LIBROS
Aciertos y errores en las pandemias del pasado
El historiador José Enrique Ruiz-Domènec recorre la historia de otras crisis sanitarias que pusieron en jaque a la humanidad
Médico de la peste, grabado de Paul Fürst, 1656
También las epidemias tienen historia. Es más. En la medida en que afectan a los seres humanos, es lo único que poseen. Como todo lo que nos afecta, al hablar de ello le ponemos orden. Las palabras son parte de la curación. En una ... frase memorable, el autor de este libro, maravilloso y oportuno, señala: «Una vacuna es el triunfo de la constancia del saber médico sobre el gélido dominio de la naturaleza» . No apto para ecologistas angélicos, irracionales fanáticos y manipuladores populistas, el maestro de historiadores José Enrique Ruiz-Domènec nos enfrenta en él -sin anestesia- a la experiencia humana en el pasado, frente a plagas similares al coronavirus. ¿Hay algo nuevo bajo el sol? Al igual que en el tiempo presente, nuestros antepasados ¿padecieron los peores gobiernos en los instantes cruciales? En el año 542, cuando «el mundo cambió por una pulga» y la peste bubónica se apoderó de Bizancio, también hubo negacionistas, sanitarios abnegados y la heroicidad quedó registrada en las crónicas.
La pulga no venció a Bizancio, pero nada volvió a ser como antes. En la estela de los «momentos estelares de la humanidad» del gran novelista Stefan Zweig , El día después de las grandes epidemias propone al lector un viaje en el tiempo y en el espacio, bajo una fórmula infalible. Si la historia es por un lado «maestra de la vida», y por otra «un equilibrio entre el desafío y la respuesta», podemos aprender mucho mirando atrás sin ira . Lo fundamental, que en cada una de las cinco grandes pandemias analizadas por capítulos y en el epílogo dedicado al coronavirus los seres humanos fabrican «una imaginativa respuesta que abrió las puertas a un futuro prometedor». La restauración del clásico principio de causa y efecto, arrasado en nuestras sociedades occidentales por la brutalidad y el resentimiento contra la tradición , auspiciados todavía hoy por los «intelectuales» (alguno con poltrona ministerial), que viven de las ficciones de los años sesenta, tiene, nunca mejor dicho, un efecto curativo revolucionario.
La plaga que asoló el imperio bizantino en tiempos de Justiniano y Teodora abrió paso al primer esplendor del islam , favorecido por el abandono de tantas comunidades de cristianos resistentes, así como a la Europa medieval. La terrible peste negra de 1348 -como tantas, de procedencia asiática- produjo la expansión marítima y el Renacimiento . La viruela, que llegó a México antes que Hernán Cortés , originó la América hispana, «extremo Occidente». Las epidemias del siglo XVII trajeron la era de las revoluciones, industria y capitalismo. La reacción a la mal llamada «peste española» de 1918, trajo ciencia, arte y mejora de la expectativa de vida a nivel global. Este es un libro lleno de soluciones para un tiempo de miedos colectivos «por el porvenir malogrado».