John Julius Norwich relata la Historia de Francia

Los libros que ha escrito y publicado a lo largo de su vida John Julius Norwich (1929-2018) cumplen con todos los requisitos que puedo yo pedirle a un libro de Historia, y hasta los superan con creces. Leerlos es una operación estética de resultados deliciosos, una inmersión en la felicidad lectora , un encuentro con el wit, la sensibilidad, la inteligencia y el buen humor.

Ya desde que nació, en el seno de una familia aristocrática compuesta por su padre, Duff Cooper, primer vizconde de Norwich, y por su madre, lady Diana Manners, una de las mujeres más bellas de la era déco, J. J. exhibió una personalidad arrebatadora . Su segundo nombre, Julius, le fue impuesto por sus padres al haber nacido mediante cesárea, proceso sanitario que, inequívocamente, se asocia con el nombre de Julio César, el conquistador de las Galias. Tal vez por eso, pero también por la acendrada francofilia de sus progenitores, Norwich escribió, en los años postreros de su vida, esta encantadora historia de Francia que acaba de ver la luz dentro de Ático de los Libros.

A Norwich, que no utiliza para firmar sus libros su apellido, sino su título nobiliario, lo podíamos leer en español con facilidad, pues ya se habían encargado de hacerlo traducir a nuestra lengua casas editoras como Cátedra ( Breve historia de Bizancio ), la firma granadina Almed ( Historia de Venecia y Los normandos en Sicilia ), Ariel ( El Mediterráneo: un mar de encuentros y conflictos entre civilizaciones ) o el exquisito Reino de Redonda de Javier Marías ( Los papas: una historia , obra tardía de nuestro autor, pues la primera edición británica apareció a finales de 2017, el mismo año que su traducción castellana). J. J. Norwich se desempeñó como diplomático al servicio del Foreign Office hasta que la escritura llamó a su puerta en 1964 para no abandonarlo nunca más.

Y en esa fecha lo dejó todo por la Historia, que fue su gran pasión . Simultaneó su tarea de autor de más de veinte libros de divulgación histórica con la de presentador de televisión, siempre en esa misma línea divulgativa centrada en aconteceres históricos, como haría más tarde Mary Beard . El libro dedicado a la historia de Francia por J. J. se lee -e incurro en el tópico- como la más apasionante de las novelas. En eso rivaliza con Steven Runciman (1903-2000), autor de una formidable Historia de las Cruzadas (Alianza) y de La caída de Constantinopla (título rescatado también por Marías en su Reino de Redonda). Veintiún capítulos de puro nervio narrativo, acompañados de prefacio, epílogo e índice onomástico, esperan al lector de Francia, el último y brillantísimo libro de Norwich, un ejemplo señero de lo que debe ser la Historia como género literario.