Darán Que Hablar
María Sirvent: «He querido ser muchas cosas, pero nunca escritora»
Diez años después de su debut, alabado por Ray Loriga y Bryce Echenique, el 4 de febrero publica «Los años impares», su esperada segunda la novela
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Iniciar sesión¿Cuáles son sus intereses como escritora?
La verdad es que no me considero una escritora y jamás me presentaría ante nadie como tal. Me daría muchísimo pudor. Puedo decir, simplemente, que soy la autora de dos novelas y que para ganarme la vida trabajo ... de lunes a viernes en algo que no tiene nada que ver con la literatura. En cuanto a mis intereses como autora de dos novelas, suscribiría lo que dijo Roberto Bolaño al respecto: «A mí lo único que me interesa en el momento de escribir es hacerlo con una mínima decencia, que no me avergüence al cabo de un tiempo de lo que he escrito, no lanzar palabras al vacío».
¿Y como lectora?
Leo poesía, que es lo que más disfruto. En cuanto a la lectura de novelas, la verdad es que empiezo muchas y acabo muy pocas. De vez en cuanto me atrevo con alguna novela rusa.
¿Sobre qué temas suele escribir?
Mi primera novela, «Si supieras que nunca he estado en Londres, volverías de Tokio», va de una treintañera que quiere que la echen del trabajo y está superando una ruptura sentimental. Mi segunda novela, «Los años impares», narra la historia de una familia manchega desde los años cincuenta hasta la actualidad. En la novela hay exganador de un reality de cantar, una mafia rusa que persigue a una abuela de Argamasilla de Alba, un camarero sesentón en Mallorca, un pintor famoso a la altura de Picasso o Dalí... También aparecen Butragueño, el Rey Juan Carlos y Harrison Ford.
¿Dónde ha publicado hasta el momento?
Mi primera novela, «Si supieras que nunca he estado en Londres, volverías de Tokio», fue publicada en el año 2010 por El Aleph. Mi segunda novela, «Los años impares» la publica la editorial Espasa.
¿Con cuáles de sus «criaturas» se queda?
Pues, como solo tengo dos criaturas, me quedo con las dos. De la primera tengo muy buen recuerdo, porque fue la primera y jamás pensé que fuera a publicarse. Además, «Si supieras que nunca he estado en Londres, volverías de Tokio» fue apadrinada por Ray Loriga y por Bryce Echenique, y les estaré siempre muy agradecida. Sin embargo, cuando la he intentado releer solo he visto fallos y no suelo recomendársela a nadie. La segunda novela, «Los años impares», me gusta mucho más.
Supo que se dedicaría a esto desde el momento en que…
A estas alturas, la pregunta que me hago es, más bien, ¿podría dedicarme a esto? Con un trabajo de lunes a viernes de 9 a 18:00 y un niño pequeño, me cuesta mucho encontrar momentos para escribir. Por otro lado, yo nunca he querido ser escritora. He querido ser muchas cosas, pero nunca escritora. Empecé a escribir a los veintipocos en cuadernos de viaje, pero eran anotaciones muy prácticas y descriptivas, nada literarias. Después me abrí un blog para hablar de mis viajes y poco a poco me fui soltando.
¿Cómo se mueve en redes sociales?
Bien, aunque no las uso mucho, la verdad.
¿Qué perfiles tiene?
Tengo Facebook e Instagram
¿Cuenta con un blog personal?
No tengo ningún blog ahora, pero hace quince años tuve uno, en la época en la que los blogs eran «como pueblos pequeñitos, por usar una expresión de un amigo exbloguero, Rafael de Rojas. Fue una etapa muy bonita y gracias a aquel blog, que borré hace años, conocí a mucha gente con las mismas inquietudes que yo.
¿Qué otras actividades relacionadas con la literatura practica?
En el pasado trabajé como correctora de textos.
¿Forma parte de algún colectivo, asociación o club?
Formo parte del grupo de WhatsApp del colegio de mi hijo y con eso ya tengo bastante.
¿En qué está trabajando ahora?
Estoy escribiendo mi tercera novela y terminando dos cuentos infantiles.
¿Cuáles son sus referentes?
En literatura tengo muchos referentes. En lo demás, pues mis amigos, mi familia y Rosalía, claro.
¿Y a qué otros colegas de generación destacaría?
Por citar algunas autoras actuales: Guadalupe Nettel y Belén Gopegui.
¿Qué es lo que aporta de nuevo a un ámbito tan saturado como el literario?
No lo sé.
¿Qué es lo más raro que ha tenido que hacer como escritor para sobrevivir?
Lo más raro que he tenido que hacer para sobrevivir ha sido trabajar.
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