el riesgo.
Por seguir argumentando con ejemplos muy próximos, Sandra Gamarra, la artista elegida para representar a España en la próxima Bienal de Venecia, fue becaria en el año 2011. La última ganadora del Premio 'El Ojo Crítico', Eva Fábregas, también ha pasado por aquí e, incluso, ha hecho pinitos como comisaria dentro del proyecto 'Enredos' que ha visto la luz este año y que busca, precisamente, como su propio nombre indica, 'enredar' a distintos creadores que pasaron por estas aulas en una misma exposición. Dar una vuelta de tuerca a la idea original, como bien lo resume en una palabra su urdidora, Bárbara Rodríguez Muñoz, Directora de Exposiciones y de la Colección del Centro: «Reinventarse».
Pero vayamos a los orígenes. El proyecto arranca en el año 1993 con la primera convocatoria a la que se presentan treinta y siete solicitudes y se dan tres «becas de formación para artistas cántabros» (Pedro Carrera, Antonio Mesones y David Santiago). Aquel primer jurado lo integraron Alfonso Albacete, Juan Manuel Bonet y Francisco Jarauta. Y Begoña Guerrica-Echevarría, actual Directora del departamento de Artes Plásticas, recuerda así aquellos inicios: «Nosotros nos considerábamos una fundación local, regional, y los tres primeros años de las becas fueron para artistas de Cantabria. Eso sí, desde el arranque, los jurados han sido externos y siempre han ido cambiando. Al tercer año hubo una discusión brutal. Estaba Juan Genovés en aquel jurado (los otros eran Estrella de Diego, Simón Marchán y Mitsuo Miura). Lo recuerdo perfectamente porque los miembros del jurado decían que para dar cinco becas a cántabros todos los años que no había calidad...». De la autocrítica se da un paso al frente. Más riesgo.
Hacer seguimiento
Tras esta 'crisis' de identidad, en la convocatoria del año 1996, la cuarta, el número de solicitudes pasa a 308, un salto cuantitativo y cualitativo, y desde entonces nunca se ha bajado de este listón, siendo la edición de 2009 la que casi roza el millar (963) de artistas presentados. Solo ha habido un año (2010/2021) que pasó en blanco por el covid. Los tiempos cambian. Si al principio, la Fundación se quedaba con los trabajos de los creadores seleccionados, luego se decidió que no. Mejor hacer seguimiento y, si llegaba el caso, comprar cuando se considerara oportuno. Nunca se ha querido especular con los artistas ni con sus obras. Se apoya una idea y punto. Si hay una palabra que se repite una y otra vez por ambas partes es «generosidad». Begoña Guerrica-Echevarría sigue haciendo balance: «Siempre dicen que les hemos dado libertad y al darles esa libertad lo que hemos valorado es mucho, mucho su trabajo».
Bárbara Rodríguez Muñoz, que lleva el peso de los últimos años, lo resume muy bien: «Son seis proyectos independientes los que elegimos y lo dejamos muy claro. Lo único que tienen en común es que tuvieron dos años para investigar». Se refiere en concreto a los artistas que ahora se exponen en una de las salas del Centro: Henrique Pavao, Fernando García-Dory, el dúo formado por Patricia Gómez y María Jesús González, Jorge Ribalta, Lucía C. Pino y Luz Broto. Un lujo de beca y un lujo de becarios. Y el año que viene promete más, y mejor.