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ABC Cultural

ARTE

La Bauhaus era una fiesta y en eso llegó la Gestapo

Walter Gropius fundó la Bauhaus el 1 de abril de 1919. Cien años en los que el movimiento no ha dejado de estar de moda. Su manera de entender el arte (la arquitectura, el diseño, la pintura...) como un todo aún hoy sigue vigente

Una de las fiestas que se montaban en la Bauhaus, en las que participaban profesores y alumnos
Laura Revuelta

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La Primera Guerra Mundial había terminado de la peor manera posible, como la más cruenta de la Historia, y el káiser Guillermo II abdicaba una semana después del fin de la contienda para tomar el camino del exilio. A Alemania llegaba la República de Weimar ... que, pese a su denominación, no tenía muy claro dónde asentar su ideología, a la derecha, a la izquierda o tirar por la calle de enmedio. Incertidumbre más incertidumbre, a la que se sumaba esa inestabilidad creciente que conlleva bajarse del pedestal y ocupar el estatus de nación humillada en el corazón de Europa (de estos barros vinieron esos lodos que ya todos conocemos, con Hitler chapoteando en el centro del charco), pero a algunos ilustres señores aún les quedaban ganas de farra, de tirar para el monte y no ponerle vallas al campo de la creación. Suele ocurrir -ley de historia apócrifa- que tras la falsa calma militar (o dictatorial) llega la fiesta, fiesta: dar palmas y cantar mientras se afilan los cuchillos de las ideas más creativas y críticas. (Hago un paréntesis porque me viene a la cabeza nuestra Movida postfranquista y su terremoto, aunque, lógicamente ni punto de comparación. Dos historias bien distintas).

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