CINE Y LITERATURA
José Luis Garci y Rodrigo Cortés, duelo de titanes en la cumbre del cine español
Cineastas y escritores, no se conocían hasta esta semana, reunidos por ABC Cultural. Garci publica su libro ‘Lo que el viento se llevó’ y Cortés acaba de estrenar nueva película, ‘El amor en su lugar’. La conversación entre ellos fue memorable

Madrid. Exterior. Día. Jardín del Hotel Orfila. Luz fría de invierno. Arden varias estufas para calentar la terraza. Todo parece dispuesto para un almuerzo singular. Llega primero Rodrigo Cortés (Pazos Hermos, Orense, 1973). Acaba de estrenar ‘El amor en su lugar’ , una película ... emocionante que narra la historia de un grupo de actores del gueto de Varsovia que en 1942 llevaron a escena una comedia musical cuyo libreto ha llegado a nosotros. El filme mezcla aquella función con la peripecia de quienes fueron capaces de hacer comedia en la boca del lobo nazi, cualquier cosa con tal de sentirse vivos un día más.
Mi compañera Nerea Balinot rueda la entrada de Cortés, varias tomas, director dirigido, alguacil alguacilado. Su paciencia es como su apellido. Cuando estamos en ello descubrimos que Garci (Madrid, 1944) ya nos espera, callado, en un elegante sillón del neoclásico hotel Orfila, cerca del retrato de Fernando VII por Vicente López, con la mirada impaciente de un niño que ha traído cargadores repletos de preguntas.
Garci acaba de publicar un libro único: ‘Lo que el viento se llevó. Un recuerdo, un comentario’ (Notorius) , en el que ha horneado la memoria personal y familiar con su receta secreta, junto a los avatares del filme protagonizado por Clark Gable y Vivien Leigh, producido por David O. Selznick y dirigido por Victor Fleming, después que despidieran a Geroge Cukor. La vida y el cine, siempre complicadas, siempre capaces de mezclarse y enredarnos como espaguetis al dente.

Sesión de fotos. Una de ellas (a la derecha) recuerda lejanamente la portada del libro de Truffaut sobre Hitchcock. Dos generaciones de cultura y cine españoles, frente a frente. Garci ya está disparando:
Garci : -Oye, ¿dónde rodaste ‘La broma’, el homenaje a Chicho? Parece el norte.
Cortés : -¿Lo viste? Fue en Madrid, el paso a nivel está en Camorritos, Cercedilla.
Garci y Cortés no se conocían personalmente hasta hoy. Ambos son directores de cine fuera de lo común, con una cultura excepcional, ambos son escritores formidables, han hecho radio (o ‘podcasts’) y televisión, ambos escriben en ABC. Son divertidos y un poco indómitos. Hablan de libros, para empezar, el de Truffaut citado.
Garci : -En ese libro arranca la cinefilia, Truffaut investiga a Hitchcock como si fuera Cervantes o James Joyce.
Cortés : -Es la biblia. Está desposeído de gravedad.
Lo comparan con el de Billy Wilder por Cameron Crowe o ‘Ciudadano Welles’, de Bogdanovich. Vuelve Garci a su libro ‘Lo que el viento se llevó’:
José Luis Garci: «Dirigir es un oficio que aprendes en una semana o nunca. Pero escribir es un don»
Garci : -Lo hice con la pandemia, aburrido en Guadalmina. Solo tenía el fútbol, las películas y escribir. Con que escribas un folio diario, en un año tienes libros para aburrir. Ahora ya sólo escribo los ‘Telegramas cinéfilos’ de ‘ABC Cultural’. Cuando acaben quiero escribir aquí de fútbol como si fuera de cine.
Hablan de deportes y literatura. Vuelven a Hitchcock por el tenis, el plano genial de ‘Extraños en un tren’: sólo un hombre entre el público no mueve la cabeza siguiendo la bola.
Garci : -No es solo genio de la técnica. Sus mujeres son especiales, como las de Hawks, y las casas, el vestuario, a todo le da un toque de creación.
Rodrigo Cortés: «Más que la corrección política me aburren los héroes de la anticorrección política»
Cortés : -Y filmaba los besos como asesinatos, como el de ‘Sospecha’.
Garci : -Besos de alta precisión, los mejores jamás filmados.
Garci piensa que el Museo del Prado debería tener una sala para «ver el gran cine en formato original. ‘Lawrence de Arabia’ en 75 milímetros. Soy un defensor no ya de la versión original, sino del formato original».
Entra una camarera con la intención de servir agua. Tiene acento porteño. Garci tapa su vaso con la mano: «Estoy dejando el agua», dice guasón. Cortés intenta: «Pero un día es un día». Reímos. Cambian de tema.
Cortés : -La cinefilia crea mitos intocables. El cinéfilo sólo habla de diez o doce cosas. En general sabe de cine y nada más.
Garci : -La cinefilia es una enfermedad (risas), incurable y contagiosa. Pero antes de nada -cambia de plano- quiero decirte que me gustó muchísimo tu película. Extraordinaria, he visto a Lubitsch, al Bogdanovich de ‘¡Qué ruina de función»’, la puesta en escena de la obra es otra película dentro de la película. Ver esas tablas te lleva a la época, al amor por el teatro.
José Luis Garci: «No entiendo que no hayan nominado al Goya la fotografía de tu última película»
Cortés : -Cuando pensaba si me metía o no en el proyecto pensé en Welles, por su relojería tan compleja y por el amor a la escena que tenía, volver a unir esos dos mundos. Y pensé mucho también en Wilder, en ese fatalismo lúcido y su pesimismo divertido de fondo romántico, cuando preguntan a la protagonista: ¿crees en la vida después de la muerte? Y responde: me conformaría con que hubiera una antes.

El jefe de sala del Orfila, Fabio Fornada, trae un plato de jamón. Garci lo celebra: «¡El mejor amigo del hombre es el jamón!» (Risas)
Garci : -¿Qué parte has rodado en España?
Cortés : -Menos el arranquísimo [la primera secuencia], todo.
Garci : -¿Y el teatro?
Cortés : -Es el Casino de El Masnou, que está fuera de uso porque no está rehabilitado. Después todas las tripas del teatro, camerino y cajas, se hicieron en plató. Hicimos un duplicado del escenario para los planos desde detrás.
Garci : -Claro, si tienes una pared ahí estás jodido.
Cortés : -El patio tras el teatro es Manresa. El exterior del gueto que sale en el arranque son los estudios Babelsberg de Berlín, con el tranvía, los carritos a pedales ‘rickshaw’...
Garci : -¿Cuánto tiempo ensayaste esa primera secuencia?
Cortés : -Mucho menos de lo que debía...
Garci : -¿Y quién era el ‘cameraman’? ¡Qué bueno!
Cortés : -Juanjo Sánchez. Lo rodamos en verano, sólo en la última media hora del día nos valía la luz. Tenía tres balas, tres intentos, y es mucha presión porque es mucho dinero.
Garci : -Cuando veía el plano de arranque, pensé: ¡qué tío! No entiendo como no hay un Goya para el ‘cameraman’. Es el primer espectador de la película, el verdadero ayudante del director. En mi libro pido que se establezca el premio.
Cortés : -¡Brindemos por el ‘cameraman’! Y por el foquista, porque su maldición es que sólo se ve su trabajo si lo hace mal.
Las copas entrechocan entre risas y tragos. Ya son amigos. Verlos hablar así es como contemplar el cometa Halley. Garci sigue disparando infinidad de preguntas sobre el rodaje, detalles que sólo quien ha sido cocinero de películas antes que fraile cinéfilo puede detectar. Es prodigiosa su curiosidad, es insaciable. Ha traído cargadores de repuesto y seguirá preguntando hasta el final. Siendo alguien muy reconocible por la veneración que profesa por la nostalgia resulta muy llamativo comprobar que siempre, siempre, la emplea para invocar el entusiasmo que le causa (que le causó, le causaba, aún le causa) ver, o leer, o descubrir mil cosas. Garci dice que es «un modelo del 44», va a cumplir 78 años en enero. Ha rodado en el cine y ha rodado por la vida. Pero las llantas de su entusiasmo no están gastadas.
Rodrigo Cortés: «De niño leía tus relatos de Ciencia Ficción, eran fabulosos»
De pronto, surge un tema muy distinto, a bocajarro:
Garci : -¿Oye, y qué nominaciones a los Goya has tenido?
Rodrigo responde con frialdad y algo de desencanto:
Cortés : -Vestuario y dirección de producción.
Garci : -No se entiende.
Cortés : -Jose, nosotros hacemos películas.

Garci : -¡Ya, coño! ¡Pero gusta que te premien! Sobre todo, no entiendo que el trabajo de fotografía no esté nominado. Oye -de pronto hay un breve contraplano-, este jalapeño está muy rico. ¡La fotografía de tu peli es extraordinaria!
Inevitablemente Garci vuelve a hace 20 o 30 años, cuando el director de fotografía «te decía que la toma era buena y tú tenías que confiar, porque no veías nada hasta que volviera del laboratorio. Acojonado, decías: ¡a positivar! Era gente muy seria». Cortés trae a colación a David Lean, otro grande, Garci evoca sus rodajes en España: ‘Zhivago’, ‘Lawrence de Arabia’...
José Luis Garci: «La gente que tiene estilo es joven. Tus películas son jóvenes»
Garci : -Me ha sorprendido lo de los Goya, como me sorprendió que ‘El crack cero’ no tuviese ni una sola nominación, ¿ni a Pedro Casablanc, que está muy bien? La tuya es una película que si llega a ser de un americano de Sundance, todo el mundo habría dicho que es la hostia. El actor que hace de nazi... otra nominación clara.
Cortés : -Magnus Krepper, actor sueco, fantástico. Aparece casi dulce, casi les ayuda, siendo un nazi es obsequioso.
Nos explican el contenido de lo que vamos a degustar, como es moda. Cortés tiene un arrebato de humor: «¿Te imaginas que el director saliera antes de una escena en una película y te dijera: esto que van a ver ahora es una secuencia de amor, no hemos usado violines, porque queríamos también usar un fondo de la crudeza de la vida...» Reímos.
Garci : -Dirigir es un oficio que aprendes en una semana o no lo aprendes en la vida. Pero escribir es un don, lo tienes o no lo tienes.
Cortés : -Quiero saber más de tu literatura. De niño leía historias de ciencia ficción tuyas en revistas que tenía mi padre.
Rodrigo Cortés: «Spielberg lleva toda la vida haciendo musicales, sin haber hecho ninguno. Su estilo de cámara es musical»
Garci : -Yo quería ser un autor de teatro o un escritor famoso, no dirigir películas. Durante mucho tiempo, incluso cuando dirigía, en mi pasaporte ponía escritor. La columna vertebral del cine es que ha habido historias fantásticas. Pero hay un tipo de directores que además amamos el cine y eso se nota. Otros no van nunca al cine ni leen libros sobre el tema.
Cortés : -Hay un tipo de dirección que va más allá, que es la de Hitchcock, Scorsese, Spielberg, que no es puramente oficio, parte de un talento narrativo que convierte la cámara en pluma estilográfica y es muy profundo. Esa forma de Spielberg, casi caligráfica, de llevar varios valores de plano, sin cortar y guiando nuestra mirada. Billy Wilder era un gran director pero era funcional. Max Ophüls no, lo que hace en ‘El placer’ no es puro oficio. Ni Kubrick, ni Scorsese, ni Wells.
Garci : -Enrique Herreros y yo hablamos varias veces con Robert Wise, el montador de Welles. Contaba que estaba de ayudante -montó el morse con el logotipo de RKO- y llegó Welles, que se suponía que no sabía nada, que venía del teatro. Y empezó a dar ideas innovadoras. Estaba también Mark Robson. Lo que aprendieron fue asombroso. Welles quería la cámara en contrapicado y le decían que no, porque ¿dónde iban a poner los proyectores? Ese no es mi problema, decía Welles.
José Luis Garci: «Dreyer estuvo a punto de hacer en España una película sobre Jesucristo»
Cambiamos el tema, ¿Es una mala época para hacer cine, con tanta censura y cancelación?
Cortés : -Creo honestamente que no hay ningún problema y nos los inventamos todos, precisamente porque le damos el control al 0,0003 de la población enfadada. En cuanto tú dices algo, alguien tiene algo que decir. Pero si tú simplemente haces no pasa nada, porque, ¿qué te van a hacer en realidad? Salvo que tú les des el control. Lo único que me aburre más que los de la corrección política son los héroes de la anticorrección política, que cada vez que actúan enarbolan una bandera. Si quieres decir algo simplemente dilo y ya está. Luego cállate y sigue haciendo cosas. ¡Haz cosas!
Garci : -De acuerdo. Oye para volver a tu película -saca un cargador de preguntas nuevecito-. Hubo un momento en que pensé: se va ella con la niña y se quedan los dos tíos solos en el gueto, van a palmar. Joder. Yo he vivido -vuelve al tema- la época de que John Ford era un fascista. Es un señor que le gusta la caballería, los planos de caballería cruzando un río. Pero no eres fascista porque te guste la épica, la emoción, las banderas. Van a acabar prohibiendo ‘Casablanca’ porque se fuma mucho, se bebe y se juega.
Cortés : -Hablamos demasiado de estos temas. ‘Lo que el viento se llevó’ no está en riesgo. ¿Que HBO le va a poner una introducción aclaratoria? Lo que tú quieras. ¿Es que ahora somos todos niños de seis años?
Garci : -El arranque de ‘Historias de Filadelfia’, cuando tira al suelo a la Hepburn...
Cortés : -No pasa nada. Seguro que David O. Russell podría hacer eso hoy en una película, o Spike Jonze…
Garci : -Y tú, y yo si lo pudiera hacer, a mí qué me importa, si es un ‘gag’.
Rodrigo Cortés: «Hay un tipo de dirección que convierte la cámara en una estilográfica»
Cortés : -Y está claro cuál es el contexto. ¿Alguien se ha quejado? Perfecto. Es perfectamente legítimo que se quejen. Tú haces la escena, otro se queja, cada uno con su labor y seguimos adelante. Como cuando se dice que ahora no se podía hacer ‘La vida de Brian’. ¡Ni antes!
Garci : -Hasta que la hicieron ellos… Decían: ¿qué les debemos a los romanos? ¡Nada!
¿Qué debemos a Spielberg? Comentan el estreno de ‘West Side Story’. Cortés avanza una teoría que capta la atención:
Cortés : -Creo que Spielberg lleva toda la vida haciendo musicales, sin haber hecho ninguno. Su estilo de cámara siempre es musical. Estas grúas que empiezan en un general y acaban en un primer plano, tan de Minelli, un lenguaje musical que solo ha sido en un par de ocasiones explícito, como en la segunda de Indiana Jones con el ‘Anything Goes’.
Garci : -Planos largos, llamaremos a este capítulo. En qué diferencias esto de lo que hacía Max Olphüs. Yo creo que abriga más a los personajes, él sube la escalera con la actriz y casi se huele su perfume.
Cortés : -Tiene la parte técnica de titán, de Welles, y el amor por el personaje de Ford. Es humanista. Es el estilo. Hablemos del estilo, que es la manera que el artista tiene de opinar.
Garci : -Es el reflejo de tu personalidad. Eso es.
Cortés : -Porque lo que opines, da igual derechas o izquierdas, es banal. El estilo es resultado de tu digestión, de tu procesado, de tu mirada del mundo, de la consciente y la inconsciente.
Garci : -De lo que te apasiona, de lo que eres y no eres. El estilo que está en la literatura. Umbral tenía un estilo propio. La gente que tiene estilo es joven. Tus películas son jóvenes. Lees a González Ruano, a Camba, y son jóvenes, no importa la edad.
Entran los platos. Ambos carnívoros. Cortés, solomillo. Garci, steak-tartar, 5 de picante. En ‘Pajaritos y pajarracos’ de Pasolini se decía: «I Maestri sono fatti per essere mangiati. In salsa piccante». Hoy en el Orfila son devorados todos y cada uno, desde Hitchcock a Spielberg...
Garci : -¡Qué bien estamos aquí, celebrando la Constitución!
Hablan de Mayo del 68, la frase de Pasolini sobre la policía, su película sobre Jesucristo...
Cortés : -Me encantaría hacer una película sobre Jesucristo, no sé ni cuándo ni de qué modo, pero su figura es poliédrica.
Garci : -Estuvo a punto de hacerla Dreyer en España. Se iba a llamar ‘Jesucristo’. Le apoyaba el gobierno. García Escudero, que había sido director general de Cine, habló con el ministro Fraga y dijo que adelante, que le subvencionaban la película, pero se murió Dreyer. Sólo pensar ¿cómo hubiera sido una película de Dreyer sobre Jesucristo y en color?
Cortés : -Piensa en ‘Ordet’, piensa en ‘Gertrud’.
Garci : -’Ordet’ habría que santificarla. Lo dije en el Telegrama cinéfilo de ‘ABC Cultural’. La primera película santa, porque es un milagro. Parece mentira que detrás de las cámaras de aquel rodaje hubiera gente fumando, técnicos bebiendo cocacola...
Cortés : -Las pelis las hace gente normal. Luego hay un cerebro ahí que imprime toda su alma. Ese cine solo es posible con un director que sea un humanista profundo. Cuando ves el cine de ‘The Archers’, Powell y Pressburger saben tanto de arte, arquitectura, vestuario, que imprimen una sensibilidad en cada decisión, hasta en un visillo, no como decoradores, sino como narradores.
Garci : -Eso pasa en tu película, anda que no has tenido que mirar tú cada tela, cada zapato. Se nota un esmero…
La pantalla va fundiendo en negro, lentamente. El sonido se aleja. Descubrirán que son vecinos y no lo sabían. Hablarán de las series ( Cortés : «Hay una pérdida de interés por el lenguaje difícil de explicar. Los maestros imponían su lenguaje. Se rodaba para algo, un plano era por algo. Ahora hay seis cámaras, se están reverenciando series por la imposición de la trama sobre el cómo, que es por lo que nosotros hacemos cine») o del Hollywood clásico ( Garci : «Te das cuenta de que todos los que hicieron cine mudo tienen algo especial y son distintos. John Ford, Hitchcock, King Vidor, Raoul Walsh... Ha habido muchos buenos, buenos. Lo que pasó en Hollywood clásico es muy difícil, estos tíos salían cada mañana del mismo barrio a rodar. Sólo en el Siglo de Oro se pudo ver algo parecido: Lope de Vega, Quevedo, Cervantes, viviendo en un mismo barrio...» El negro inunda la pantalla. ‘The End’. Hay tal vez unos pasos, y música, rondando.
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