Art Madrid: con paso firme, sin mirar a los ojos

Pero lo cierto es que lo pretenden sin apostar realmente por una especialización que siempre les parecerá a los organizadores en exceso arriesgada para un negocio que, manteniéndose con un perfil generalista y poco exigente, parece tirar lo suficiente como para aguantar una edición más. Drawing Room fue la única que apostó con claridad por ello, o en su día la añorada y efímera Casa Leibniz: ya no están; está por verse si Urvanity lo define con nitidez y se consolida.

Art Madrid ha mantenido con respecto a esa constelación de ferias satélites un perfil notablemente más conservador que sus compañeras, ofreciendo por lo general su oferta de galerías, artistas y obras menor complejidad, riesgo e implicación con los debates estéticos del presente.

Es algo difícil de definir, pero que se desprende tanto de los modelos de montaje, las preferencias disciplinares, las relaciones con el segundo mercado, los porcentajes de artistas internacionales, el peso de determinadas generaciones, las temáticas o las líneas estéticas predominantes. O dicho de otra manera radicalmente distinta: es algo que se desprende también de su público, sus compradores y coleccionistas.

Por lo que se ve no es que su apuesta les haya ido tan mal, pues ya van por la 19ª edición, aunque probablemente sean pocos los galeristas o artistas de su programa que de tener opciones para pasarse a Just Mad o Estampa (en otras fechas) no abandonaran este año la Galería de Cristal del Palacio Cibeles donde se va a celebrar.

En esta edición de 2024 poco hay que comentar del Programa General, que en otros casos sería el plato fuerte de toda feria que se precie: 36 galerías, entre nacionales (25) e internacionales (11), a las que, sin quitar mérito alguno, tampoco se les puede reconocer estar en la pomada del sector. La organización insiste en que Art Madrid ha superado esa fase inicial 'satelital' con respecto a su hermana mayor, y que «se afianza como cita de referencia en las agendas del público general y especializado». Me temo que es algo que no podemos compartir.

Por el contrario, se ha hecho especial hincapié en organizar un Programa Paralelo al evento puramente comercial, poniendo el acento en el apoyo al arte emergente, y en que el público interesado entre en relación con artistas y galeristas por otras vías que no sean necesariamente mercantiles.

La artista almeriense Marina Tellme es la encargada de inaugurar el programa Open Booth, con la instalación 'Reunión de gente importantísima', donde propone una parodia del mundillo del arte con todos sus tics, personajes, códigos y postureo narcisista, en clave de humor. Una sala VIP, habitual en este tipo de eventos, a la que el visitante puede acceder rompiendo la barrera de exclusión que la define.

El ciclo Intersecciones facilita la inserción de la 'performance' en el contexto de la feria, con cuatro artistas encargadas de llevarlo a cabo: Mónica Egido, con su reflexión sobre la ansiedad como factor clave de la salud física y mental (el 6 de marzo a las 19h.); Sara Gema Domínguez, quien como Tellme satiriza los procesos de profesionalización artística (el 7 de marzo a las 19 h); Teresa Búa, tratando la experiencia creativa de la maternidad como contrapunto con las demandas del capitalismo patriarcal (el 8 de marzo a las 19h); y Estel Boada, quien abunda en la visión metalingüística del entorno ferial, que, como ven, se impone en el Programa Paralelo, ironizando sobre la responsabilidad y posición de un estand en una feria de arte (el 9 de marzo a las 19h).

Collectors es un programa que ofrece servicio de asesoramiento para la adquisición de obras de arte a todo tipo de compradores, indistintamente de su presupuesto o grado de especialización, también para el mundo empresarial que desee arrancar una colección corporativa. Ana Suárez Gisbert es la responsable de ello.

De la mano del periodista Carlos Amor se presenta Arte y palabra, sección de entrevistas a artistas participantes en la feria: Carla Effa, Richard García, Manu Iranzo, Evans Mbugua, Alejandro Monge, Francesca Poza, Juan Miguel Quiñones, Daniel Schweitzer, Suncityboy y Nacho Zubelzu son los participantes.

En paralelo, desde Lecturas proponen «recorridos comisariados», una suerte de mediación cultural donde expertos (en esta ocasión Eugenia Tenenbaum y Óscar Manrique) acercan al público que visita la feria de manera organizada las propuestas expositivas de las galerías participantes.

La Quedada es un circuito de estudios de artistas vinculados a Art Madrid en esta edición y que se desarrolló en febrero, como antesala a su inauguración; quienes se apuntaron pudieron calentar motores visitando los de Carlos Tárdez, Elena Gual, Lara Padilla, Richard García y, de nuevo, Marina Tellme.