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ABC Cultural

ARTE

Hamish Fulton: grandes experiencias, pequeño arte

«A diferencia de una línea dibujada, una línea caminada nunca puede ser borrada». El británico, en esencia, en el CGAC

Una de las salas de la exposición de Fulton en el CGAC

María Peña Lombao

Un joven Hamish Fulton leyó la biografía de un nativo norteamericano cheyene que vivía en Dakota del Sur llamado Pata de Palo. Aquel libro cambió su vida. Al acabar los estudios de arte visitó varios de los lugares que aparecían en el ... texto. Y siguió visitando y caminando, desde entonces, lugares por todo el mundo. Su trayectoria desde el comienzo en las calles de Londres hasta hoy, si bien combina el arte y el caminar , supone un ejemplo de cómo hacer lo que a uno le gusta, de expresar su voluntad como creador alejado de alguna manera del quehacer estático. Los discursos adjuntos a su obra se fueron añadiendo con el paso del tiempo: los años 70, 80, siglo XX. Los cambios sociales, climáticos, económicos... Conectar con la Naturaleza , pensar en ella, seguir adelante a pesar de las inclemencias del tiempo. Esa gran lección aparece como constante vital en su obra: hacia delante. ‘Camina, camina y camina’. ‘Go to basics’: pisar la tierra, fatigarla y fatigarse con ella.

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