Barcelona se toma en serio su ‘gallery weekend’

Por primera vez, Madrid y Barcelona casi, casi se encuentran en el calendario. Solapar ambas citas sería el suicidio de la segunda (el mercado, guste o no, sigue jugando sus mejores cartas –raquíticas, por descontado–en la capital), aunque se agradece que la Ciudad Condal no ‘tarde tanto’ en darle la bienvenida a la temporada, como en años anteriores, que el ‘gallery weekend catalán’ se llevaba hasta octubre.

Una vez más, el calendario ha hablado , y la celebración esta semana de una edición ‘desubicada’ de la feria de Basel (la feria de las ferias, a la que se tenía muchas ganas) ha obligado a Barcelona a maniobrar y abandonar ‘su fin de semana natural’ para evitar la desbandada. No obstante, puede que este no sea su último movimiento, ya que la agenda suele venir cargarda en Barcelona en estas fechas ( Art Nou , feria Swab , festival Loop ...), hecho por el que los organizadores se plantean un ‘gallery weekend’ primaveral. Habrá que estar atentos.

De momento, la cercanía de las iniciativas de Madrid y Barcelona invita, aunque sea inconscientemente, a las comparaciones. Sin embargo, hay una diferencia fundamental entre la propuesta de Arte_Madrid y la de Art Barcelona , las asociaciones que las promueven. En el primer caso, es obligatorio formar parte de la misma. Los rigurosos criterios de admisión garantizan la calidad de las firmas y, por ende, de las apuestas del ‘gallery’. En el caso de Barcelona, basta con pagar un canon (más elevado para las galerías que no que forman parte de la asociación), lo que da pie a un programa con ciertas irregularidades. Justo por esta cuestión, quedó fuera de Apertura una de las mejores exposiciones en Madrid (la de Ana Vidigal en Espacio Mínimo ). El BGW también cuenta con una ausencia notable: la pequeña retrospectiva de Hans-Peter Feldmann en ProjecteSD , que ha preferido quedarse al margen (precisamente porque estos días viajaba a Basilea).

Pero quedémonos con lo más sobresaliente , aunque resulte inevitable seguir estableciendo lazos entre ciudades. Inevitables, digo, porque no era, de hecho, complicado encontrarse en las galerías barcelonesas estos días de inauguración a algunos de sus principales agentes (comisarios, directores de museos, coleccionistas...). Esto habla muy en positivo de Barcelona, que genera una propuesta que interesa más allá de sus límites.

Una vez más, L’Hospitalet le gana la partida a Barcelona con sus apuestas. Todo lo que vea allí justificará el viaje hasta la localidad vecina. Como lo de Luz Broto , que altera el espacio de etHall (como en el pasado BGW lo hiciera allí mismo Eulalia Rovira ) generando cuatro espacios ‘inútiles’ resultado de jugar con los pilares del recinto. Alteraciones que cuestionan nuestra percepción de la realidad. Por su parte, El venezolano Sheroanawe Hakihiiwe recolecta elementos gráficos de las culturas indígenas de su país natal en Ana Mas Projects .

En el mismo inmueble, en Nogueras Blanchard , uno de esos ejercicios comisariales –con la firma aquí de Joaquín García – que le hacen cosquillas a nuestro intelecto y provocan nuestra imaginación: un encuentro (imposible determinar si no se produjo en realidad, dada la afinidad de sus protagonistas) entre Pepe Espaliú (a través de sus fotos; fotos hechas en Barcelona cuando el cordobés aún ni siquiera se había planteado ser artista) y el escritor Alberto Cardín (desde sus textos, a modo de coda de las imágenes), dos de los mayores activistas LGTBI en España, ya desaparecidos a causa del sida.

En esta misma onda, no sientan reparo en trasladarse a otro punto lejano del mapa, el barrio de Gracia, para cargar las tintas reivindicativas con la colectiva ‘Contact! /Together Again (Poéticas políticas del VIH)’ , en House of Chappaz . Las obras de Fito Conesa, Juan Hidalgo, Wojnarowicz, Antoine et Manuel, Diego del Pozo Barriuso o Michael Roy , entre otros, ilustran bien el miedo a otra pandemia en tiempos de pandemia, bien orquestados por Eduardo García Nieto como comisario.

Regreso de nuevo a L’Hospitalet (que sería como el Carabanchel barcelonés) porque uno de los alicientes de un ‘gallery weekend’ es descubrir nuevos espacios y nuevos nombres. A este de 2021 en Barcelona se suman por primera vez Imaginart o Valid Foto (curiosa fotografía escenificada la de la rusa Alisa Sibirskaya ), pero no se puede dejar de mencionar el de Alegría , galería que casualmente saltó de Madrid a Cataluña, a punto de cumplir allí un año, en noviembre, lo que impidió que llegara al BGW de 2020.

En sus magníficos espacios se mueven este 2021 con comodidad dos pintores antagónicos como Enrico della Torre y Julien Meert , más interesante el primero. Tienen claro sus directores, no obstante, que este segundo ámbito en la galería es más para 'disfrutar' programando. En cuanto a otros nombres del programa del festival, ‘darán que hablar’ creadores que no nos suenan ahora como el turco Dorian Sari en Bombon Projects (acompañado allí por Rosa Tharrats ), la acuarela aplicada al paisaje de Malgosia Jankowska en Víctor Lope o el trabajo ‘pictórico’ (aunque no lo parezca) de la madrileña Carmen M. Castañeda en Chiquita Room .

Como en Madrid, la ciudad rinde homenaje a grandes nombres. Como el de Henri Michaux en Marc Domènech , tras muchos años 'ausente de la Ciudad Condal, y el de Zóbel en Mayoral . O el merecido que Àngels Bercelona esboza de la ya desaparecida galería Estrany de la Mot a , poniendo frente a frente a los artistas de una y de la otra. De ahí la ironía del título (que refiere a una exposición mítica de la historiografía española), "Ni crudo, ni cocido", con las líneas de unión en los intereses entre, por ejemplo, Fontcuberta y David Bestué , o Pep Agut y Martí Anson . También el de las autoras históricas del textil de Artur Ramon ( Aurelia Muñoz, Marga Ximénez, amparo de la Sota ...), en el que un irregular montaje, como en la colectiva de 3 Punts , no permite paladear bien el conjunto.

Como en Madrid, autores conocidos que no defraudan: María María Acha-Kutscher , que ilustra la indignación de la última década en rostros femeninos, mientras Marinella Senatore invita a regresar a las calles. Todo ello ocurre en ADN . Teresa Solar se crece con sus esculturas (también en sus dibujos) en Joan Prats , como Yamandú Canosa , muy bien ‘desmigajado’ en Zielinsky . Incluso, ambas ciudades comparten a Miquel Mont , que en Rocío Santa Cruz le gana la partida a Formato Cómodo...

Faltan líneas para condensar propuestas: la colectiva, cibernética, de Dilalica ; la (es)cultura del esfuerzo de Vanesa Muñoz en Alalimón (que además estrena segundo espacio en sus bajos con la foto festivalera de Rafael Arocha ); la pintura que desafía el plano de Guillermo Pfaff en Carles Taché ... Este ‘gallery’ refuerza sus programas de coleccionistas y de adquisiciones, con acuerdos con instituciones en espacios como Piramidón o la Fundación Vila Casas . También sus paseos guiados y el volcado de contenidos en web con RedCollectors (como hizo, sí, Madrid). Sin duda, Barcelona se toma (más) en serio la labor de sus galerías.