Sofi Oksanen, «Cuando las palomas cayeron del cielo»

Un día, Rosalie aparece muerta en circunstancias no aclaradasCon tintes de apasionante «thriller» policiaco y con un trasfondo que mezcla la intriga de crímenes silenciados en los oscuros días de la guerra, espionaje a varias bandas, heroicos actos de resistencia, secretos de familia, reinvención de identidades y pérfidas delaciones de colaboracionistas deseosos de borrar toda huella , Sofi Oksanen sigue dominando el relato, de principio a fin, con una áspera y escalofriante fuerza poética. Intercalando motivaciones personales y recónditas, ocultas historias de amor o ambiciones insaciables, entreteje una pieza perfecta de orfebrería literaria. Un texto vertiginoso que atraviesa épocas y personajes sin cesar resucitados, aparecidos en los archivos o escondites más impensables.

Desengaños y mitos

Esta grandiosidad épica la alterna Oksanen con una caleidoscópica precisión psicológica que enfrenta a cada personaje, principal o secundario, con la crueldad y las atrocidades de la Historia. Una adaptación a cada nuevo tiempo que muchas veces no permite las medias tintas. Ahí están los honestos y los malvados , los valerosos y los sumisos, los resistentes y los fervorosos colaboradores con la infamia de cada momento.

Oksanen sigue dominando el relato con una áspera y escalofriante fuerza poéticaHija de madre estonia y padre finlandés, Oksanen encarna la dolorosa memoria de zonas mal conocidas de Europa, cuya identidad se borró del mapa durante décadas de ocupaciones extranjeras. Se ha convertido en una insustituible especialista en narrar de forma cruda y sin concesiones, con desengaños y también mitos derrumbados –como el del «talante fascista de los nacionalistas estonios» que durante años la Unión Soviética se dedicó a divulgar para desprestigiarlos– la azarosa y sufrida trayectoria de los países bálticos. N aciones sometidas, como Estonia, sin apenas un respiro , a dobles tiranías intercambiables. Así lo especifica su relato, divido en diversas fases históricas: una primera ocupación soviética, de 1940 a 1941; otra ocupación de la Alemania nazi, entre 1941 y 1944; y por fin, nuevamente, el largo periodo de ocupación soviética (1944-1991).

Para su historia y para la fantasmagórica recreación de la figura de un traidor, de un camaleónico personaje que cambia de nombre y biografía con cada nueva ocupación, Oksanen se basa en un siniestro militar estonio, Edgar Meos, que llegó a estar a las órdenes de cinco agencias de espionaje distintas, tanto nazis como soviéticas, y logró salir indemne.

Diario dirigido al futuro

Los protagonistas de «Cuando las palomas cayeron del cielo» son dos primos, profundamente distintos, que viven en un pequeño pueblo no lejos de la capital, Tallin. Uno, Rein, cuyo padre ha sido deportado a Siberia, es un joven valeroso y honesto que se dedica a proteger a su primo, Edgar, de cada escaramuza con los soldados en el bosque. Edgar, trapicheando siempre en su provecho, es un cobarde, un desertor que solo busca salvar el pellejo en cuanto la ocasión lo requiere. Está casado, en un matrimonio casi inexistente , de puertas para afuera, con Juudit, prima de Rosalie, la novia de Rein.

Es una filigrana histórica y psicológica de afilada intensidad Un día Rosalie aparece muerta en circunstancias no aclaradas. Pero con los alemanes como nuevos señores de la tierra habrá pocas esperanzas de esclarecer lo que Rein cree que es un crimen. En ese momento Rein decide comenzar a escribir un diario dirigido al futuro, «al momento de reconstruir el país, cuando todo lo robado, destruido y sacrificado regrese a su estado anterior, como una película proyectada al revés».

Lo malo es que el diario, años después, irá a parar a las peores manos, dejando una infinidad de pistas, a pesar de sus numerosos nombres escritos en clave. Pistas que los asesinos y traidores que han sobrevivido a todas las etapas no están dispuestos a que salgan a la luz.