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Grandes escritores, ante el futuro de Estados Unidos: «Se han agitado aguas muy profundas»

Richard Ford, Siri Hustvedt, John Banville y Lorrie Moore analizan el crítico momento que atraviesa el país norteamericano

Un seguidor de Trump, fotografiado en el despacho del portavoz de Nancy Pelosi durante el asedio al Capitolio en Washington AFP

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En lugar del clásico The End , al final de la última película de Aaron Sorkin , El juicio de los 7 de Chicago , aparece, en un representativo fundido a negro, una única frase: «El mundo entero nos está mirando». Ha pasado más de medio siglo desde los acontecimientos históricos que en esta ocasión Sorkin, especialista en retratar los intríngulis políticos, periodísticos y sociales de su país, recrea -los disturbios que tuvieron lugar durante la Convención Demócrata de 1968-, pero seguimos observándolos, estando pendientes de lo que acontece en la mayor potencia del mundo. Sobre todo cada cuatro años, cuando su destino puede cambiar y, por tanto, el nuestro.

Aunque la cita electoral del próximo martes no es una más, ni mucho menos. Y, por ello, ahora que la realidad parece haber superado, más que nunca y quizá para siempre, a la ficción, ABC Cultural ha reunido a los escritores estadounidenses Richard Ford , Siri Hustvedt y Lorrie Moore y al autor irlandés John Banville para recabar su opinión sobre el primer mandato de Donald Trump y acerca del incierto futuro que se avecina, ya sean los republicanos o los demócratas quienes ocupen la Casa Blanca .

Richard Ford

-¿Qué valoración hace del momento que vive la sociedad estadounidense?

-Las elecciones nos brindan la oportunidad de descubrir nuestros valores cívicos y si nuestro país nos importa lo bastante como para salvarlo del autoritarismo votando.

-¿Son los estadounidenses conscientes de la importancia de estas elecciones?

-Los estadounidenses somos plenamente conscientes de la importancia de esta convocatoria electoral. Por eso tantos han ido a votar desde el primer momento.

-¿Qué piensa de las campañas de republicanos y demócratas?

-En todas las campañas políticas estadounidenses, desde las de más alto rango hasta las más locales, se trata de gastar grandes sumas de dinero, y no tanto de presentar el relato veraz de un candidato. Esto es deplorable, pero significa que, en Estados Unidos, el dinero, más de lo que nunca llegué a pensar, quizá no sea lo más importante, pero sí es lo primero.

-¿Y cuáles cree que serán los resultados de estas elecciones?

-Creo que Biden va a obtener muchos más votos que Trump, pero no sé si ese será el único factor que decida quién va a ser el próximo presidente.

«Trump divide a la gente, miente, engaña y afirma ser, exactamente igual que un dictador, un modelo para nuestro país»

-¿Qué país se imagina si Trump vuelve a ganar?

-No lo sé. Trump no obtendrá una «victoria» propiamente dicha; tal vez falsee los resultados sin más. Y si eso ocurre, la violencia a gran escala es posible. En qué acabará eso lo desconozco, pero me da miedo.

-¿Qué le parece la gestión que Donald Trump ha hecho de la crisis del coronavirus?

-El coronavirus ha permitido que sus deficiencias hayan quedado nítidamente de manifiesto, pero habría sido mucho mejor que 250.000 personas no hubiesen muerto y que Trump pudiese haber sido un presidente mejor, por mucho que yo le deteste.

-¿Cómo han influido las políticas de Trump en la convivencia social en su país?

-Probablemente usted conozca la situación tan bien como yo. Trump divide a la gente; miente y engaña a sus seguidores; abole las normas de la sociedad civil; socava el Estado de Derecho; infringe las leyes a su antojo; y afirma ser, exactamente igual que un dictador, un modelo para nuestro país. Peor imposible.

-¿Qué representa Trump en la Historia de Estados Unidos?

-Un retrato diáfano y la verificación manifiesta de algo inequívocamente malvado que no es en absoluto ajeno al corazón de muchos estadounidenses. No estoy seguro de que la mayoría de nosotros conociese la magnitud y el enardecimiento de este malvado.

-¿Y todos esos acontecimientos políticos y sociales influyen en su escritura?

-Por supuesto. Inevitablemente. Pero no sé cómo. Cualquier vida privada, la de los escritores incluidas, está influida por los grandes acontecimientos públicos. No se puede predecir cómo de esos factores nacerá literatura. Lo único que se puede decir es que es seguro que ocurrirá.

Siri Hustvedt

-¿Qué lectura hace de lo sucedido durante el primer mandato de Trump?

-Desde antes de que fuese elegido, sabía que Donald Trump encarnaba una cepa reaccionaria del electorado estadounidense que, si bien no es nueva, se intensificó con la doble elección de un negro -Barack Obama- para la presidencia. Un número significativo de ciudadanos blancos estadounidenses percibieron el ascenso de Obama a la presidencia como una humillación personal y un menoscabo de su estatus. Lo mismo da que ser blanco en Estados Unidos, un país profundamente racista, siga representando una ventaja enorme.

-¿Qué se desprende de ese apoyo, cómo lo interpreta?

-El hecho de que el apoyo a Trump proceda sobre todo de personas blancas sin título universitario indica el papel que la rebelión populista contra las élites ha desempeñado en su encumbramiento. Sin embargo, en un panorama cambiante en el que los hispanos, los asiáticos y otros emigrantes se han vuelto más visibles en la cultura popular, y en el que las mujeres, los negros y las personas abiertamente LGTBQ se han establecido en puestos de poder e influencia, la «base» de Trump se siente amenazada.

«En caso de fraude electoral, nos movilizaremos con otras organizaciones progresistas y saldremos a la calle en una protesta masiva»

-¿Qué ven sus votantes en Donald Trump?

-Trump toca poderosos sentimientos de resentimiento, inferioridad y prejuicio en sus seguidores, y les ofrece una vía de la vergüenza al orgullo verbalizando el sueño de la vuelta a un país blanco dominado por hombres y dirigiéndose a sus impulsos autoritarios y antidemocráticos.

-¿Cómo ha vivido estos últimos cuatro años?

-A lo largo de los últimos cuatro años, mi miedo a perder nuestra república democrática, a pesar de todos sus defectos, ha ido en aumento. Hemos sido testigos del espectáculo de la corrupción generalizada en la Administración; de la desinformación y la mentira constantes; de la destrucción de las normas establecidas; de la retirada del acuerdo de París sobre el clima y el desguace del Departamento de Estado junto con el de innumerables organismos gubernamentales; de las horripilantes políticas en la frontera mexicana; del alejamiento de los aliados de Estados Unidos; del fomento indisimulado de los grupos violentos, racistas y misóginos, y del abandono acelerado de los ideales democráticos, de la idea de que todos los seres humanos son iguales ante la ley y merecen dignidad.

-Así las cosas, ¿quién cree que será el próximo presidente?

-Si Trump es reelegido, si se niega a dejar el cargo o si los votos no se cuentan limpiamente, creo de verdad que la república no resistirá. Me preocupan los choques violentos provocados por los grupos armados de extrema derecha que se desplazan de un sitio a otro y los procesos judiciales decididos por jueces de la derecha dura. Como la mayoría de los demócratas, recelo de los sondeos. Espero sinceramente una victoria decidida de Biden y Harris, pero no tengo ninguna confianza en ella.

-¿Qué pasará el día después?

-Writers Against Trump (Escritores contra Trump), una organización fundada por un grupo de escritores, entre ellos mi marido (Paul Auster) y yo, estamos organizando reuniones poselectorales vía Zoom para el 5 de noviembre con el fin de reflexionar sobre cuestiones como qué acaba de pasar, qué está pasando en ese momento, y qué pasará a continuación. En caso de fraude electoral, nos movilizaremos con otras organizaciones progresistas y saldremos a la calle en una protesta masiva.

John Banville

-¿Qué balance hace de los últimos cuatro años?

-Desde 2016, cuando estaba en Chicago durante las elecciones, he vivido como siempre, escribiendo e intentado ganarme la vida y cuidar de mis seres queridos. Es lo único que puedo hacer: vivir, amar e intentar preservar un rincón de decencia en un mundo cada vez más degradado y herido. Ser artista es anacrónico en el mejor de los casos, y ese no es ni mucho menos el caso en estos momentos. A menudo pienso en un pareado de uno de los sonetos de Shakespeare, creo que era el 124, maravilloso aunque sombrío, que expresa una ansiedad intemporal: «¿Cómo con esta furia luchará la belleza / cuyo obrar no es más fuerte que el hacer de una flor?».

«Trump será juzgado como el peor presidente que ha tenido ese país hermoso, bienintencionado y esencialmente bondadoso, y desde luego como el más dañino»

-¿Cómo valora, históricamente, la figura de Donald Trump?

-Donald Trump probablemente será juzgado, si es que hay jueces justos, como el peor presidente que ha tenido ese país hermoso, bienintencionado y esencialmente bondadoso, y desde luego como el más dañino. Con calculada irresponsabilidad, él y el Partido Republicano, al que sirve de marioneta, han agitado las aguas más profundas y ponzoñosas del fondo de la ciénaga estadounidense. Trump es una deshonra, y se vanagloria de ello. Pero no debemos olvidar que cuarenta millones de personas votaron por él, y que no todas ellas eran malvadas, o estaban locas o poseídas por una furia permanente e infundada.

-¿Quién cree que ganará?

-Espero que Trump pierda, pero muchas cosas me preocupan. Incluso si sale derrotado, no lo perderemos de vista, ni dejaremos de oírlo, especialmente esto último. Un gran número de estadounidenses, hirviendo de resentimiento nietzschia- no y armados hasta los dientes, están decididos a mantener a su hombre en el cargo, y si no pueden, en el poder. Es un momento terrible para Estados Unidos y para el mundo. Me gustaría poder ofrecer pensamientos más positivos, pero no puedo. Eso sí, en este momento, desde la ventana de la habitación donde trabajo en mi casa de Howth, puedo ver una apacible y muy agradable tarde de finales de otoño. El mundo perdura y sobrevivirá, incluso a nosotros.

Lorrie Moore

-¿Cómo ve a su país?

-Todo el país está cansado de Donald Trump. Hasta los miembros de su propio partido tienen lo que quieren -infinidad de candidatos a la judicatura nombrados directamente para poner en práctica sus planes-, y ahora están cada vez más hartos y se están apartando del presidente.

«La estructura de nuestro Gobierno es esencialmente no democrática, y eso es algo que tardará mucho en cambiar»

-¿Y qué le parece su forma de hacer política?

-Trump no es un animador demasiado entretenido para una pandemia y una depresión. Se le puede ver en sus mítines intentado hacer comedia en vivo con monólogos sin rumbo que tratan de dar con un chiste sin encontrar ninguno. Espera desesperado el rugido de la multitud que él toma por afecto.

-¿Tendrá segundo mandato?

-Creo que va Trump a perder. Pero lo más importante serán las candidaturas a las instituciones por debajo de la presidencia: el Senado y los Parlamentos de los estados. Me temo que Mitch McConnell (líder de la mayoría republicana en el Senado) saldrá reelegido, lo cual resulta frustrante. También habrá problemas de procedimiento. Ya los está habiendo. La estructura de nuestro Gobierno es esencialmente no democrática, y eso es algo que tardará mucho en cambiar.

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