Suscríbete a
ABC Cultural

LIBROS

Adam Zagajewski y la comunidad de desterrados

Zagajewski pertenece a una familia que huyó de su tierra con la ocupación soviética. En «Una leve exageración» evoca esos recuerdos

Adam Zagajewski
Mercedes Monmany

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«Pienso en los desterrados, en su sufrimiento. Pienso en mi padre que mientras conservó la memoria coleccionó álbumes, libros y planos de Lvov», dice Adam Zagajewski (Lvov, actualmente Ucrania, 1945) en su último y espléndido libro de prosas. Excelente prosista, autor de diarios ... y ensayos además de poeta, un rastro de lo que podría muy bien ser un magnífico y fragmentario volumen de memorias se reparte por muchos de sus más memorables libros. En el caso del volumen ahora aparecido, de forma casi estelar, están presentes una y otra vez «los guardianes» de la memoria de aquella bellísima ciudad natal un día abandonada. Muchos polacos, como fue el caso de la familia de Zagajewski, tuvieron que abandonar Lvov tras finalizar la Segunda Guerra Mundial y quedar en manos soviéticas. Su familia, no de intelectuales pero sí de la «intelligentsia», como él aclara, encabezada por la figura cálida e irónica de su padre, Tadeusz Zagajewski, ingeniero y catedrático, entraron a formar parte de una nostálgica y poco asimilada «comunidad de desterrados» en Silesia. Una comunidad reconocible sobre todo a través de inconsolables heridas y de cicatrices compartidas . Un mundo «diferente», al margen, que ocupará en este libro numerosas páginas llenas de emoción: «Todos formábamos parte de la comunidad de desterrados; desterrados con una mirada fija en el pasado».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia