Cinco años del CA2M: De Móstoles, al cielo del arte

A nadie se le escapa el valor simbólico y político de su nombre (2 de mayo, efemérides del inicio de la guerra de la independencia española) y su emplazamiento (la urbe que declaró primero la guerra a los franceses ). Pero el CA2M ha conseguido trascender estos aspectos más terrenales y (político) pasionales, para situarse en el entramado artístico global . Su sede, un edificio de nueva planta elevada sobre una antigua construcción tradicional, la así llamada La Casona, con un total de 5.886 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, el salón de actos, la mediateca y una terraza a la que ha sabido sacar partido. Un proyecto arquitectónico concebido por Celia Vinuesa y ejecutado por Pablo Pérez-Urruti .

Y entre sus bazas, no podemos obviar al que ha sido su director desde los comienzos, Ferran Barenblit (cuya salida del actual Arts Santa Mónica estuvo rodeada de polémica, y que, aunque fue elegido por un jurado internacional conformado por, entre otros, Rafael Doctor, Lourdes Fernández y Carlos Urroz , aterrizó en el centro en septiembre, cuatro meses después de la apertura del centro). Para él, «trabajar desde la periferia siempre fue algo ilusionante –, como nos explicaba en una entrevista, porque eso permitía atender desde el sosiego y la distancia «las relaciones con los centros y articular mejor los contextos locales y globales». Esa ha sido siempre su vocación, así como no descuidar las audiencias y los públicos a los que el CA2M . «Tengo la suerte de dirigir un centro que no está dimensionado», admite siempre que se le consulta.

En estos cinco años, la programación de este espacio artístico se ha desarrollado en torno a cuatro ejes: el primero lo ha marcado la colección de la Comunidad de Madrid , a la que había que dar visibilidad y continuidad. Seis han sido las entregas expositivas elaboradas hasta la fecha, cuyo próximo capítulo se verá a comienzos de junio. El segundo, las exposiciones colectivas , con capítulos reseñables como «Gustos, colecciones y cintas de vídeo» (2008), «Antes que todo» (2010), «Estación experimental» (2011) o la más reciente «Pop Politics», y que han favorecido otra de las intenciones del centro, que es la de servir de plataforma para que las nuevas generaciones de comisarios contaran con una palestra desde la que generar su trabajo. Y por aquí se han consolidado comisarios como Iván López Munuera , Martí Manen , Andrés Mengs , Virginia Torrente o Sergio Rubira , por citar a unos pocos.

La tercera para del programa se asentó sobre las exposiciones individuales , tanto de creadores internacionales de primer orden (los mencionados Schneider y Mik , junto a otros como Halil Altindere , Wilfredo Prieto, Guy Ben Her , o el grupo Sonic Youth ) como nacionales (de Bestué/Vives o Cristina Lucas a Discoteca Flaming Star o Lara Almarcegui ). En muchos casos hablamos de primeras muestras en España. Por último, y no menos importante, el cuarto eje, el de las actividades no expositivas y en el que el centro puso especial énfasis desde los comienzos: se trataba de «mapear» el territorio, de saltar a otras disciplinas como la música o la gastronomía, de generar redes y compartir experiencias (como en Cluster , junto a centros como el Showroom de Londres, Parasite en Eslovenia o el Centro Israelí para las Artes Digitales de Holon). La colaboración con centros en el exterior ha sido siempre capital, y ahí quedan intercambios con centos de Europa ( Salt en Estambul o la Konsthall de Malmö ) y América (Museo Gil Carrillo).

Como todos los centros de este país, el CA2M ha sufrido la crisis y los recortes , que, sin embargo, en su caso, solo ha sido del 10 por ciento (ventajas de haber nacido ya en la crisis). Con la partida de adquisiciones de un presupuesto que alcanza en su conjunto los dos millones de euros anuales y el apoyo del denominado uno por ciento cultural , la institución ha mantenido un ritmo regular de compras que se han efectuado generalmente en ARCO , Estampa y MadridFoto , la mayor de las veces a través de la puesta en marcha de sus propios premios para la promoción de las artes.

El CA2M ha preparado una programación especial para conmemorar su media década de vida . Entre los actos, una pequeña muestra titulada «5 años», con una treintena de obras que han sido incorporadas a la colección en este tiempo a través de adquisiciones, donaciones, producciones y de los premios mencionados y otorgados en los diferentes certámenes que celebra la Comunidad de Madrid. En la cita se pone de manifiesto el interés que ha tenido el centro por la imagen y la fotografía . La muestra no durará mucho, hasta este fin de semana, porque ya apremia la siguiente inauguración, la colectiva «Sin motivo aparente» , comisariada por Javier Hontoria , centrada en el análisis del arte y sus públicos. La máquina no para. De Madrid (o Móstoles) al cielo... del arte.