ARTE
Antonio Saura, la tragedia de un hombre 'crucificado'
Aniversario de uno de los grandes del siglo XX
En el 25 aniversario de la muerte del pintor hablamos con su hija Marina de la vigencia de su obra y de las exposiciones que vienen
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Iniciar sesión«Una gran alegría», así de escueta y contundente se expresa Marina Saura sobre las exposiciones que están a punto de inaugurarse para recordar a su padre, el gran Antonio Saura (Huesca, 22 de septiembre de 1930–Cuenca, 22 de julio de 1998), en ... el 25 aniversario de su muerte. Dos citas ineludibles y bien distintas, aunque complementarias. «Una de ellas –prosigue– en una galería que ha manifestado su interés por él adquiriendo obra suya mucho antes de entrar en contacto con nosotros y ahora abre una nueva sede en la capital de España (Opera Gallery). Lo entendemos como un compromiso poco común. Coincide, además, con otra gran exposición en la Fundación Bancaja de Valencia, que es otro motivo de alegría«.
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Revolución, cumple tu promesa
Laura Revuelta
Sí, veinticinco años han pasado del fallecimiento de uno de los grandes pintores, intelectuales, de la segunda mitad del siglo XX español y me asalta la duda: no sé si él y su legado habita un en el olvido (institucional y público) pese a la vigencia, a la lectura tan actual de su obra en tiempos oscuros como los contemporáneos, pero Marina, su hija, me replica con un rotundo NO: «Desde su muerte, se le han dedicado más de 100 exposiciones individuales. Saura no ha estado condenado a un 'purgatorio' de años de silencio, como es lo habitual tras la muerte de un artista. Las retrospectivas más importantes de su obra se han realizado en 2012 y 2013 en Berna y Wiesbaden... En parte porque quienes nos ocupamos de divulgar su obra trabajamos muy bien juntos y de forma independiente en la Fondation Archives Antonio Saura. Desde su fallecimiento hemos publicado una veintena de libros dedicados a su obra...«
Fertilidad creativa
–¿Qué tiene que decir su pintura en pleno siglo XXI? ¿Por qué cree que siguen estando vigente?
–La verdadera pintura, la pintura de quien busca, duda, se cuestiona sin cesar su propio lenguaje y no teme afirmarse con voz propia es impermeable a las modas. Saura no pintó para agradar, sino que combinó una rara capacidad para expresar su desasosiego interno en diálogo permanente con la Historia, sin dejar de estar conectado con la sociedad de su tiempo. Buscó algo superior a la belleza que es la intensidad, y eso deja huella.
–¿Cuál es el recuerdo más vivo, más emocionante, que guarda de él?
–Su amor por la vida, el placer que sentía por las cosas simples y sensuales de la vida, esa vida que la enfermedad truncó prematuramente a los 67 años… y también su gentileza, su cortesía, su sentido del humor y su inteligencia.
–¿De las series que se exponen en Opera Gallery, cuál cree que es la que mejor le representa, le inmortaliza, le retrata..?
–Todo es cuestión de gustos, a mí me apasionan sus Perros de Goya, pero también las Multitudes, las Damas, los Retratos imaginarios, las Crucifixiones… Él trabajó por series porque sólo de esa manera podía abarcar la totalidad de lo que deseaba pintar, circunscribiéndose a un marco delimitado en el que se otorgaba una libertad total. «Toda obra es un autorretrato», afirmaba. Así pues, sus 'Autorretratos' serían la obra total.
–¿En tiempos como los actuales en los que un cierto aire de censura ideológica y dictadura de lo políticamente correcto sobrevuela sobre nuestras cabezas, cómo hubiera reaccionado un artista tan personal y tan libre como Antonio Saura?
–No tengo ninguna duda de que seguiría pintando y escribiendo artículos en la prensa, textos polémicos denunciando la hipocresía política, el empobrecimiento de la Cultura, el abandono de la Educación y la dimisión de los museos.
Buscó algo superior a la belleza que es la intensidad, y eso deja huella
–En sus últimos años, su obra es, sobre todo, sobre papel. ¿Por qué se centró tanto en esta línea de trabajo?
–Antonio Saura pintó sobre papel toda su vida, dándole la misma importancia que a su obra sobre lienzo. Guardó para sí series enteras de obra sobre papel y proyectó desarrollar muchas más, tal y como reflejan sus cuadernos de apuntes. A partir de una operación de cadera, se vio obligado a trabajar sentado y durante años no pudo volver al óleo. Pero en el año 1996 realizó en París una extraordinaria exposición de cuadros de gran formato, una proeza incluso para un pintor joven, y esa última exposición, justo antes de caer enfermo, auguraba una nueva época de gran fertilidad pictórica.
Antonio Saura
'Pintar como querer'. Opera Gallery. Madrid. Calle Serrano, 56. Del 14 de septiembre al 16 de octubre. 'Esencial' Comisario: Fernando Castro Flórez. Fundación Bancaja. Valencia. Del 15 de septiembre a finales de octubre
«En la imagen de un crucificado –escribió el propio Antonio Saura– he reflejado mi situación de hombre 'a solas' en un universo amenazador frente al cual cabe la posibilidad de un grito, pero también, y en el reverso del espejo, me interesa simplemente la tragedia de un hombre».
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