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ABC Cultural

José Luis Garci - TELEGRAMAS CINÉFILOS

Oración, despedida y cierre

Termino este último telegrama, el cincuenta, según el contrato que firmé con la Western Union

‘Dejad paso al mañana’, de McCarey, 1939
José Luis Garci

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Termino este último telegrama, el cincuenta, según el contrato que firmé con la Western Union. Lo primero que hago, como despedida, es sacar el reclinatorio y confesar algunos de mis pecados, no sólo cinéfilos. Decir, a estas alturas del metraje, que el cine es ... una religión -además de una enfermedad incurable y contagiosa-, es más que obvio. Confieso, y ahí voy, que durante muchos años, en realidad a lo largo de casi toda mi existencia, he sido un buen feligrés, casi un devoto ejemplar que siempre ha creído lo que salía del proyector, aquella máquina del tiempo instalada dentro de una cabina, arriba, al final de la sala. Ahora admito que no sé de dónde rayos salen las imágenes digitales. Otra cosa. Sé que hay pecados veniales, mortales, también de omisión y de comisión, de escándalo y, uf, esos son tremendos, contra natura.

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