La vida después de ARCO 2013

«ARCO debe fomentar el coleccionismo y convertirse en un espacio donde más y más personas puedan iniciarse en la compra de arte». Éste es el deseo para la edición del año que viene de Ferran Barenblit, director del Centro de Arte Dos de Mayo . Hace un balance positivo de la feria y destaca «la vida que insufla a Madrid» como uno de los puntos fuertes de la muestra. Barenblit opina que la crisis, lejos de ser un impedimento para que coleccionistas extranjeros visiten el país, sirve de reclamo por la «situación de redefinición» de España, que fomenta la creación artística.

Lorena del Corral, asesora de artes plásticas de la Comunidad de Madrid, comparte la opinión de Barenblit: «Es un lugar al que la gente le gusta venir, y ese punto debería mantenerse y potenciarse en la edición del año que viene». Para ella, la sorpresa ha venido de la mano de las galerías de Turquía —país invitado en esta edición—, que han hecho «propuestas arriesgadas y de mucha calidad». Por otro lado, Del Corral es consciente de los miedos iniciales de los galeristas por temas como la subida del IVA y la posible falta de compradores. Temores que quizá hayan propiciado que no prime la espectacularidad, «pero si la calidad sin la estridencia», según la comisaria.

La innovación precisamente es lo que ha echado en falta el director de Artium , Daniel Castillejo. «La sorpresa es que no hay sorpresas», sentencia. Por eso le pide a ARCO 2014 que vuelva a asumir riesgos: «Hay una especie de vuelta a recuperar creadores más o menos conocidos, con piezas interesantes. Pero creo que ha sido una edición conservadora». Castillejo es consciente de la situación económica, aunque recalca que «el año que viene, si estamos mejor, se debe incidir en estas propuestas».

Para el director del Centro Galego de Arte Contemporáneo , Miguel Von Haffe, el reto será «mantener el mismo nivel de calidad independintemente de la coyuntura económica». La mejor nota se la concede a la apuesta por los artistas jóvenes, «que le dan un carácter fresco a la feria». Habla sobre la gestión de Carlos Urroz y alaba su trabajo de captación de coleccionistas, sobre todo extranjeros, que «colocan al sistema artístico español sobre una mirada cosmopolita».

«Las galerías están contentas con la feria, las ventas han sido más de las esperadas y los coleccionistas han estado muy presentes», resume precisamente el director de la feria. Tres años han pasado desde que Urroz tomase las riendas y diese un giro al concepto del salón. Durante este tiempo, ARCO ha salido airosa al paso de polémicas y críticas, rodeada de la omnipresente crisis. Pero los tiempos en el futuro traerán nuevos retos a los que habrá que responder. Algunos de los expertos hacen alusión a los rumores de la coincidencia de fechas entre ARCO y MACO —la feria de arte contemporáneo de México— para 2014, mientras que los todavía malos pronósticos para la economía española serán los escollos principales a los que tenga que hacer enfrente la edición del año que viene, que volverá a luchar por sobrevivir en un terreno francamente hostil.