Carlos Urroz: «He echado en falta una ley de mecenazgo»

¿Cómo ha cambiado ARCO de 2010 a 2019?

Hemos hecho una feria más pequeña en la que la calidad ha primado por encima del número de metros cuadrados. También hemos apostado por reforzar el vínculo con América Latina y trabajado con las galerías para que sus presentaciones sean distintas a las de otras ferias.

De todo ello, ¿qué es lo que más destaca?

Diría que la relación con Latinoamérica, que ya se había desarrollado en los años 90 pero que, en los últimos tiempos, se había perdido en detrimento de un mayor acercamiento a Asia. El continente funciona muy bien como espacio natural para el arte español. Por esta razón, España igualmente ha de ser el acceso a Europa para la cultura latinoamericana.

¿Qué balance hace de estos nueve años?

Para mí ha sido un honor ser director de ARCO. La posibilidad que te da este puesto a la hora de conectar con instituciones, museos, coleccionistas y galerías de todo el mundo es realmente excepcional.

¿Qué dificultades ha encontrado?

Fundamentalmente la crisis económica , que ha hecho que los presupuestos dedicados a arte y cultura hayan quedado muy mermados. También he echado en falta una ley de mecenazgo, ya que hubiera posibilitado, entre otras cosas, la interacción entre el sector privado y el público.

Casi todos los años ha habido una obra que ha levantado polémica. ¿Qué piensa sobre el enfoque mediático que se hace de la feria al respecto?

Soy totalmente contrario. Para nosotros es importante que todos los participantes estén en igualdad de oportunidades, lo cual no sucede si el foco de la prensa se centra en una sola obra . Por otro lado, también entendemos que a los medios les interese destacar ciertos objetos por unas u otras razones.

Usted anuncia que abandona la dirección en noviembre. ¿En qué momento toma la decisión?

No hay un momento exacto. Se trata de creer o no en la renovación de los cargos públicos. Hay países en los que los mandatos están limitados a ocho años, y yo, a partir del séptimo, ya me planteo cuál va a ser mi futuro. Pero antes de irme he querido esperar a que ambas ferias, la de Madrid y la nueva de Lisboa , estuviesen estables y encarriladas.

¿Con qué sensación se va?

Muy buena. He trabajado mucho y muy a gusto con mi equipo, he podido aportar resultados a los expositores y creo que la gente ha quedado contenta.

¿Qué ha aprendido en todo este tiempo?

Sobre todo a tener paciencia, pero también he aprendido mucho de los artistas, de las galerías y de toda la gente interesante a la que he conocido gracias a la visibilidad que te otorga esta posición.

¿Tiene ya un próximo destino cerrado?

Aún no. Tengo unas cuantas ideas y conversaciones que estoy manteniendo a nivel mundial, pero nada claro por ahora. No obstante, y aunque todavía no me quiero adelantar, posiblemente no sea una feria.

¿Cómo ve el futuro del arte contemporáneo?

Creo que, poco a poco, va interesando a más gente. No hay más que ver las cifras de visitas de los museos. Además, la evolución de la tecnología me parece un aspecto que va a influir cada vez más a nivel artístico.

¿Y el suyo propio?

Lo veo fenomenal. Quiero dedicarme a un proyecto que me enriquezca y que sea distinto a lo que he hecho ya. Y, en ese sentido, tengo la suerte de tener a muchas personas interesadas en mi carrera a partir de ahora.