Sandra Paula Fernández: «Prefiero la sinceridad porque transciende a la originalidad»

Qué le interesa. Mi interés principal, es que mi trabajo contribuya a fomentar una masa crítica que alumbre nuevas maneras de reflexionar y de estar en el mundo. Entiendo el arte como altavoz y linterna que ilumine las profundas grietas del sistema por las que nadie transita porque resultan incomodas y desagradables.

Por ejemplo, en Elizabeth Costello, podemos leer: «Esta mañana me han llevado a dar una vuelta en coche por Waltham. Parece un pueblo muy agradable. No vi nada horrible, ningún laboratorio donde se experimente con fármacos, ninguna granja industrial y ningún matadero. Y, sin embargo, Estoy segura que están ahí. Han de estarlo. Simplemente no se anuncian. Están a nuestro alrededor en estos momentos, solo que, en cierto sentido, no sabemos de su existencia».

El ecofeminismo condensaría varias de mis preocupaciones esenciales como son la sostenibilidad ambiental, la igualdad de géneros y la justicia social en la idea de que todos los animales, humanos y no humanos, somos ecodependientes e interdependientes. Para mí, siempre está presente la necesidad de ponerse en el lugar del otro para entender que la humanidad es una sola.

De dónde viene. He expuesto en diversas ferias como Circa Puerto Rico, Estampa, JustMad y Context Art Miami de la mano de la galería Espacio Líquido , de la galería Liebre y de la de Gema Llamazares .

Los dos proyectos más importantes para mí, por lo que implicaron a nivel personal y emocional, fueron, en el año 2016, «Animalista», en La Casa Encendida , dentro de la plataforma Capital Animal, fundada por Rafael Doctor Roncero, y, el año pasado, «Equivocada no es mi nombre. Arte contra la violencia machista», comisariada por Semíramis González para la LABoral en Gijón .

La primera, porque fue una exposición pionera y necesaria por su declarado sesgo antiespecista, que permitía replantearse la forma en que nos acercamos a los animales y abrir caminos nuevos, diferentes a los que nos ha enseñado hasta ahora el sistema, basados en la explotación y en el utilarismo de todos los seres vivos.

La segunda, por ser una exposición valiente, centrada en un tema que hoy desgraciadamente sigue levantando ampollas como es la violencia de género. De ella destaco el carácter integrador de las distintas propuestas, ya que eramos mujeres de distintas generaciones y zonas geográficas.

Supo que se dedicaría al arte… Tengo mi título de Bellas Artes, pero eso es sólo una anécdota. De hecho, no era mi primera opción. Ha sido un camino duro. Nunca he tenido claro que me fuese a dedicar al arte, aunque siempre he estado dando vueltas en torno a él porque siempre he disfrutado mucho con la plástica.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? Trabajé para una empresa de decoración como pintora bajo pseudónimo. Vendían todo tipo de cuadros pintados a mano en diversos estilos, tanto creaciones originales como reproducciones de cuadros famosos. Yo producía obras en serie para la tienda a muy bajo precio a partir de un modelo que se repetía una y otra vez. Sentada en una silla con ruedas, iba pasando de un lienzo a otro. Mismo color, misma pincelada, todo muy mecánico y muy aburrido. Pero los cuadros se vendían, y yo me ganaba un pequeño sueldo. Aguanté tres meses. 

Su yo «virtual». Uso prácticamente todas las redes sociales, pero no soy muy constante. Facebook lo uso para actualizarme. Me gusta mucho para compartir noticias, eventos y exposiciones tanto mías como de mis amigos y darles difusión. Mi trabajo se puede ver sobre todo en mi página web y en Instagram.

Dónde está cuando no hace arte. Todo lo que hago lo relaciono directa o indirectamente con el arte. Leer, visitar exposiciones, ver películas… Mi trabajo hunde sus raíces en la vida y bebe de ella, así que toda actividad puede ser extrapolable al arte.

Le gustará si conoce a... Mis referentes son variados y vienen de distintos ámbitos, que no necesariamente tienen que ver con el arte. Jane Goodall, por ejemplo, por como llevó a cabo su investigación sobre los chimpancés y cambió nuestra visión sobre ellos; J. M. Coetzee, por dar vida a la extravagante Elizabeth Costello; el «Poema sobre mis derechos», de June Jordan , que abría la exposición «Equivocada no es mi nombre» y que me emocionó...

De mi generación, me interesa mucho el trabajo de María Gimeno y su performance «Queridas Viejas. Me apasiona la labor de la artista turca Sükran Moral por su sinceridad y valentía; la fotografía de María Moldes por su mirada divertida y carente de prejuicios; la enigmática pintura de Chechu Álava ...

Qué se trae ahora entre manos. Estoy trabajando en un proyecto que se llama «Ánima Mundi» y que consta de varias piezas, todas ellas con un mismo hilo conductor, que espero terminar este año. Pero todavía es pronto para hablar de ello. Lo que sí que te puedo contar es que este 2020 estoy muy ilusionada por formar parte del proyecto editorial Los Doscientos .

Proyecto favorito hasta el momento. Los dos últimos. De un lado, «#Todxsauna, la revolución se hace a golpe de aguja», un gran tapiz bordado con todos los lemas que recogí en la manifestación del 8M de 2018 y que al año siguiente recorrió las calles de Madrid sobre una andamio con la ayuda generosa de varias amigas y compañeras. Fue una experiencia impactante que lo cambió todo. A partir de ese momento encontré las claves para seguir adelante con fuerza.

Y «#vivasnosqueremos. #cuéntalo», una pieza instalativa que consta de 60 cuadros bordados a mano. Treinta de ellos son testimonios reales de mujeres que compartieron en redes sus historias de abusos y agresiones sexuales bajo el hastag #Cuéntalo creado a raíz de la sentencia injusta de la Manada de 2018. Se intercalan con los textos, otros 30 bordados, cada uno de ellos con una flor y un verso del poema «Nuevas reglas» hecho carne gracias a la voz de Ruth Toledano.

¿Por qué tenemos que confiar en ella? Es esta una primera pregunta que no me la planteo. Para mí, el arte es a la vez una necesidad y una vía de conocimiento que aporta significados a los que la razón por sí sola no puede acceder. Permite ver más allá, expresar lo no dicho y cuestionar nuestro sistema de creencias. Aportar o no algo nuevo, si por nuevo se entiende ser original, es algo que no me preocupa en absoluto. Prefiero la sinceridad porque transciende a la originalidad.

¿Dónde se ve de aquí a un año? Me veo trabajando en el estudio, pero siempre abierta a lo que pueda pasar. El taller es mi centro vital, el lugar en el que me siento más cómoda. La verdad es que nunca habría podido prever las mejores invitaciones que he recibido hasta ahora, así que voy a darle margen.

¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? A Chechu Álava, por ese magnetismo especial que desprenden sus cuadros. Me ocurre que siempre me quedo hechizada bajo la mirada silenciosa de sus mujeres retratadas. Su poético trabajo puede disfrutarse durante estos días en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza .

A Federico Granell , por ser un creador incansable de atmósferas y por cómo rescata y saca a la luz esos pequeños recuerdos que por cotidianos o por comunes se deslizan en silencio en la memoria y corren el peligro de desaparecer.

Y a corRTarcabezas collage, por sus divertidas y punzantes reflexiones sobre las paradojas de la contemporaneidad en forma de poesía visual.

Defínase en un trazo.