LIBROS
Carlos I, la forja de un imperio
Francisco Javier López Martín relata la fascinante historia del hundimiento del 'Engelen', una auténtica fortaleza flotante
Carlos I de España y V de Alemania
La culpa la tuvo Rosita. Es el nombre de una bombarda de artillería, que el autor de esta extraordinaria investigación, efectuada a lo largo de dos décadas, comenzó a estudiar por su carácter enigmático, llevado por una curiosidad que hoy debemos agradecerle, así como a ... las dos fundaciones asturianas que han apoyado de manera encomiable su consecución, Alvargonzález y José Cardín Fernández. La pieza lleva en su parte central un escudo y una inscripción relativa al fundidor. El suceso inicial al que está vinculada es muy intrigante y da para una verdadera novela de detectives.
Durante solo diez días de mayo de 1518, en condiciones que podríamos calificar de secretas, fueron recuperados en el puerto guipuzcoano de Pasajes desde un buque recién hundido, el 'Engelen', 92 componentes de artillería, cañones o recámaras, junto a 27 arcabuces. Semejante eficiencia se explica por el valor de la carga sumergida: diez cañones y 15 recámaras de bronce; 31 cañones y 36 recámaras de hierro. Aquello no era un barco, para ser precisos una carraca, sino una auténtica fortaleza flotante. Sirva como término de comparación que propone el autor conocer que toda la Armada de Magallanes y Elcano, que por las mismas fechas partiría camino de la especiería y de Asia, «llevaba 110 cañones repartidos en cinco barcos y todos de hierro forjado».
'El primer viaje de Carlos de Habsburgo a España y el hundimiento de Engelen.' F. Javier López Martín. Fundación Alvargonzález/ Fundación José Cardín, 2020. 528 páginas. 30 euros
Al ser el 'Engelen', un navío danés, parece lógica la procedencia escandinava de la artillería. Para ahondar más en el misterio el autor, Francisco Javier López Martín, refiere datos de gran importancia, hasta ahora desconocidos, o insuficientemente integrados en una explicación general. El barco había llegado a las playas de Asturias, a una pequeña ensenada de la ría de Villaviciosa, el 20 de septiembre de 1517, sin avisar y por tanto sin ser esperado.
Heredero de la corona
A bordo venía nada menos que Carlos de Gante, heredero de la corona española tras una serie de f ascinantes carambolas dinásticas , en las cuales su abuelo Maximiliano de Austria, guerrero reconvertido en casamentero, logró lo imposible: que su nieto reinara sobre medio mundo. La comitiva comprendía 200 personas, consejeros flamencos, arribistas, sinvergüenzas e incluso algunas personas decentes, que se dirigieron a pie a las casas cercanas, mientras el navarro Francisco de Viamonte, corregidor de Asturias, se hacía cargo de la situación. Es decir, de la llegada del nuevo monarca español, cuyo hermano Fernando, que a diferencia de él sí hablaba castellano y estaba muy acostumbrado al reino y sus gentes, merodeaba por las cercanías, dejándose querer diríamos, por si acaso.
Disparates
Hay que adelantar que el jovencísimo Carlos I de España, poco después emperador, cometió en esta etapa inicial muchos errores. Quizás el mayor fue escuchar a los rapaces cortesanos flamencos , de eso no hay duda, en vez de seguir los consejos del eminente cardenal Cisneros , que vivía sus últimos días cerca de Aranda de Duero. La vergonzante remisión a Flandes del infante Fernando «pobre y sin contentamiento» le parecía un disparate y así se lo manifestó. Las cuatro partes del libro tratan los orígenes bálticos del episodio , la llegada a España, el viaje y salida de Fernando con el hundimiento (provocado) del 'Engelen', y los intentos de rescatarlo. Resulta fascinante conocer el origen de tanta historia posterior, con mayúsculas.