Juan Carlos Martínez: «Me interesan las identidades difusas»

«Reality Show» es un título impecable para entender ciertas claves de su trabajo y los contenidos de esta cita.

Reality show responde a una actitud que tengo con respecto al trabajo. Me interesa poner el énfasis en esas epopeyas cotidianas que pueden pasar desapercibidas y que, según los contextos, adquieren una u otra lectura. La exposición reúne siete proyectos relacionados en los que me sirvo de lo documental para remarcar que toda imagen es una construcción artificial e intencionada. Esa es la idea de exhibicionismo que me interesa, es decir, la que alude a la necesidad de toda imagen de hacerse pública. No niego que trato temas controvertidos, pero mis imágenes hacen alusión a la mirada, a su representación y a su justificación.

El conjunto «University Neighbours» es el más conocido. Partamos de sus claves.

Como todos los proyectos, nace de una situación real y no se desarrolla con actores. Por entonces, me encontraba becado en una residencia universitaria en París. Me parecía muy atractivo cómo al anochecer las ventanas se convertían en escaparates. Quise materializar cómo estos espacios se hacían visibles desde su exterior. Y más que tomar imágenes de manera furtiva, mi deseo fue abordar de frente a los estudiantes que los habitaban. Les invitaba a posar para el retrato. Eso generaba una tensión, pues el modelo era un desconocido, y cuando accedía a posar, era él el que tomaba el papel activo en la contemplación y el que se mostraba desafiante.

Uno de los conceptos básicos a los que alude es el de intimidad. ¿A qué queda reducida en la sociedad de los «realities» y las redes sociales?

La intimidad está relacionada con lo personal pero también con lo ajeno. Es un concepto, que, pese a los cambios de época, mantiene de forma rígida sus contenidos, que van de las creencias a los actos relacionados con la higiene o el sexo. Mis trabajos abordan cómo esta se hace accesible en el espacio público. Y es la mirada la que marca el acceso los contenidos. En el caso de los University Neighbours , sus protagonistas eran encontrados mientras paseaba, pero las imágenes de Les toilettes se recuperan de Internet y las de Fraternity son grabadas desde mi balcón en un hotel, mientras el acto que les da pie se desarrollaba en la piscina. Aludo constantemente a cómo el soporte marca también la gravedad del contenido. Me gusta reparar en los límites sutiles que convierten lo privado en público o que legitiman su difusión; subrayar hasta qué punto somos conscientes del uso que hacemos de nuestra privacidad. Tenemos asumido que existe una cierta intimidad, pero luego somos muy permisivos con sus límites: Y nos encanta llamar la atención, tener más seguidores en las redes sociales, ser parte del espectáculo, mostrar para seguir estando presentes...

Hay mucha intencionalidad archivística en lo que hace.

El archivo está bastante presente en mi trabajo, dado que me interesa recoger diferentes situaciones que se repiten en torno a un mismo concepto. En mi primera muestra aquí, buscaba documentar los parajes al aire libre en los que tienen lugar encuentros sexuales esporádicos. Los universitarios son todos ellos retratados en bajo las mismas circunstancias. En el caso de las fotos de Room Archive , espero a que las personas que usan las web-cams en internet para ofrecer shows eróticos desaparezcan de la pantalla para fotografiar su entorno. Eso dota de mayor intensidad al objeto de deseo. Y solo queda, como información, el nick y el formato ventana. En mi labor hay mucho de sociólogo, de observador, de analista.

¿Intimidad e identidad son conceptos sinónimos?

La identidad como conjunto de datos de un sujeto no me interesa para nada. Lo que me interesa es cómo proyectamos fantasías sobre prototipos, y eso se ve muy bien en la serie Escondidos , en la que nos hacemos una idea sobre sus personajes por su vestimenta o su posicionamiento en la imagen. Huyo de la identidad. Por eso a la gente que retrato no la conozco. Prefiero quedarme con la imagen idealizada sobre la que se construye la imagen. Y por lo mismo me interesan las imágenes lejanas, difusas.

Se le ha tildado de «voyeur».

Como artista visual, me posiciono e investigo cómo funciona la mirada y cómo el acto de mirar es algo en lo que estamos inmersos sin proponérnoslo. Estamos rodeados de intimidad y todos somos testigos de los acontecimientos a los que hago alusión.

Tenemos la mirada del artista y la del modelo. Falta hablar de la del espectador. ¿Cómo cierra el círculo?

Es algo que no me planteo, pero sí me interesa la ambivalencia con la que trato los temas. No quiero ser explícito. Y no quiero quedarme solo en el acto de mirar. Yo te muestro cómo he visto estas situaciones. Como las afronten después los demás, no lo puedo decir. Y ni yo me invento nada, ni creo historias paralelas.

La cita parece una especie de pequeña retrospectiva.

Lo es en cierta medida. Pero he querido tirar de proyectos que servían para contextualizar una tesis. Por eso el documentalismo de Les toilettes, que fue mi primer trabajo con imágenes de web-cam , pese a ser antiguo, dialoga bien con los Room Archives . Otros conjuntos hablan del deseo de proyectarse, de exhibirse, de mostrarse de forma consciente. Han pasado cuatro años desde mi ultima cita aquí, he hecho más trabajos, pero no se trataba de abrumar con todos. Pretendía dar una imagen sólida sobre mi obra y acabar con determinados clichés.