Hazte premium Hazte premium

ARQUITECTURA

Una Bienal de Venecia en otro espacio mental

Acaba de inaugurar una nueva edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia, la comisariada por Yvonne Farrel y Shelley McNamara. En ella, España apuesta por la dimensión educativa de la disciplina

Detalle de «becoming», la propuesta española para la Bienal de Venecia
Fredy Massad

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A primera vista, la Bienal de Arquitectura de Venecia que se inauguró el pasado sábado comienza cargada de buenas intenciones, en un terreno mental alejado de las veleidades egocéntricas de los comisarios de las dos precedentes, Rem Koolhaas y Alejandro Aravena , respectivamente.

Bajo el título «FreeSpace», las irlandesas Yvonne Farrell y Shelley McNamara proponen una mirada a pie de calle a la arquitectura, con una propuesta que se inclina por rechazar su versión monumentalizada y objetual y la sobreactuación de su responsabilidad social en pos de una versión que equilibraría entre sus dimensiones ideal y pragmática.

Sustancia sensible y democratizadora

Sin embargo, se antoja complicado que esto pueda ser realizado y entendido dentro del gran espectáculo global de la Bienal. Es difícil ver el límite entre sus loables intenciones , tal vez demasiado optimistas y naifs como para que puedan calar dentro de la complejidad de nuestro tiempo y que no sean mal regurgitadas por la propia máquina que las produce.

La Bienal comienza cargada de buenas intenciones, en un terreno mental alejado de las veleidades egocéntricas de los comisarios de las dos precedentes ediciones

Ellas quieren enfatizarla como una sustancia sensible y democratizadora, a la que es posible aproximarse desde una pluralidad de perspectivas. El fin último en el que todas convergen sería una comprensión de la arquitectura como un elemento «cuyo rol es proporcionar refugio a nuestro cuerpo y elevar nuestro espíritu», destinado a «inventar soluciones que aporten bienestar y dignidad a cada ciudadano».

Reivindican asimismo su entidad independiente frente a la autoridad del arquitecto : «Tiene lugar un intercambio entre personas y edificios que sucede aun cuando estos no se hayan destinado o diseñado a tal fin. Los edificios encuentran por sí mismos formas de compartir e implicarse con las personas a lo largo del tiempo», sugieren. Señalan igualmente el hecho de que la arquitectura sirve como un aglutinador de dimensiones temporales y de memoria, «construyendo sobre capas culturales heredadas, entretejiendo lo arcaico con lo contemporáneo».

Yvonne Farrel y Shelley McNamara, las comisarias de esta edición

El tratamiento que han otorgado al ámbito donde se sitúa la Bienal se sustenta en una concepción atenta a las cualidades materiales y espaciales del Corderie y el Pabellón Central, que albergan las secciones principales: la primera, « Close Encounter . Meetings with remarkable projects», presenta trabajos que reflexionan sobre reconocidos edificios históricos; la segunda, «The Practice of Teaching» , reúne proyectos dentro del marco de experiencias docentes. «En la arquitectura el tiempo no es lineal: une el pasado, el presente y el futuro, y esto es lo que se representa con especial atención en la muestra, donde el pasado es revigorizado desde el punto de vista de arquitectos contemporáneos. Y un componente clave para la continuidad de la tradición es la enseñanza».

En 55 adjetivos

La participación española en esta edición parte de esta última premisa. Con el título de «becoming» y comisariada por Atxu Amman , con María Mallo, Gonzalo Pardo, Andrés Cánovas y Nicolás Maruri como adjuntos, el pabellón nacional muestra acciones, discursos y trabajos desarrollados por estudiantes entre 2012 y 2017 (incluyendo tesis doctorales) con objeto de reivindicar la heterogeneidad de propuestas y reflexiones, y «el valor de los ámbitos de aprendizaje como espacio de crítica y creación». En torno a una serie de 55 adjetivos que califican la arquitectura, se reúne una selección ecléctica de propuestas que revisan el pasado; otras que redefinen espacios cotidianos del presente; «propuestas que imaginan un futuro fundamentado en la sostenibilidad, el bienestar y la justicia social, así como fórmulas que entremezclan mundo real y virtual». La conversión del espacio trasero (tradicionalmente usado para almacenaje) en ámbito de la exposición ha sido también una idea de los estudiantes.

«Becoming» asume el peligroso riesgo de explicar los delicados conceptos de «educación» y «pensamiento» mediante una exposición. Esto puede menoscabar su sustancia, por cuanto habría una contradicción entre la lentitud y rigor que son requeridos para el asentamiento del aprendizaje y los efectos de espectacularidad y rápido impacto que demanda la Bienal.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación