Federico Sposato: «Deberíamos reflexionar sobre el peligroso rumbo que está tomando el arte de acción»

Qué le interesa. Los cuestionamientos de género, y con ellos, el de la masculinidad, se están tratando y redefiniendo constantemente por parte del arte contemporáneo desde bien entrado el siglo XX. Con la crisis de la modernidad, y gracias a la irrupción de pensamientos posmodernos, se comenzaron a realizar nuevas aproximaciones hacia la identidad de género, pero desde el punto de vista del feminismo, las minorías por orientación sexual, racial o discapacidad física. Sin embargo, el hombre masculino heterosexual no ha revisitado su condición desde dentro.

En mi trabajo, la masculinidad se muestra como un constante proceso de construcción, una categorización que se adquiere/gana durante un largo y duro proceso de socialización. Un continuo ejercicio performático, en el que no solo hay que ser hombre, sino demostrarlo a diario. Puedo sintetizar mi obra en una simple, a la vez que obviada e incómoda pregunta: ¿qué es ser un hombre?

De dónde viene. En mi época de universidad, mis intereses eran sobre todo pictóricos, con lo cual participe en varias exposiciones de pintura. También llamaban mucho mi atención propuestas de intervención en el territorio. Formé parte de In Urbe, en 2006, o Espai Trobat, en 2008, en la provincia de Alicante, donde residía en aquel entonces.

Poco a poco abandoné la pintura y me interesé por el arte de acción, tomando como soporte sobre todo la fotografía y el vídeo. Pase un período de carácter experimental y de adecuación a los nuevos medios, una necesaria fase de puertas adentro, que me sirvió también para focalizar mis intereses.

Últimamente he participado en exposiciones como PhotoALC: Light territories (Alicante); De tal palo tal astilla (Zaragoza); Aquí y allá, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid , o la exposición Cienestudios, sobre arte de género, en el espacio Cienfuegos de Málaga .

De todos los proyectos que he realizado hasta el momento, el más destacado (por trascender a los medios de comunicación y ser el que ha obtenido mayor visibilidad), puede ser Pay x Piel , un work in progress en el cual cualquier persona puede comprar un trozo de mi cuerpo para tatuar su nombre en él, estableciendo una critica directa al sistema capitalista voraz en el que nos encontramos anclados.

Supo que se dedicaría a esto desde el momento en el que... Sinceramente, no encuentro un momento significativo o hecho puntual que haya sido determinante para que entendiera y optará por el arte como medio de vida. Pero tampoco entiendo mi vida desvinculada del arte; es más: podría decir que me asusta imaginármela. Más allá de la imagen que pueda proyectar, dado el tipo de obra que llevo a cabo, soy una persona profundamente reservada y tímida. Conforme pasa el tiempo, descubro que voy perdiendo las pocas habilidades sociales con las que contaba. Así, la expresión artística es mi salvavidas, mi manera de relacionarme con el mundo.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del arte para «sobrevivir»? Me encantaría decir que el tener que pedir un préstamo bancario a diez años para costear parte de mis estudios, el depender de la ayuda económica de mi padre para realizar obra o vender piezas por precios que apenas cubren la producción son algunas de las cosas más raras que he tenido que hacer en el ámbito artístico. Pero la experiencia me ha demostrado que esto es un denominador común para gran parte de los jóvenes de mi generación.

Así, puedo citar algunos trabajos (cuanto menos extravagantes) que he tenido que realizar de forma paralela para llevar a cabo determinados proyectos o subsistir, algunos de ellos fueron: recorrerme grandes almacenes de Madrid y alrededores disfrazado de robot promocionando el estreno de una película ; «atrezarme» con un enorme corazón como sombrero y unos brazos gigantes de gomaespuma y repartir abrazos por la vía pública, o ser un atípico Papá Noel con acento ruso para una cena de empresa.

Extraña fue una propuesta que rechacé, en la cual un programa de televisión me planteó que realizara una performance en directo (completamente descontextualizada), casi como si se tratase de un espectáculo circense. Lo cual nos lleva a reflexionar sobre el peligroso rumbo que está tomando el arte de acción, muchas veces reducido a mero espectáculo, siendo responsables a partes iguales tanto artistas como medios de masas.

Su «yo virtual». Mi yo en la red consume infinitamente más contenido del que genera. Tengo un perfil en Facebook que me resulta muy útil para mantenerme conectado con lo que se está haciendo casi a tiempo real. Pero, de momento, lo utilizo como una ventana cerrada: miro detrás del cristal, y la entreabro esporádicamente para decir alguna cosa suelta o si alguien me tira una piedrita.

Tengo un canal de vimeo con algunas vídeo-performances alojadas y una pagina web personal . Mi manera de navegar es bastante caótica. Me podría definir como una especie de flâneur virtual. Me gusta dejarme llevar, descubrir nuevas plataformas y artistas.

Con ello, suelo ser habitual en PAC , XTRart o The Art Boulevard . Me parecen interesantes y necesarias propuestas frescas como Curador o The Lighting Mind .

Dónde está cuando no hace arte. El estar comenzando en el mundo del arte, no estar representado, tampoco poseer una holgura económica como para poder trabajar con cierta tranquilidad, es un hándicap. No quiero decir que sea un impedimento, ya que, en muchas ocasiones, la falta de recursos es uno de los mayores detonantes para la creatividad; pero es innegable que esto se convierte en una preocupación y tensión constante.

Con lo cual, mucho tiempo lo invierto disfrazado de caza-concursos. Me obligo a mantenerme al tanto de todas la convocatorias que surgen, intentando aprovechar las oportunidades que encuentro viables. Un trabajo que en lo personal me resulta agotador, pero entiendo como un transito necesario por el que hay que pasar. Procuro que se convierta en una vía de aprendizaje más.

También estoy atento a talleres, charlas y conferencias, sobre todo las impartidas por artistas en activo. Tengo la necesidad de mantenerme en constante formación.

Qué se trae ahora mismo entre manos.Acabo de producir una pieza con la cual voy a participar en Lacolect , que se inaugurará en marzo. En este preciso momento me encuentro rodeado de casi un millar de pequeños anuncios que ofertan servicios sexuales que he recogido de la calle, que se transformaran en Novecientas noventa y nueve grullas de papel, obra específica que formará parte de Franqueados 0.15 y podrá verse a partir del día 19 de este mes.

A su vez, llevo bastante tiempo trabajando en un proyecto basado en perfiles masculinos heterosexuales substraídos al azar de una pagina web para ligar (un mundo que desconocía y me parece fascinante). Estoy a punto de alcanzar una solución formal definitiva, y espero que pronto pueda ver la luz.

Le gustará si conoce a... Por formación tengo un background bastante amplio en lo que se refiere a la Historia del Arte, y, aunque sea de manera inconsciente, esto impregna todo mi proceso creativo. Las influencias más significativas las tengo que asociar al situacionismo y el accionismo vienés.

Es innegable la profunda huella de los grandes nombres de artistas de la performance: Marina Abramovic , Valie Export, Ana Mendieta (por citar tres entre tantos), han sido y son referentes claros y determinantes.

He tenido la suerte de ser alumno y entrar en contacto directo con artistas a los que admiro como: Cabello/Carceller, Tania Bruguera, Jota Castro, Jesús Mico, Eugenio Ampudia , Daniel Tejero o Yolanda Dominguez. Aquí tengo que destacar a Ciuco Gutiérrez y Beatriz Martínez, mis tutores durante el Master de Fotografía Conceptual y Artística, quienes fueron clave para encauzar mi trabajo hacia el punto que se encuentra actualmente.

Me interesa y resulta altamente estimulante la obra de artistas como Fernando Bayona , Veronika Márquez o Miguel Andrés. Para cerrar esta pequeña lista, tengo que mencionar a dos compañeros de ruta de los cuales he aprendido muchísimo: Leónidas Spinelli y Santi Ruiz.

¿Cuál es su obra favorita hasta el momento? Entiendo el hecho artístico como un continuo viaje de conocimiento y desarrollo personal, por lo tanto, creo ciertamente que las mejores obras siempre deberían ser las que están por llegar (o por lo menos, ese debería ser nuestro compromiso como creadores).

En todos mis trabajos asumo un alto nivel de exposición, y me implico de manera tanto física como emocional. En el momento mismo de la ejecución intento tener la máxima de las convicciones, dejar ahí toda mi verdad. Acumulo huellas, y encuentro la satisfacción en el proceso. El resto se lo dejo al espectador.

¿Por qué tenemos que confiar en él? La cuestiones de género han sido ampliamente estudiadas, debatidas y redefinidas por parte del arte contemporáneo; sin embargo, existen muy pocas voces masculinas heterosexuales a este respecto. Hemos mirado hacia otro lado, intentando mantener un sistema que esta lleno de grietas, seguramente por comodidad, por encontrarnos en una postura de dominio y control. El mundo marmoleo construido por la sociedad patriarcal se desmorona, y el hombre, por vez primera, esta obligado a interrogarse sobre su propia identidad y sobre la validez del gran relato que la sustentaba. Yo simplemente continúo el camino abierto por las teorías feministas, gays o queer, asumiendo los riesgos que implica hacerlo desde dentro.

No sé si mis planteamientos serán los correctos. Creo que es una duda lógica cuando se transitan caminos inexplorados. Sin embargo, intento trabajar con la mayor honestidad. No escondo nada: huyo de poéticas y artificios, y, aunque no me atrevo a pedir confianza, puedo asegurar que se me ve venir.