Rosa Montero, vivir sobre el lomo del viento

Su cabeza infantil no acertaba a poner nombre a eso que le pasaba, pero pronto intuyó que algunos de sus comportamientos no eran del todo normales . Siendo una adolescente esos síntomas se agudizaron y empezó a tener crisis de ansiedad, ataques de pánico, etc. Y de ahí para arriba. Porque tal como explica en este libro deslumbrante, ella forma parte de ese 15% de la población que no completó su «poda neuronal» cuando correspondía y ese fallo en el cableado cerebral le produce ciertas extravagancias que canaliza en la creación.

El libro, un artefacto fronterizo entre géneros que mezcla el ensayo neurocientífico con el literario, con la escritura biográfica y memorialística y también introduce una parte de ficción, analiza estos rasgos y establece una relación directa entre la creatividad y el desequilibrio mental. En un recorrido delicioso, se pasea por las vidas de escritores -de Sylvia Plath a Janet Frame , de Nabokov a Emily Dickinson o a Bukowski…- y por la suya propia para hacer un inventario de esos rasgos compartidos: la conciencia de la multiplicidad -ser una y ser muchas-, las desconexiones momentáneas, la sensación de impostura, la obsesión por el paso del tiempo y por la muerte, la madurez precoz, la tendencia a la hipersensibilidad emocional y sensorial, la propensión a las adicciones, los pensamientos obsesivos, la flagelación continua…

En suma, una enorme fragilidad que se convierte en una sensación brutal de invulnerabilidad cuando se da «la tormenta perfecta» y consigue transformar su pesada carga en una novela, una pintura o una sinfonía. ‘El peligro de estar cuerda’ se emparenta con otras obras de la autora como ‘La loca de la casa’ o ‘La ridícula idea de no volver a verte’. También con los ensayos de Siri Hustvedt , aunque la forma de narrar de Rosa Montero ofrece una fluidez que consigue que se lea como una de esas novelas que no se pueden soltar.