La modernidad, el rito y el símbolo en Gabriel Insausti

La modernidad aquí concebida como secularización no es tan lineal como se suele pensar. En términos generales entendemos por secularización la incapacidad de lo religioso por articular la vida cultural, social o política y la reclusión de la fe a la vida privada. ¿Cómo afrontaron el cristianismo autores de la talla de Baudelaire, Joyce, Conrad, Eliot, Proust, Chateubriand, Victor Hugo , Huysmans, Péguy, Apollinaire, Verlaine…? ¿Hasta qué medida esa forma de medirse con la tradición les produjo una serie de contradicciones internas?

En no pocos de los autores estudiados, esa secularización que pretendía dar explicaciones del todo, se acabó convirtiendo en objeto de fascinación de aquello que querían prohibir. Insausti afirma que se dio, en no pocos de los autores que se analizan en el libro, una «subsistencia de cierta capacidad para lo sagrado incluso en el contexto de una creciente secularización. La modernidad no ha logrado zafarse del mito, del rito y del símbolo. Desde el romanticismo, la creación exige novedad y el destierro del cliché; la forma más evidente de esa novedad es la trasgresión y las manifestaciones más radicales de la trasgresión aquí están muy bien descritas.

EL libro reúne tres grandes ensayos y un epílogo. El primero, ‘ Estética del atrio’, reflexiona sobre las reacciones ante el proceso de secularización. El segundo, ‘Tres citas de la Lumen Fidei’ , a propósito de las referencias literarias en la citada Encíclica papal, aborda el pensamiento de Dante, Eliot, Dostoievski. El tercero, bautizado como ‘La cultura: ¿liturgia o akelarre? ’, se adentra en el arte abyecto para hacer una interesante reflexión sobre la vía estética, sobre los ritos en el contexto del arte no objetual. Aquí se plantea una pregunta muy interesante: ¿hasta qué medida puede la cultura de la trasgresión, fundar una nueva cultura? En el epílogo da un paso más hacia el transhumanismo y la razón técnica en su relación con el alma de la civilización.