arte
Primer «Gallery Weekend»: La Barcelona vigoréxica
Barcelona celebró a principios de mes su primer «Gallery Weekend», o apertura conjunta. El evento sirvió para conocer los nuevos espacios de ciertas galerías y el modelo de mercado por el que apostarán
La pregunta fue formulada a un buen puñado de galeristas, pero casi todos remoloneaban al responder : ¿Por qué Barcelona ha tardado tanto tiempo en tener una apertura conjunta, y con entidad, de temporada? Por sus circunloquios se daba a entender que en la mala sintonía entre las muchas asociaciones que hasta ahora les representaban (y que ha ido reduciéndose en número hasta sobresalir Art Barcelona ) se hallaba la causa. Y en ese tiempo perdido se les adelantó Palma (la Nit de l'Art) , Valencia ( Abierto ) o Madrid, donde Apertura es desde hace años un acontecimiento.
Pero como no tiene sentido llorar sobre la leche derramada , la ciudad se ha puesto las pilas, y a principios de mes celebraba su primer Gallery Weekend (BGW) , que también sirvió para conocer el nuevo mapa galerístico en la ciudad (tras las mudanzas propiciadas por la ley de arrendamientos ), y el modelo de mercado por el que pretenden apostar.
Declaraciones de intenciones
Es el caso de Senda , que se traslada en Trafalgar a lo que era un antiguo taller textil , en su día, vecino de la muralla. La reforma de Puig + Mir habilita más de 300 m2 como ámbitos expositivos, lo que duplica a los que contaba la galería en Rambla Cataluña. Como en otras salas que estrenan espacio, la muestra inaugural funciona como declaración de intenciones (en este caso, una cita del francés Mathieu Pernot , con el que la galería llevaba tiempo intentando trabajar, pero sin encontrar hasta hoy el momento) y para «bombardear» el resto de salas (ahora parece que sobran los metros), con selecciones de artistas con los que ya colaboraban.
«Estamos contentos. El goteo de visitantes no cesó. Se han cerrado ventas» (ADN)
«A agentes como Carles Tache o a mí hacía tiempo que se nos daba por muertos –explica Fidel Balaguer , otro de los que han hecho las maletas; él, hasta Roger de Flor, 5–. Por eso ahora no se entiende que hasta tripliquemos el espacio. Sinceramente, creo que este es el último intento de crear mercado . Si no funciona, es que Barcelona en sí no funciona para el arte contemporáneo». En su caso, no son los alquileres abusivos los que provocan el cambio: es que le salía más barato trasladarse a lo que fue una empresa de productos ignífugos , que deja su impronta en el nombre (Balaguer-La Termo), y en la que hay hueco tanto para la última serie pictórica de Diego Pujal como para que instale allí su estudio Víctor Jaenada .
Porque lo que está claro, y así lo constata Miguel Ángel Sánchez ( galería ADN ), miembro del comité ejecutivo del BGW, la intención es grabar a fuego en la mente de los coleccionistas internacionales que la capital catalana es «el destino» al que tienen que dirigirse en octubre a comprar: « Nuestro referente es Berlín y su gallery weekend . Su programa fue deficitario los tres primeros años». Para esta ocasión, hasta cien collectors han sido invitados bien por el BGW, bien por la feria Swab , promovida justamente por un colega (la colección Diezy7), y que hizo coincidir su séptima edición con la iniciativa.
Por «cabezones»
«Acabamos contentos porque el goteo de visitantes no cesó y porque se han cerrado ventas», continúa Sánchez. Desde luego, no era lo mismo mostrar el trabajo comprometido de Bouchra Khalili , como hacía su galería, que los «cabezones» y dibujos de Antonio López ( galería Marlborough ), que atrajo riadas.
«Lo primero que hubo que hacer fue quitarse de encima complejos –prosigue–. Se temía que el programa final no fuera atractivo y precisara de complementos. ¿De verdad que 21 galerías mostrando lo mejor de cada casa no iban a presentar algo digno ?». Y cierto es que los proyectos de Francesc Ruiz ( Estrany-De la Mota ), Matt Mullican ( ProjecteSD ), Richard T. Walker ( Àngels Barcelona ), Antoni Llena (A/34), Daniel G. Andújar y Rogelio López Cuenca en la pop gallery barcelonesa de Palma Dotze o Matt Maden ( etHall ), entre otros, cubrieron el expediente por sí solos.
La intención es grabar en la mente de los coleccionistas que la ciudad es su destino en octubre
Aún así, se quisieron sumar otros, de instituciones de todo tipo y condición: MNAC , fundaciones Miró y Tàpies, Homessesion, Green Parrot , la Blueproject , el Pabellón Mies Van der Rohe... Hasta el MACBA , que fue sede de la fiesta inaugural y que abrió sus expos hasta la madrugada. Allí se estrenaba oficialmente como director Ferran Barenblit , que reconocía que la Barcelona con la que se reencuentra no es la que dejó, «y en ello han tenido mucho que ver las galerías»: « Madrid y Barcelona siempre han sumado cien en conjunto. Pero una ha estado a veces más cerca del 20 y otra del 80, una más del 60 y otra del 40... Ahora están las dos al 50/50. Y eso beneficia a todos».
Otro de los interesantes programas paralelos fue Composiciones , con intervenciones en espacios emblemáticos de la ciudad, como las de Daniel Steegmann Mangrané en el Umbracle de la Ciudadela; Pere Llobera y Rasmus Nilausen en los jardines del Raval; o Dora García en la Biblioteca del Campo Freudiano. El proyecto llevaba la firma de Latitudes, del que forma parte Mariana Canepa , que así definía lo que está sucediendo: «El modelo que primero se pensó para relanzar Barcelona fue el de feria. Fueron los años en los que se llamó a Vicente Todolí. También se pensó en Rosa Martínez , que ya dirigió una bienal aquí a finales de los ochenta, para que llevara a cabo un estudio preliminar para conceptualizar un futuro BGW. Se han intentado acciones conjuntas, como A3Bandas o Art Nou . Al final se ha visto que un gallery weekend es lo más conveniente. Estamos comenzando y cometeremos errores. Nos estamos conociendo».
Deslocalizaciones interesantes
Una de las mejores propuestas de Composiciones se ubicó en la antigua fábrica Cosme Toda, un recorrido por la Historia de la luz a cargo de David Bestué en L'Hospitalet de Llobregat. Barcelona se deslocaliza y surge un nuevo epicentro (es sede de Tecla Sala y la plataforma Salamina), al que se acercan ahora galerías como Ana Mas y Nogueras/Blanchard .
Allí, en el edificio de una antigua imprenta que comparten, se deja sentir un espíritu más informal. La primera tira la casa por la ventana y dirige además otro espacio en Puerto Rico . Los segundos, mantienen la galería de Madrid y utilizan la de Cataluña para contextualizar el trabajo de la capital: «Dado que no dependemos del mercado , queremos jugar a ser una institución –nos dicen–. Presentaremos artistas de otras generaciones a los que no representamos pero que explican nuestra labor». La muestra actual del serbio Mladen Stilinovic lo ejemplifica.
«Si esto no funciona es que la ciudad no está preparada para el arte actual» (F. Balaguer)
De vuelta a Barcelona, otro que intentó crear un «hub» de galerías en torno a Montjuïc fue Carles Taché . Pero fracasó en el intento. El veterano galerista dejó el Ensanche por un nada despreciable local en la calle México de más de 1.000 m2 , que ahora «se llena» bien con una colectiva (más el espacio anexo de proyectos que dirige su hijo Carlos). ¿Significa eso que el mercado tocó con su varita a Barcelona? «En absoluto –responde–. Es que mi contexto es otro. Trabajo con artistas de primer nivel y hay que dar respuesta a sus necesidades». La idea es realizar «proyectos de museo» y prolongar sus fechas durante meses.
En contra
Y como no todo podía ser color de rosa, los hay que no están contentos con el nuevo ritmo . Entran en juego las galerías alternativas. Aunque una cosa debe quedar clara: ante los tamaños que se imponen en la ciudad, cualquiera de estos espacios podría formar parte del mainstream en Madrid. «Se les llena la boca hablando de arte emergente , el que enarbolamos nosotros, que no podemos pagar los 5.000 o 6.000 euros que se le pidió a cada galería para participar en el BGW», explican las responsables de Escalera de Incendios . Y aunque la organización lo rebaja a unos 2.000 euros más el diez por ciento IVA, ellas, ni cortas ni perezosas, y junto a otros agentes off de la ciudad ( El Catascopio , Espronceda Center , La Plataforma , Oslo Graphic , Sardinuka y la feria Art Photo BCN, promovida por la galería Art Deal Project ) se montaron su propio Young Gallery Weekend en esos días, con actividades especiales, fiestas y visitas guiadas.
Barcelona saca músculo. Tanto, que ya no se reconoce en el espejo. Que sea para bien.
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