El arte que se comunica por el teléfono móvil
Foto hecha con el móvil por Sean Mackaoui para la colección Ascensión Amaro - abc
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El arte que se comunica por el teléfono móvil

Los teléfonos móviles amplían las posibilidades de los artistas. Las colecciones digitales de Ascensión Amaro y La Panera, junto a la muestra fotográfica «Sólo móvil» (Madrid), lo atestiguan

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Los teléfonos móviles amplían las posibilidades de los artistas. Las colecciones digitales de Ascensión Amaro y La Panera, junto a la muestra fotográfica «Sólo móvil» (Madrid), lo atestiguan

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  1. «Colección Ascensión Amaro. Volumen 1» (Madrid)

    Foto hecha con el móvil por Sean Mackaoui para la colección Ascensión Amaro
    Foto hecha con el móvil por Sean Mackaoui para la colección Ascensión Amaro - abc

    Nadie sabe a ciencia cierta quién o quiénes se esconden tras el perfil en las redes sociales de Ascensión Amaro (lo que hace aún más atractivo su proyecto). Sus escuetos comunicados por e-mail y su biografía en Tumblr nos permiten armar un personaje de ascendencia latina, ex galerista y ex comisaria, «que un día se cansó de las limitaciones del cubo blanco y del formato expositivo tradicional».

    Así, en febrero, coincidiendo con ARCO, puso en marcha una interesante iniciativa virtual (todo, dado la misteriosa naturaleza de su promotora, a través de e-mails): encargar semanalmente a un creador un conjunto de fotografías inéditas realizadas con su móvil para ser «expuestas» en su perfil de Instagram: «Me di cuenta de que un simple celular podía ser la herramienta más a mano e inmediata para crear y, al tiempo, convertirse en la galería de arte más cercana».

    Y va a más

    Aceptaron el reto ilustradores como Silvia Prada, que exploró en su serie el concepto de escáner; el fotógrafo Juan de Marcos, que reflexiona sobre lo seco y lo mojado; el dibujante Ricardo Cavolo, que generó un diario de sus dibujos, y el británico Sean Mackaoui, que internacionalizó el proyecto con su «Menú del día». En total, han sido 18 autores hasta ahora ( Germán Gómez, el músico Nacho Canut o el colectivo Rubenimichi son otro nombres), a los que irán sumándose más (ya pueden verse en sus páginas los nuevos encargos a Sito Mújica), pues este es un «work in progress» que se ha dado un plazo de un año.

    «El teléfono móvil es la nueva Polaroid», dice Juan de MarcosAmaro no pensó que sus imágenes acabarían en una galería tradicional. Dice que ha sido el deseo de muchos coleccionistas por adquirirlas lo que le ha llevado a editarlas en formato físico de 15 x 15 cms. (en edición de diez ejemplares, aunque no en todos los casos) y exhibirlas ahora en Madrid, en un espacio tan poco convencional como Cano Estudio.

    ¿Y qué experiencia han sacado los artistas? Para Juan de Marcos, que colecciona imágenes de muñecos en Instagram y cuyo trabajo tiende al gran formato y al collage, esto no tiene nada que ver con lo que hace habitualmente: «La técnica es mucho más directa, podríamos decir que es la nueva Polaroid». Para Mackaoui, «se convirtió en un juego. Este tipo de foto es muy buena para captar pequeños detalles, no para narrar grandes historias». Creadores como Santiago Morilla la emplean para documentar sus propios trabajos, «pero es sorprendente lo mucho que se puede contar en tan poco espacio». «Reto es el concepto que mejor lo define», añade Juan Baraja. Con esa idea nos quedamos. Galería Cano Estudio. Madrid. C/ Alameda, 6. Hasta el 26 de julio.

  2. «Sólo móvil» (Madrid)

    Una de las imágenes tomadas con el móvil de la colectiva «Sólo móvil», comisariada por Pepe Frisuelos
    Una de las imágenes tomadas con el móvil de la colectiva «Sólo móvil», comisariada por Pepe Frisuelos - abc

    Hace un par de años, Pepe Frisuelos, fotógrafo con más de 40 años de profesión a sus espaldas y comisario de «Sólo móvil», se dio cuenta de que había fotos que la gente iba colgando en sus perfiles de Facebook «que me gustaban mucho y que tenían gran calidad a pesar de aquello para lo que habían sido tomadas». Eso le llevó a hacer una lista de «artistas» favoritos a los que luego lanzó una convocatoria libre (también a través de las redes sociales), invitándoles a generar imágenes con sus teléfonos móviles.

    Con el apoyo de la asociación entreFotos, se monta ahora una segunda edición de «Sólo móvil» (mucho más amplia que la celebrada en abril en el espacio de la Real Sociedad Fotográfica), desde el 28 de junio, con 162 imágenes de 71 autores: «Lo que más me ha llamado la atención es la gran acogida que tuvo la convocatoria pra participar en ella. La foto para el móvil mueve todo un mundo que no todos conocemos, con sus propias asociaciones y eventos internacionales. En nuestra exposición están representados todos los géneros; hay autores con muy larga trayectoria, que no dejarán sus cámaras tradicionales. También hay mucha gente que se ha acercado a la fotografía gracias al móvil, con creadores que no la han entendido nunca si no es con estos dispositivos».

    Imágenes «ingenuas»

    ¿Se puede hablar entonces de subgénero artístico y fotográfico?: «Es mucho decir, pero sí es cierto que es algo al alcance de todos. Cualquier móvil, por simple que sea, da la posibilidad de hacer fotos con una resolución envidiable, a lo que se suman los programas de retoque o los que permiten ampliar la calidad de los archivos. Si hay algo que yo destaco de este tipo de imágenes es su “ingenuidad”. Me refiero a que como crees que no estás haciendo una “imagen en serio”, la cabeza se desinhibe y permite olvidarse de la rigidez de los equipos profesionales. Y de igual manera que aprendimos a hacer fotos en blanco y negro, a hacer fotos en color, ya pensamos para el móvil».

    Frisuelos, que curiosamente no tiene Instagram («no me gusta eso de que mis fotos estén en manos de los demás»), hace alusión también al soporte pantalla: «Invita a meter la nariz en la foto, a volver a recrearse en la miniatura. Se abusó mucho de las grandes ampliaciones en las últimas décadas. Y solo se pierde frescura al positivarlas si no lo haces bien». Sólo móvil pone a prueba todo esto. Casa del Reloj. Madrid. Paseo de la Chopera, 10. Hasta el 20 de julio.

  3. «Arte móvil». Aplicación de La Panera para iPhone

    Detalle de la pieza que Marina Núñez ha preparado para la aplicación para iPhone de La Panera
    Detalle de la pieza que Marina Núñez ha preparado para la aplicación para iPhone de La Panera - abc

    Si hay una institución en España pionera en el uso de las posibilidades que aportan los dispositivos móviles esa es La Panera. Cuando este centro se lanzó a crear una aplicación informativa del museo para «smartphones» partieron de dos cuestiones: la primera, que este espacio leridano queda lejos del circuito artístico; las tecnologías debían ayudar a «acercar» a cualquier potencial visitante a La Panera. La segunda: que la aplicación debía ofrecer un plus y participar de las líneas de investigación a las que debe estar atenta una institución artística. Si ello además fomentaba un nuevo tipo de comisariado y coleccionismo, miel sobre hojuelas.

    Es así como se ponen en marcha obras de arte específicas para el móvil de los artistas a los que La Panera va programando, y que pueden descargarse desde el apartado especial de la aplicación del centro en iTunes (por el momento, es un proyecto solo para iPhone). «Arte móvil para el móvil», como les gusta llamarlo a sus responsables, ya que aporta piezas que pueden ser experimentadas desde cualquier lugar en un formato muy distinto al de los cauces habituales.

    Romper la pantalla

    La primera de estas obras fue «Eternal Labyrinth (2011), de Ignacio Uriarte, a la que siguió «Glassgate», de Juan López (desarrolladas por la firma informática Use-It-Easy). Lo que en un principio era una prolongación de lo que se exhibía en sala del artista de turno ha dado lugar a obras específicas desvinculadas de la exposición, como en el caso de Marina Núñez («World Inside») y Abigail Lazkoz («64»). La idea es desarrollar cuatro proyectos anuales, de forma que 2013 se completará con las aportaciones de Ignasi Aballí y Daniel Canogar, que cederán el testigo en 2014 a las Cabello/Carceller. A partir de entonces, un concurso público buscará nuevas propuestas.

    Esta colección paralela y virtual fue presentada a principios de año en una peculiar exposición en la misma Panera, que simultaneó su presencia en Barcelona, en Arts Santa Mónica. Su gran valor: que es asequible a todos de forma gratuita. Sólo hace falta un «smartphone».

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