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arte

Las siete vidas de Damien Hirst

Damien Hirst representa el «kitch» con acento británico con todos sus defectos y virtudes. Su exposición en la Tate Modern, en este verano olímpico en Londres, da cuenta de ello

laura revuelta

Damien Hirst tiene siete vidas y se conserva mucho mejor que sus animales sumergidos en formol, imagen perfecta de la obra como metáfora de lo excesivo elevado a la enésima potencia . El mundo del arte con su crítica y sus críticos ... a la cabeza le han matado varias veces, han intentado ahogarlo en la aguas del Támesis a plena luz del día, y él siempre ha logrado sacar la testa a flote para tomar un poquito de aire y regresar nadando a las orillas del escándalo, su mejor flotador; a suscitar más odios que amores . Ha «muerto» y ha resucitado varias veces, y eso sin que se note mucho, sin que su cotización se haya resentido en exceso. Señores, el kitsch es así, no apto para aburridos , para bien pensantes, para estetas recalcitrantes. Puede, eso sí, que resulte perfecto para turistas masivos .

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