Hazte premium Hazte premium

LIBROS

Jonathan Haidt contra el ruido de la sociedad actual

En «La mente de los justos», Haidt alienta posibles soluciones al intrusismo del Estado -multiplicado por el populismo- en la vida de los ciudadanos

Jonathan Haidt (Nueva York, 1953) es psicólogo social y profesor de liderazgo ético
Fernando R. Lafuente

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Como antesala, una cuestión obvia: la política y la religión dividen a la gente sensata cuando la gente deja de ser sensata. La cuestión, entonces, será descubrir cuándo se cae en la insensatez; c uándo se rompen las barreras del sentido común -premisa de una idea aproximada de sensatez- y se traspasan los territorios de la razón práctica y la convivencia. Jonathan Haidt (Nueva York, 1953) es psicólogo social y profesor de liderazgo ético en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York, autor de una obra de notable resonancia, publicada en español por Gedisa, «La hipótesis de la felicidad» (2006).

Mentes justas, mentes libres son puntos de partida. Benjamin Constant en su célebre discurso de 1818, doscientos años ya, sobre la libertad de los antiguos y de los modernos, advirtió: «Que el Estado no sobrepase sus fronteras y se limite a ser justo, que nosotros nos encargaremos de ser felices.» Pero esto no se ha cumplido. Los Estados cada vez más interfieren en la felicidad de los ciudadanos con una voluntad biopolítica inquietante, desmesurada en las últimas décadas que hace muy complicado, no ya lograr una mente justa, sino una vida personal, social, moderadamente libre . Las interferencias son constantes, cuando no abrumadoras.

Populismo

Haidt plantea el asunto desde la perspectiva de la psicología social y trata de mostrar y alentar posibles soluciones a una vía que se ha multiplicado por mil en los últimos años con la irrupción del populismo en política y el fundamentalismo en la religión . Socios invisibles, ambos, de una deriva que conduce, sin retorno, a la profunda polarización ideológica y religiosa de las sociedades occidentales. Para Haidt, desde la perspectiva de psicólogo social, «la moralidad es la extraordinaria capacidad humana que ha hecho posible la civilización».

Una moralidad que varía según la cultura. Razón e intuición moral son los dos polos de la formación personal. Razón y pasión van tan unidas como las dos caras de una hoja de papel. Ahora bien, ¿cómo actúan a la hora de forjar una moral colectiva? «La mente está dividida en partes, como un jinete (procesos controlados) en un elefante (procesos automáticos). El jinete evolucionó para servir al elefante.» Todo se centra en la mirada del otro. En la capacidad de comprender el otro lado, «lo contrario, tu complementario», al decir de Antonio Machado que lo había intuido sin sobresaltos: «¿Tu verdad? No. La verdad. Y ven conmigo a buscarla.» Ocurre que lo que se ha roto es la voluntad de entender, de buscar la verdad.

En el mismo juego

El ruido de la sociedad actual no es buen compañero de la templanza. Ruido mediático (ensordecedor); ruido en las redes precisamente llamadas sociales; ruido en la política; ruido en la religión. El individuo se encuentra anestesiado, perdido . Haidt describe lo que denomina los «cinco buenos candidatos para ser receptores del gusto en la mente de los justos: el cuidado, la equidad, la lealtad, la autoridad y la santidad». Porque, y esta es su conclusión: «la moral nos une en equipos para que podamos competir con otros equipos, pero nuestras diferencias son más pequeñas de lo que parecen. Todos participamos en el mismo juego.» Y así es, lástima del ruido.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación