Libros
Ana Velasco Molpeceres, mucha tela que cortar
ensayo
Libro escrito con gracia y rigor en torno al origen y sinuosa evolución de las prendas de vestir
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Iniciar sesiónEn la antigua Grecia, los hombres utilizaban ropa interior solo si tenían que librar una batalla, pues en tiempo de paz a nadie se le ocurría usar prendas ceñidas al cuerpo. Los romanos, siempre prácticos, inventaron una pieza de tela unisex en forma de T ... que se ataba a la cadera y resguardaba los genitales, tanto de hombres como de mujeres. Hasta el siglo XVI, las bragas fueron una prenda exterior masculina. Abarcaba desde la cintura hasta medio muslo o la rodilla. Fue en el XIX cuando se generalizó su uso entre mujeres, mientras que los calzoncillos pasaron a proteger, nunca mejor dicho, la masculinidad. El perfeccionador de la tanga fue el bailarín y diseñador austríaco Rudi Gernreich, exiliado del nazismo en EE.UU. Su motivación, tan exhibicionista como piadosa, tuvo que ver con evitar que el cuerpo sufriera marcas y heridas por el roce con la áspera y tradicional ropa interior en espectáculos, bailes y deportes arriesgados.
El sujetador comenzó su andadura en 1859 como una prenda protésica e higiénica, vinculado a corsés y corpiños, sin connotaciones eróticas y «por prescripción facultativa».
ENSAYO
'Ropa vieja. Historia de las prendas que vestimos'
- Autora Ana Velasco Molpeceres
- Editorial Catarata
- Año 2023
- Páginas 237
- Precio 19,50 euros
Los calcetines fueron desarrollados para impedir que los pies de los soldados enfermaran en las trincheras de la Primera Guerra mundial y tuvieran que ser amputados. Son solo algunas de las sorpresas que aguardan al lector de este libro magistral, escrito con gracia y rigor por Ana María Velasco Molpeceres, en torno al origen y sinuosa evolución de las prendas de vestir. En la primera parte del libro, la autora se ocupa de la ropa interior, mientras que la segunda trata de camisas y camisetas, faldas, pantalones, vestidos y monos. La ropa de abrigo es el asunto de la tercera, mientras que los imprescindibles accesorios, cinturones, sombreros, pañuelos y bolsos, son estudiados a continuación.
Respeto a uno mismo
La quinta parte, ‘Ropa de hogar’, incluye zapatillas, camisones y pijamas, pues de lo que se trata es de describir orígenes, usos y prendas que, aclara la autora, ‘se visten en casa’. Pese al largo recorrido espacial y temporal, una historia global de las prendas de vestir, hay una serie de marcos interpretativos compartidos por culturas lejanas y distantes.
Hasta el siglo XX, cuando uno se moría, entre lo más valioso que quedaba para ser vendido y subastado, o repartido entre parientes y herederos, estaba la ropa que se poseía. Tras los libros, también objeto de lujo extravagante y exquisito. Otra cuestión destacada es la importancia de la guerra y los ejércitos como banco de pruebas de prototipos, estilos y materiales. Lejos de identificaciones recientes de un cierto estilo mísero de vestir, o hasta su desdeñosa y vulgar carencia, con expresiones bohemias o libertarias, el volumen muestra que el respeto debido a uno mismo y a los demás, se vincula —se trasparenta— en lo que vestimos.
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