Paula Rego: «El Prado es el mejor museo del mundo»

Ahora, la Tate Britain le dedica una amplia exposición retrospectiva, que podrá verse hasta el 24 de octubre y viajará al Museo Picasso de Málaga el año que viene.

Rego acompañó a los integrantes de la Escuela de Londres en sus andanzas cotidianas: Francis Bacon, Lucian Freud, Frank Auerbach , R. B. Kitaj , Leon Kossoff ... De ahí que su visión expresionista esté impregnada del trazado mórbido de estos ‘voyeurs’ nada convencionales.

Ahí están las claves de su estética incómoda, inquietante, anticomplaciente, retratada por su único hijo varón, el director de cine Nick Willing , en la pantalla y a través de sus palabras.

Él hace de mediador entre la artista y ABC Cultural, de manera que Paula Rego se dirige a los lectores de este diario eufórica por el homenaje que le rinde la Tate antes de desembarcar en la capital de la Costa del Sol en 2022.

«Me encanta el museo de Cascais, me quedé atónita cuando comprobé lo maravilloso que es. Yo misma contribuí a la definición del espacio antes de que comenzase a ser construido. Cuando lo vi terminado, me quedé sin palabras porque, simplemente, es impresionante », declara mientras reconoce que las huellas de su infancia en Portugal pueden rastrearse en sus lienzos expresionistas.

Sus recuerdos de la Escuela de Londres permanecen intactos, como si el pasado estuviera vivo. «Vic, mi marido, era amigo de Francis Bacon y todo el mundo conocía a Lucian Freud. Mi esposo llegó a escribir: ‘Lucian, bello como una navaja’ . Vic trabajaba en un rincón de la casa de Bacon y le pagaba dándole lienzos antiguos porque no tenía dinero. Nunca olvidaré que Vic lo dejó todo para venir a Portugal por mí, solo llevaba encima un cepillo de dientes».

El aluvión de instantáneas del ayer inunda su mente y las anécdotas se agolpan: «Vi a Lucian [Freud] en la National Gallery cuando colgaron un cuadro mío llamado ‘El jardín de Crivelli’. Lucian dijo que es una obra maestra y eso me llenó de orgullo porque yo admiraba su trabajo”.

Hoy, en estos tiempos tan difíciles que corren, ha dado un giro a sus intereses estéticos y se encuentra enfrascada en un óleo sobre la Virgen María, confiesa esta devota de Goya, Ribera y Picasso. «El Museo del Prado es el mejor museo del mundo, con todos esos pintores maravillosos que lo inundan», concluye.

La comisaria de la exposición, la británica Elena Crippa , se suma a las explicaciones y relata que la muestra «cubre 60 años de trabajo, comenzando por sus óleos de los años 50 y pasando por diversas etapas en su carrera». Cuadros, dibujos, tintas y acuarelas se dan la mano en esta retrospectiva que vivió varios retrasos debido a las dificultades generadas por la pandemia del coronavirus. Por ejemplo, lograron todos los permisos de préstamo antes de que llegara el periodo de confinamiento.

El resultado que puede admirarse en las salas de la Tate Britain retrata la creación «cruda y de un vigor absoluto» de esta artista que Crippa no duda en calificar como «innovadora» a los ojos de la actualidad. Lo dice, sobre todo, después de rendirse a la expresividad desbordan te que preside el Museo Paula Rego de Cascais. «Estuve allí y creo que es un edificio increíble en una localización increíble [la Avenida de la República]», rememora.

La comisaria señala que la primera itinerancia de la exposición será el Museo de Bellas Artes de La Haya , que atesora la colección de obras de Mondrian más importante del mundo, y después ya se detendrá en el Museo Picasso de Málaga. Serán dos contextos «muy adecuados para exhibir a Paula Rego, ya que sus obras expanden dramáticamente las posibilidades de la pintura».

A su juicio, su legado debería ser más reconocido porque quizá no ha alcanzado la aureola de icono que merece. «Espero que esta exposición contribuya a darle el estatus que debería tener. También estoy segura de que el reconocimiento hacia ella no hará otra cosa que aumentar en los próximos años», señala Elena Crippa, quien subraya la pasión por el dibujo que tiene la artista portuguesa .

No puede olvidarse que su trabajo se desarrollaba «en una época en la que el grado de reconocimiento hacia las mujeres artistas era inferior al actual», argumenta mientras se prepara para continuar: «Su trabajo revolucionó la forma en que las mujeres se representaban en la pintura. Por eso, no tengo ninguna duda de que ella ocupará su lugar en la Historia del arte».