Francesca Thyssen: «El arte es un poderoso medio con enormes facultades inspiradoras y transformadoras»

Pese a no haber ni rastro de ella en la firma del contrato de arrendamiento de las 330 obras de la colección de Tita Cervera , el pasado 9 de febrero en el Museo Thyssen de Madrid, del cual también es patrona, ha viajado esta semana hasta la capital de España para cumplir con un importante compromiso: la entrega de los Premios 'A' de la Fundación ARCO, impulsada por Ifema, que en su 26ª edición le ha concedido el 'Premio Filantropía y Colección Internacional'.

Francesca Thyssen explica a ABC de ARCO lo sorprendida y honrada que se siente por este galardón: «Si por algo me distingo es por no ser una coleccionista que se rige por las reglas del mercado. Sin embargo, aprecio la visibilidad que ARCOmadrid siempre da a los coleccionistas que están comprometidos de manera diferente, es decir, a los protagonistas de programas no comerciales y causas comprometidas. Estoy encantada con este premio y me siento realmente apabullada por los grandesnombres que lo han recibido en el pasado».

Como inspiradora heredera de una larga saga de coleccionistas, Francesca Thyssen siempre se ha considerado una persona con vocación de cambio y comprometida con diversas causas. Labor que lleva a cabo a través de su Fundación TBA21, con sede en Viena y Madrid: «Esto es lo que me llena de esperanza cada día; el pensamiento de que TBA21 verdaderamente pueda marcar una diferencia considerable». A sus 64 años, ha logrado formar una abundante a la par que exclusiva colección, fraguada y moldeada a través de relaciones de colaboración a largo plazo con los comisarios y artistas involucrados.

Siempre ha sentido especial predilección por desafiar el concepto tradicional de lo que se introduce en una sala de exposiciones con grandes instalaciones, composiciones musicales o 'performances'… Asimismo, afirma sentirse enormemente influida por la faceta coleccionista de su padre: «Me inspiró en gran medida su compromiso con la paz a través de sus intercambios culturales con la URSS durante el apogeo de la Guerra Fría. Mi objetivo es continuar esta línea de trabajo: creo sinceramente que el arte es un poderoso medio con enormes facultades inspiradoras y transformadoras».

Curiosamente, esa necesidad de continuar con la tradición familiar no le sobrevino hasta el año 2001, cuando visitó la primera gran exposición en solitario de Janet Cardiff en el PS1 en Nueva York comisariada por Carolyn Christov-Bakargiev: «Por primera vez en mi vida experimenté obras de arte con tal capacidad de conmoverme que desarrollé la necesidad de conectarme más con ellas, incluso de poseerlas». Fue entonces cuando Francesca Thyssen puso en marcha su propia institución con el objetivo de convertirla no sólo en una gran colección, sino en un verdadero lugar de investigación y educación: «Queríamos responder a las exigencias de los tiempos, de manera interdisciplinaria, a través del prisma del arte». Precisamente, estos días, celebra en Madrid los veinte años de su Fundación comisionando la monumental instalación sonora de Cardiff y George Bures Miller , los artistas con los que todo comenzó, Matadero-Madrid.

Creada en 2002, la Fundación Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21) «se ha convertido en una fundación internacional líder en arte y promoción», tal y como señala su promotora. Si algo distingue a Francesca Thyssen del resto de coleccionistas es la reconfiguración radical de la dinámica entre el coleccionista y el artista. Para ella, es fundamental el apoyo a los creadores en el desarrollo de sus carreras, «facilitando sus sueños y provocándoles a llevar el trabajo aún más lejos, fuera de sus zonas de confort». Gracias a ello, ha logrado establecer profundas relaciones de confianza mutua y diálogo continuo. «Algo que todos valoramos durante estos tiempos turbulentos», apunta la aristócrata.

La hija del barón Thyssen remata sus declaraciones para ABC de ARCO con una noticia que la hace especialmente feliz: su nuevo proyecto. El próximo mes de abril, con motivo también de su vigésimo aniversario, TBA21 recalará en el C3A de Córdoba . Lo hará a través de un convenio de colaboración de tres años que abarcará una gran variedad de exposiciones creadas a partir de la colección, así como residencias y programas educativos.

En palabras de su fundadora, se tratará de un programa cuya exposición inaugural, 'Abundant Futures', pondrá énfasis en «las prácticas regenerativas y curativas para reorientar la relación con los bienes comunes y otros no humanos, así como el futuro y las relaciones prósperas de las comunidades». Según Francesca Thyssen, las obras seleccionadas para la ocasión atestiguarán a la perfección «el espíritu artístico y ecológico de las últimas dos décadas de trabajo con artistas hacia nuevas formas de producción, acción, investigación y conservación del medio ambiente».

En esta 26ª edición de los Premios 'A', que otorga la Fundación ARCO impulsada por Ifema, también han sido galardonados:

Colección cmb- coleção moraes-barbosa | Premio a Colección Privada Patinoamericana : Desde 1999, Pedro Barbosa y Patricia Moraes han adquirido más de 15.000 obras de arte conceptual en todo tipo de formatos y de variada procedencia. En concreto, una importante sección de su colección está centrada en arte efímero de los años 60 y 70. La colección ha sido fraguada no solo para reunir obras, sino para reflejar los cambios y fluctuaciones del mundo artístico. Con el paso del tiempo, ha quedado demostrado gracias a su trabajo que una colección por sí sola no es capaz de captar la dimensión del arte contemporáneo, a menudo en conexión con otras formas de arte como la danza o la 'performance'.

Jimena Blázquez Abascal | Premio a Fundación y Colección Privada Nacional: En el año 2000, Blázquez crea la Fundación NMAC (Montenmedio Art Contemporáneo) en Cádiz y desde entonces, ha centrado su trayectoria profesional en torno a la producción de obras 'site-Specific'. Hoy día, ha logrado convertir su institución en una plataforma de creación contemporánea con becas y residencias, abierta al público y pionera en Europa dentro de la red de museos al aire libre. Su colección se caracteriza por la implicación y compromiso con los artistas internacionales de su generación, haciendo especial hincapié en los procesos creativos e intelectuales. El eje principal de su colección: involucrar a los artistas para estudiar y analizar el contexto social, geográfico, político y cultural.

Eduardo Salazar y Juliana Hernández | Colección Joven: Eduardo Salazar-Yusti y Juliana Hernández conforman una singular pareja de coleccionistas caracterizada por mezclar la intuición estética con la profundidad visual, además de por su especial interés en el arte capaz de hacer eco en la sociedad en la que vivimos. En un principio, la esencia de su colección –en la que predominan piezas de artistas latinoamericanos y europeos del siglo XXI– radica en el arte político, las relaciones de poder y la resistencia artística a una vida cínica y superficial, para, más tarde, terminar convergiendo en el cuerpo humano. Paralelamente, han construido un acervo fotográfico y archivístico que recoge la memoria de los movimientos culturales surgidos en Latinoamérica.