ARTE
Pistoletto, amar las diferencias desde las diferencias
Compacta antológica de Michelangelo Pistoletto en el CACMálaga que, sin embargo, fija bien sus intereses creativos
La 'Venus de los harapos', de Michelangelo Pistoletto
La treintena de obras que componen esta exposición no sólo sirve para recorrer sesenta años de producción de Michelangelo Pistoletto (Italia, 1933), con piezas desde 1960 hasta 2021, sino que nos proyecta a un artista en continua búsqueda y con una producción diversa, ... cuajada de múltiples diferencias, lo que viene a quebrar, en parte, la imagen más tópica del italiano. Y esto, que no es poco, se consigue a pesar del ajustado número de obras y de que el conjunto toma el espejo y las superficies especulares (planchas de metal pulido) como elemento recurrente a lo largo de su trayectoria.
El espejo aparece a principios de los sesenta entre los intereses de Pistoletto, tal vez como evolución lógica respecto a la indagación pictórica del autorretrato, del ejercicio de reconocerse y proyectarse. Así, pasa de la pintura y la representación al objeto y la estricta realidad, tránsito que responde a muchos de los comportamientos que se estaban produciendo en los escenarios artísticos de Europa y Norteamérica.
No en vano, se incardina en esa vuelta a la realidad y a los objetos, a una cotidianeidad y rutina cargadas de vivencias y moldeadas por la existencia que representan posicionamientos como el Nuevo Realismo francés o el ‘Povera’ italiano , al que se le vincula. Respuestas, en cualquier caso, a lo sublime y trágico de las poéticas del Expresionismo abstracto e Informalismo o a la asepsia y auto-referencialidad del ‘Minimal’ y de las estribaciones neo-concretas. Valga como ejemplo uno de sus iconos que aquí encontramos, ‘La Venus de los harapos’ (1967), en la que la ropa ‘vivida y viva’ –piensen en el ligero olor que ‘perturba’ el aséptico espacio– se contrapone informe frente a la apolínea serenidad de la escultura clásica. Contraposición de idealismo y realidad, de lo clásico y lo transgresor e iconoclasta.
Sus ‘Cuadros espejo’ persiguen incorporar la realidad en la obra, incluido al espectador que se acerca a mirarlos y, por consiguiente, a dar sentido a la misma al proceder al auto-reconocimiento. Superficies reflectantes en las que encontramos imágenes fotográficas transferidas y con las que irremediablemente pasamos a dialogar.
Punto de encuentro
Conmueve por su lucidez y oda a la comprensión ‘Love Difference-Mar Mediterráneo’ (2003), una chapa de acero pulido que adquiere la forma del Mare Nostrum’, colocada en horizontal y rodeada de asientos de las distintas tradiciones culturales que se dan en sus orillas. El Mediterráneo, candente escenario geopolítico , frontera sur-norte, ámbito de separación e incluso ciénaga de muerte, se transforma aquí en un ámbito de reconocimiento, de rencuentro con lo que somos y con el Otro, y en llamada de atención a nosotros como ribereños y vecinos. Este poético alegato a la concordia, comunión e identidad deviene mandato literal con ‘Love Difference-Neon’ (2010), en el que leemos en español «Amar las diferencias».
Obra del autor italiano
Pero el espejo, como vemos en sus ‘White Walls-Divisione e moltiplacazione dello specchio’, realizados a partir de los setenta, transforma y complejiza el espacio, operando cambios en nuestra percepción del mismo y desenvolvimiento en él. Algo que también logra con sus puertas y, aún más, con laberintos como ‘Porte Uffizi’, que, pese a su permeabilidad visual, se apodera del lugar. Para hacer aún más diverso el ‘reflejo’ que de Pistoletto arroja esta muestra, el proyecto en proceso ‘Third Paradise’ se asienta sobre intervenciones en la Naturaleza y lo urbano. Sí, amemos las diferencias y los ‘diferentes Pistolettos’.