LIBROS
La nueva novela de Javier Marías, una fiesta del estilo
No cabe duda de que el autor de «Berta Isla» debía dar otro Nevinson que mostrara el lado oculto de su rostro
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCasi ha perdido la crítica la noción del estilo, quizá por haber depauperado ese rasgo al asociarlo a un elemento formal o de factura externa. Y, sin embargo, los clásicos tenían conciencia de que la categoría operaba, como la rueda virgiliana, en diferentes estadios. A ... las novelas de Javier Marías , y Tomas Nevinson lo confirma, les ocurre que su estilo es una fiesta por desplegarse en diferentes planos .
Uno de ellos es el rítmico. Su prosa fluye con un ritmo que la hace necesaria para ser compás de un pensamiento que se anuda a ella, se desarrolla de manera que el escritor parece que esculpe la frase, como hacen los poetas con sus versos . No habría nada que mejor lo probase que los emocionantes y excelsos de Yeats, que son convocados antes, pero de modo más completo al final de la novela, declamados a Berta Isla, la mujer de Tomás Nevinson. Ocurrió anteriormente con T. S. Eliot, como ocurre en las sentencias inspiradas por Macbeth , los Enriques , Hölderlin , Dante o Heine.
No hay un punto fijo desde el que mirar esta gran novela, pues todos la van adensando
Marías es el escritor en lengua española capaz de que su prosa y pensamiento no desfallezcan respecto a los autores con los que sus novelas dialogan, siendo estos tan grandes. Pero la afluencia de discursos de los antecesores no suena en Marías a pedante u ociosa , ya que han ido vertebrando la trama, que más allá de lo concreto que les ocurre a sus criaturas, trata de dimensiones morales, conjeturas universales de principios y lealtades sobre los que se duda, de perplejidades que anidan en cada decisión no tomada o arrepentida o lamentada.
Es como si el viaje, que esta novela desarrolla desde el principio con la formidable escena de la película de Fritz Lang , cumple en la parte desarrollada en el Madrid de los Austrias, y su dialogo con Tupra, y retoma en su dimensión agónica (en términos técnicos de tragedia griega) cuando la novela está acercándose a su página quinientos, momento en que recobra un aliento que ya no deja.
Caricaturesco
Entre las doscientas primeras y las doscientas últimas páginas, la novela se remansa, entretenida en otra dimensión de Marías que es más desconocida, su mirada sobre los tipos de la vida provinciana, en una Ruán española, ciudad del Noroeste (que desde Flaubert representa a la ciudad de provincias por excelencia), cuando la trama se detiene para que emerja esa otra dimensión de la menudencia en la que lo caricaturesco o banal es llevado por Marías, sobre todo, a los personajes masculinos.
Casi nadie hoy en narrativa practica la écfrasis, descripción en forma de retratos de tipos que desde la vestimenta a la catadura fisionómica van pergeñando figuras dickensianas. Hay escenas llenas de humor, que ya había aparecido con Rebollo u Orejudo en la plaza de la Paja madrileña. Pero, tras este d ramatis personae provinciano, está el fondo hacia el que, al final, se precipita, la fatalidad, que es la dimensión del destino, la alternativa, matar o no hacerlo a la mujer que en la primera frase de la novela sabemos que es origen de la misión y de la duda.
La prosa de Marías no desfallece respecto de los autores con los que dialoga
El lugar central es la maldad terrorista de ETA , y de si sus secuaces pueden ser perdonados o pueden combatirse al margen de la Ley para que no asesinen, disyuntiva que en el fragor de 1997, fecha en que la trama se desarrolla, era menos teórica o escandalosa de lo que resulta ahora.
Alto vuelo
Pero no cabe duda de que el Javier Marías de Berta Isla debía dar otro Nevinson, y si Tupra permanece igual en su espeluznante cinismo, y Berta Isla sobresale en superior jerarquía moral, necesitaba el lector que Tomás Nevinson mostrara el lado oculto de un rostro que dibuja ahora la vacilación y la duda que su sentido del deber no permitió antes. Duda, pregunta sobre el sentido, desengaño y finalmente opción de salvarse o decaer.
No hay un punto fijo desde el que mirar esta gran novela, pues todos la van adensando hasta un cierre que el lector acompaña pensativo y emocionado. Desde luego, agradecido a su autor por volar tan alto.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete