Holmes en Chamberí

Preguntó a los testigos, visitó la cárcel, paseó de día y de noche por la bulliciosa calle de Fuencarral atento a las caras desconocidas, a los vecinos, a los comercios. Por las tardes resumía por escrito, como un detective, los resultados de aquella mirada a la vez realista y novelesca, sentado junto a la ventana de un café del barrio de Chamberí, y por las noches, en las bulliciosas tertulias de La Fontana de Oro , escuchaba muy atento las noticias que llegaban de Londres, donde aquel año un salvaje asesino descuartizaba a mujeres en el apartado barrio de Whitechapel . Las lenguas más suspicaces relacionaban aquello con la novelita que un médico desconocido publicaba un año antes bajo el título de ‘Estudio en escarlata’ , por la cantidad de sangre que salpicaba de rojo la escena literaria del crimen.

Todo esto podría ser la sinopsis de las decenas (¿centenas?) de novelas de literatura policíaca o género ‘noir’ (dicho en fino) que se publican en nuestro país y que terminarán asqueando, a base de forzar la máquina del negocio editorial, al agotado lector. Pero no. Lo anterior es una historia volcada en unos artículos periodísticos que alcanzan la altura de novela negra a base talento narrativo, buenas lecturas y mucha calle. El autor es un tal Benito Pérez Galdós y la trama elegida, el conocido crimen de la Calle Fuencarral . Vayan y lean y luego, si quieren, debatan sobre premios nacionales, literatura, grupos editoriales y planetas.